La batalla, ya claramente abierta, en contra de la obligatoriedad de organizar el primer curso de la secundaria obligatoria por ámbitos de conocimiento ha dado un paso más en la escalada. Finalizaba el curso pasado sin que Educación diera visos de negociar con los sindicatos o las asociaciones que llevan dos años intentando echar abajo dicha organización curricular.
El sindicato UGT presentó un recurso en el TSJCV en contra de la resolución sobre el currículo de secundaria que obligaba a los institutos de organizar 1º de ESO por ámbitos (algunas materias, no todas), Un paso jurídicamente mayor que el previo, que se había dado en las instrucciones de inicio de curso. La medida que, en su momento, nació al calor del confinamiento provocado por la Covid-19 se ha convertido en una piedra angular de la Conselleria.
El caso es que el Alto Tribunal ha decidido poner en marcha unas medidas cautelarísimas para paralizar la obligatoriedad de organizar por ámbitos el primer curso. Los centros, eso sí, podrán seguir organizándose así si lo prefieren.
Para Irene Murcia, presidenta de la Asociación OCRE la noticia es muy buena. La asociación lleva poco tiempo constituida pero nació con la fuerte convicción en la necesidad de paralizar esta parte de los ámbitos, su obligatoriedad, con la caída de los aprendizajes como motivación principal. Al menos, es esto lo que no paran de repetir.
En cualquier caso, Murcia sostiene que están contentos con la noticia de las cautelares aunque, efectivamente sospechan que muchas direcciones de centro se agarrarán a la posibilidad de continuar con los ámbitos para no tener que hacer variaciones en los horarios escolares que a estas alturas ya tienen cerrados.
De hecho, Educación negocia con sindicatos y organizaciones de la comunidad educativa para que el inicio de curso no se vea perturbado por la justicia. El personal contratado pensando en los ámbitos podrá permanecer en el centro aunque vote en contra para hacer otros trabajos de apoyo o desdobles, principalmente.
Javier González, responsable de Pública en a FeSP-UGT se muestra positivo ante, primero, las medidas del tribunal y, segundo, por el paso dado por Educación de llevar a la mesa de negociación una resolución que contempla la posibilidad de los claustros de elegir si adoptar ámbitos o no y, por otra parte, porque las nuevas contrataciones de este inicio de curso, da igual la decisión que se tome en los centros, no se verán menguadas en ningún caso.
UGT ha liderado, al menos en parte, la pelea en contra de la obligación de los ámbitos. Ahora esperan a ver el texto definitivo de la Resolución de Conselleria para ver qué pasa con el recurso que han interpuesto. El único problema, relativo según dice González, es ver si la decisión final han de tomarla los claustros o los consejos escolares de los centros. En cualquier caso, cree, no habrá cambios sustanciales en los centros sobre si se adoptan o no los ámbitos en relación a la situación que tenían prevista antes de las vacaciones.
El hecho de que las contrataciones previstas no varíen independientemente de las decisiones de los centros, ha centrado el comunicado conjunto de los cinco sindicatos con representación en la mesa sectorial: STEPV, ANPE, FECCOOPV, CSIF y UGT-Serveis Públics. Todos ellos de acuerdo con que no se toquen las plantillas para asegurar un inicio de curso sin problemas. Desde el STEPV, sindicato mayoritario en la comunidad, Marc Candela, su responsable, asegura que es buena noticia la no obligatoriedad, así como la garantía de la continuidad de las contrataciones. Eso sí, los acuerdos alcanzados afectarán, asegura, solo a este curso. Como nota positiva, la predisposición que han visto en Educación de negociar con los sindicatos todas las cuestiones relativas al personal.
Roberto es director en la Comunidad Valenciana. Es un nombre ficticio porque prefiere no dar el suyo. La crispación en relación al tema ha aumentado mucho en el último curso. «El marrón», como lo llama, les toca a las direcciones muy de lleno en ese estar entre el claustro y la administración.
Primero porque organizar los horarios no es tan fácil como parece y puede llevar unos cuantos días rehacer algo esta semana, como propone Educación (la decisión ha de tomarse antes del 6 y el curso comienza el 12). En un escrito enviado a los centros se propone que el martes de la semana que viene se hayan realizado claustros y consejos escolares extraordinarios en los que se decida si se hacen o no ámbitos este curso. Roberto se está planteando, incluso, si la votación es mejor a mano alzada o secreta, para evitar líos.
Para él, es muy posible que en su centro hasta quienes están en contra de los ámbitos voten a favor cuando les toque hacerlo para evitar complicaciones en el inicio de curso. Según su experiencia, los horarios pueden tardar días en cuadrar si el claustro es lo suficientemente amplio y los desierata de profesores y profesoras lo complican lo suficiente. Y siempre parece necesario hacer ajustes para equilibrarlo todo. Es importante el equilibrio para que no haya nadie mano sobre mano mientras otras personas van desbordadas.
Algo parecido comenta Toni González Picornell, director del IES Pare Vitória en Alcoi (Alicante), además de presidente de ADIESPV (Associació Directors/es dels Instituts d,Educació Secundària del País Valencià). Los últimos diez días se los ha pasado, como todas las direcciones de secundaria, en una tensa espera para conocer el fallo del Tribunal. Ahora (de camino a una reunión con Miguel Soler en el momento de la conversación), a la espera de conocer los detalles negociados con los sindicatos y, sobre todo, con la incertidumbre ante las votaciones de claustros y consejos escolares que terminarán por decidir quién trabaja por ámbitos y quién no.
Desde la Conselleria siempre han definido la organización por ámbitos porque, aseguran, favorece el tránsito desde la primaria; porque ayuda a generar conocimientos aterrizados, o porque conecta unas disciplinas con otras. Desde la Asociación OCRE la critican porque no han recibido la formación suficiente, ni los medios adecuados y, sobre todo, porque entienden que rebaja los contenidos que se imparten, principalmente, porque docentes de especialidades concretas han de dar clase de otras especialidades sin tener por qué tener ni dea del tema concreto.
Para González Picornell los ámbitos han tenido efectos positivos, una medida de «éxito educativo para el alumnado», asegura. Han vivido, durante los dos últimos años, un intenso debate pedagógico que entiende que ha sido positivo sobre los pros y los contras de trabajar o no por ámbitos.
Desde la Confederación de familias Gonzalo Anaya aseguran que su apuesta está por continuar con los ámbitos como una medida positiva que puede mejorar la motivación del alumnado así como hacer posibles metodologías diferentes en secundaria. También como una forma de mangtener una mayor comunicación de las familias con los centros y viceversa. En el horizonte, ahora mismo, está conocer si las familias podrán o no tener peso en la toma de decisión sobre si los centros continúan o no con los ámbitos.
Rubén Pacheco, presidente de la Confederación asegura que la situación a la que se ha llegado es triste. Nunca debería haberse judicializado esta situación, como ya pasara con otros asuntos como las ratios o el plurilingüismo. Entre otras cosas porque se entra en la «tómbola» del juzgado al que llegan las diferentes causas.
Por otra parte, defiende la necesidad de que toda la comunidad educativa (incluídos alumnado y familias) tengan voz y voto en la decisión que determinará que cada centro continúe o no con los ámbitos este curso. De hecho, exige que esto sea así y critica que algunos sindicatos hayan abogado porque sean los claustros y no los consejos escolares los órganos defisorios finalmente.
Pacheco afirma que habría que darle un tirón de orejas a la Administración por no haber tirado adelante con algún tipo de evaluación del proceso y resultados de la implantación de los ámbitos, independientemente de que la situación haya sido más o menos complicada en los centros. Asegura que, en este sentido, podría haber hecho uso, por ejemplo, de las universidades para realizar esa evaluación de manera que hoy por hoy, con datos más o menos fiables, se podría haber evitado la judicialización de la situación.
A pesar de que Educación se comprometió a hacer una evaluación del impacto de la medida, han pasado dos cursos y todavía no se ha realizado. La última razón fue evitar un sobresfuerzo a las direcciones de tener que rellenar el cuestionario que estaba previsto. Más allá del número de aprobados no se conoce el impacto real sobre los aprendizajes del alumnado que ha pasado por los ámbios en los dos últimos cursos. Educación dice que ha sido muy bueno. La Asociación OCRE asegura que quienes dan clase en 2º de ESO han notado una bajada de los conocimientos y la asocian a esta organización. Reclaman, eso sí, que la evaluación se haga para poder tener más y mejores elementos de juicio.