La tarde noche del domingo fue especialmente excepcional. La entrada en el Congreso de los Diputados con los 24 escaños de Vox, así como la importante caída del PP, por debajo de la mitad de representación que hasta hace unos días, son dos hitos de gran calado. También lo es el ascenso de un partido socialista que se ha visto bastante atado de pies y manos en los últimos 10 meses; situación que ha sabido manejar y rentabilizar. No así Unidas Podemos, que ha visto cómo caía su peso en el Parlamento, seguramente relacionado con el voto útil que ha vuelto al PSOE.
En cualquier caso, se abre un tiempo nuevo en el que un Gobierno de Pedro Sánchez está más que claro. Eso sí, cómo se conformará es el secreto del millón, y hasta dentro de un mes, difícilmente se sabrá algo más.
Hemos querido preguntar a algunas de las personas que mantienen escaño en la próxima legislatura, al mando de la educación, sobre qué esperan del futuro más cercano.
«Ahora es más posible el cambio educativo», dice Luz Martínez Seijo, diputada por Palencia y portavoz socialista de educación. Para ella, el resultado de las elecciones del domingo es positivo, entre otras cuestiones, para poner en marcha el «proyecto que estaba pendiente». Desde su punto de vista, con las nuevas mayorías parlamentarias será posible elaborar «un proyecto más sólido, quizá más ambicioso» que el proyecto de ley que presentó Isabel Celaá en las postrimerías de la anterior legislatura. «Hay más tranquilidad», con la nueva situación, «para realizar un proyecto más renovador» que se centre en cuestiones importantes como el currículo, los alumnos, las competencias…
Para Marta Martín, representante de Ciudadanos en el Congreso, los resultados de las elecciones son «una desgracia».»Es desastroso, mantiene lo que hemos visto en los últimos 8 meses, que es un partido socialista que no quiere negociar un acuerdo y que ha impuesto una ley que es un tuneo, un parcheo de la LOE y de la Lomce».
Desde Unidas Podemos, Javier Sánchez, portavoz de educación, los datos salidos de las elecciones suponen una noticia positiva «principalmente» para la educacion pública como eje vertebrador del sistema educativo. Además, «con esta mayoría en el congreso va a ser imperativo derogar la Lomce».
Para Sánchez, eso sí, hay algunos puntos importantes. Primero, saber si el nuevo Ejecutivo continuará con el proyecto presentado por la ministra Isabel Celaá. Si se retoma, habrían de tener en cuenta tres cuestiones importantes para Unidas Podemos: una apuesta decidida por la financiación; una apuesta clara por el sistema pública educativo y, tres, un proceso de consolidación docente que diera etabilidad ante las altas cifras de interinidad.
A pesar de que muchos partidos llevaban en sus programas electorales la necesidad de poner en marcha un pacto por la educación, dada la situación de la campaña, los «cordones sanitarios» anunciados por algunos sobre otros partidos, y la incertidumbre de las autonómicas y municipales, esta posibilidad parece más incierta que en otros momentos.
Para Martínez Seijo, sí hay posibilidad, al menos, de llegar a algunos acuerdos en determinadas materias. Para la diputada socialista, entre los temas más fáciles de acordar se encontraría el cambio curricular, dado que una mayoría de grupos políticos están de acuerdo en la necesidad de su reforma. Otros temas en los que sería fácil, según la diputada, llegar a algunos acercamientos, a acuerdos parciales, está la financiación de la educación, así como la lucha contra la segregación escolar.
Para Martín, en el PSOE, «tendrán que recapacitar y si quieren hacer una política que sea realmente útil y contar con nosotros, que se sienten a la mesa con soluciones técnicas, que se olviden de si religión sí o religión no y de cargarse lo que funciona». Para la diputada naranja, lo que hicieron con el proyecto presentado al final de la legislatura «voló por los aires» el trabajo llevado a cabo en la mesa de negociación del Congreso y supuso hacer tábula rasa «para volver a sus postulados más recalcitrantes».
Eso sí, hay puntos que de momento parecen insalvables entre los partidos de izquierda y derecha. Tal vez el mayor está relacionado con la libertad de elección de centro, así como el soporte que la Lomce da a la demanda social a la hora de planificar la educación. Frente a esto, la apuesta por la educación pública y, además, el reparto más igualitario del alumnado con necesidades educativas entre las dos redes.
Habrá que esperar, lo más seguro, hasta los primeros días de junio para saber cómo se configurará el nuevo Ejecutivo y cuáles serán sus apoyos en el Parlamento. En este sentido, y tras haberse conocido que el partido socialista se plantea la posibilidad de gobernar en solitarios con sus 123 escaños (176con la mayoría absoluta), para Javier Sánchez supone no haber querido ver que España ha pasado de «un sistema bipartidista a uno multipartito». Además, «Cuanto más se amplíe la base del gobierno es más fácil la negociación» para poder aprobar leyes orgánicas (como sería el caso de la ley de educación) o los Presupuestos Generales del Estado. «Lo que vamos a plantear, antes que el Gobierno, es un programa de gobierno para los próximos años y en él, seguramente, el refuerzo de la pública y el aumento de la financiación van a ser el eje central”.
Al cierre de esta edición, no nos fue posible contactar con la portacoz del Partido Poopular en el Congreso para conocer sus impresiones tanto de los datos electorales en relación con la educación, como de cuáles serían los ejes posibles de colaboración.