Las limitaciones de acceso a la calle y a centros deportivos obligadas por la pandemia del Covid hicieron que en muchos hogares y terrazas particulares se improvisan gimnasios. Esterillas de yoga, bicicletas estáticas o pesas de musculación llenas de polvo en algún rincón de armario fueron rescatadas para volver a darles su utilidad de origen que, en muchos casos, ha quedado adoptada para un hábito saludable. Pero, ¿es saludable todo el deporte que hacemos sin conocer el alcance de su impacto en nuestro cuerpo?
Prácticamente como ir al supermercado con mucha hambre y sin saber qué falta en nuestra nevera o despensa es ponernos las mallas y las zapatillas para correr, abrir la puerta de casa y salir a hacer kilómetros, sin saber cómo tenemos las rodillas o el corazón, ni cómo apoyamos la planta de los pies en el suelo.
‘No hago running porque me duelen las rodillas, pero hago spinning‘; ‘Voy al gimnasio porque es la única manera de fumar menos’; ‘A Pilates no voy porque hay movimientos que no puedo hacer’ o, ‘Para adelgazar hago intensivos de cardio porque cenar poco y pronto para mí es imposible’. Todo esto son algunas autorregulaciones muy comunes, a medio camino entre la patología y la salud, un nadar y guardar la ropa que tal vez no haga daño, pero que tampoco nos lleve nunca hasta la expectativa deseable de salud y bienestar a través del deporte o la actividad física.
Antes de iniciar la actividad
Como afirma el Dr. Ricardo Cánovas, especialista en ejercicio físico con finalidad médica, «para hacer deporte, primero se debe tener salud». Pero, si vamos al médico solo cuando nos encontramos mal, cuando nos hemos lesionado o cuando ya estamos hartos de aguantar algún dolor, ¿Dónde comienza una buena prevención de nuestra salud y bienestar corporal?
«Antes de iniciar una actividad física o retomar un deporte después de un tiempo, estaría bien hacer una revisión», recomienda Eva Ferrer, especialista médica de la unidad de Medicina de l’Esport Clínic-Sant Joan de Déu.
«Supongamos que una persona hace diez años que jugaba mucho al tenis y quiere volver a hacerlo, pero su situación física no es la misma. Pues quizás el tenis no sea lo mejor para recomenzar», expone la experta en medicina deportiva. Conocerse en el momento actual para conseguir una mejora de presente y de futuro debería ser del orden, según la doctora.
«La actividad física es una gran ventaja. Correr, por ejemplo, lo podemos hacer solo abriendo la puerta de casa y saliendo a correr. Es un valor muy positivo todo lo que podemos hacer en casa o en la calle, pero también puede generar algún problema, si no se ha consultado previamente a un especialista. Incluso los youtubers que guían sesiones virtuales de actividades, de cardioboxing o yoga, lo van repitiendo, advierten que si hay movimientos o posiciones con las que nuestro cuerpo se resiente, es mejor consultar a un médico.
‘Para hacer deporte, primero se debe tener salud’, dice el Dr. Ricardo Cánovas
«Ante cualquier inquietud, mejor hacerlo bien desde el principio», dice Ferrer, que también pone el ejemplo de quien se apunta a una clase del gimnasio de esta manera: ‘Voy con mi vecina a hacer aquagym, para no ir sola al gimnasio, pero a mí el agua no me gusta en realidad’. «Así -precisa la doctora-, ni se disfruta, ni se aprovecha la actividad». Por ello, en la unidad de Medicina de l’Esport Clínic-Sant Joan de Déu se dedican primero a conocer las inquietudes y necesidades, lo que gusta o no a cada persona, porque el abanico de actividades físicas es enorme y cada vez más al alcance de todos.
Prescribir actividad física
Una de las ayudas en las que se focalizan más en la unidad de medicina del deporte es en la prescripción de la actividad física como herramienta de salud, pero confirmando primero en qué situación de estado de salud está cada persona. No se puede esperar que la actividad física o práctica deportiva nos aporte la salud que no tenemos de base y, sobre deporte y salud, hay muchos parámetros erróneos. Por ejemplo, como dice el Dr. Cánovas, «la gente confunde el sudar con perder peso».
Quizá no se es consciente, tampoco, de una realidad que el Dr. también comenta: «Correr multiplica por tres nuestro peso, y si ya tenemos mal las rodillas, si las ponemos a correr, las estaremos castigando». De ahí que él, cinturón negro y profesor de karate desde 1974, que había sido preparador físico de la selección catalana de judo, considera que equiparar deporte y salud es un error. Como él dice, «para hacer deporte se debe tener salud» y, por ello, ha creado un método donde, a través de sencillos ejercicios muy localizados, pero que se pueden hacer en casa, prescribe ejercicios de actividad física como tratamiento médico. Lo hace en caso de rehabilitaciones y, sobre todo, ante pérdida clara de masa muscular. «Ya a partir de los 45 años, la sarcopenia (pérdida de masa muscular) empieza a sacar la cabeza», puntualiza el médico. Las patologías más frecuentes con las que se encuentran en su consulta son los problemas de espalda y la osteoporosis. «Una espalda fuerte no conoce el dolor, por eso, nosotros trabajamos la dosis mínima de ejercicio eficaz para fortalecer. El músculo se puede recuperar. Usamos el ejercicio como un fármaco. Si fuese demasiada dosis, podría hacer daño, y si la dosis es por debajo de lo que necesitas, no notarás ninguna mejora», dice. «Para tener un cuerpo operativo no se necesita mucho tiempo», añade. Una vez por semana y durante 20 minutos de trabajo dirigido es como funciona su sistema. 20 minutos a la semana para estar en forma (Planeta).
Motivación individual
En Santa Coloma de Gramenet, en octubre del 2001, nacía la asociación Esport i Salut Santa Coloma, como entidad sin ánimo de lucro para el desarrollo, la promoción y la práctica continuada de la actividad física y deportiva. Su filosofía es que, con objetivos recreativos, lúdicos, formativos y sociales, la actividad física contribuya a crear hábitos de salud, sin priorizar los resultados competitivos. «Tenemos un programa dirigido a personas de cualquier edad, con actividades físicas y deportivas que hacemos en colegios, y actividades físicas para adultos y personas mayores», explica el presidente de la asociación, Javier Arias. «Nuestros consejos van dirigidos principalmente a mantener la salud y a mejorar la condición física y salud mental, sin objetivos de rendimiento, y en base a la motivación que cada persona tiene».
Para una correcta elección de la práctica deportiva, según expone Arias, es conveniente:
- Buscar la propia motivación y planificar las actividades en concordancia con la condición física de cada uno.
- Solicitar una valoración médica previa para conocer la forma física antes de programar el ejercicio, especialmente si se ha sufrido o se padece alguna enfermedad. Es importante, antes de iniciar una actividad física, saber cómo está el propio cuerpo.
Javier Arias, que estudió Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, también recomienda:
- Una planificación correcta antes de empezar, que incluya evaluar los pros y contras de la actividad que se inicia.
- Plantear objetivos razonables y elegir actividades de intensidad, volumen y frecuencia de acuerdo con los propios objetivos.
- Practicar de forma regular la actividad física que se elija, que es importante que resulte satisfactoria y divertida.
Desde su experiencia con los valores del ejercicio con gente de toda edad, Javier Arias confirma que «entre los impedimentos que generalmente hacen detener la práctica de una actividad física está superar la fase de sedentarismo en la que se ha podido estar hasta ahora y entrar en la rutina de ejercicio físico regular. Por eso es importante empezar de manera suave y progresiva, que permita al cuerpo adaptarse a la nueva actividad y, al mismo tiempo, evitar posibles lesiones. Fijarse objetivos realistas, explorando nuevas opciones, como caminatas o natación y buscar la compañía que nos motive «, apunta.
Exploración médica
La unidad de Medicina de l’Esport Clínic-Sant Joan de Déu se puso en marcha hace siete años en el hospital de Sant Joan de Déu, con el objetivo de asesorar a los padres sobre el estado de salud y condiciones físicas de sus hijos que practicaban o querían practicar deporte, ya fuera como deportistas federados en algún club deportivo o de manera individual. Pero los padres y madres también se acabaron interesando en el mismo servicio médico para ellos y, así fue como hace tres años, el Sant Joan de Déu estableció el tándem con el Hospital Clínic para ofrecer la atención de su unidad también a mayores de edad.
En la unidad se hacen exploraciones físicas médicas para revisar a fondo el estado de la espalda, las rodillas, los hombros, los pies… «porque dependiendo de lo que quiera hacer la persona, puede que no interesa que empiece por aquello, o quizás sí, pero de una manera determinada», dice la doctora Eva Ferrer. Me ahogo, me canso, me fatigo, cuando tengo la regla tengo más problemas, quiero ponerme en forma, quiero perder peso… todo ello son consultas posibles en la unidad donde ella trabaja.
Dependiendo del deporte, se hace una prueba de esfuerzo. «Hay diferentes niveles. Puede ser corriendo en cinta o en bicicleta, y se pueden ver muchísimas cosas como, por ejemplo, si la persona se ahoga o no. Como está monitorizado, vemos la respuesta cardiológica en cada momento y etapa del esfuerzo que le pides», explica Ferrer. Con un electrocardiograma basal podemos ver cosas también. «Según lo que encontramos, derivamos al cardiólogo», dice.
Los especialistas también ven si la persona se coloca bien sobre la bicicleta, cómo pedalea o su pisada al correr
A nivel más físico, los especialistas también ven si la persona se coloca bien sobre la bicicleta, cómo pedalea, ven como hace la pisada al correr, neutra, prona o supina -según hacia qué lado carga más fuerza-, y según lo que ven, asesoran sobre el mejor tipo de calzado para evitar lesiones. Evalúan todas las cuestiones de biomecánica y emiten sus recomendaciones.
Las protecciones solares para todo el deporte hecho al aire libre, para evitar el riesgo de problemas dermatológicos, y la protección de la cabeza, también para evitar que se escape la energía del cuerpo durante el invierno son otras de las muchas casuísticas que repasan en la unidad, que es multidisciplinar. Cuentan con especialistas en nutrición, podología, fisioterapia, también atienden consultas de otorrino, respiratorio y traumatología. «Nuestro objetivo es la promoción de la salud a través de la actividad física», explica la doctora, que dentro de la unidad se ha ido especializando aún más en las necesidades propias de la mujer que practica una actividad física o un deporte. «En general, la actividad física y el deporte, a nivel afición, aporta mejoras, aparte de quien lo hace a nivel élite. Pero si haces movimientos que no toca, el beneficio puede no llegar «, añade.
Invertir en prevenir
La Medicina del deporte no es traumatología, no sólo se focaliza en las lesiones, «es como si fuera el médico de cabecera de aquella persona que hace deporte, amateur o profesional, esta última con mucha más carga, está claro que no es igual ir de vez en cuando a esquiar que entrenar para competir, pero nosotros tenemos cuidado, velamos por la salud de la persona que realiza actividad física o deporte reglado», puntualiza la doctora de esta especialidad MIR.
Para aquellos que puedan dudar de una consulta en una unidad como la del Clínic-Hospital de Sant Joan de Déu, que es un servicio no incluido en la seguridad social, hay que plantearse la inversión como prevención. Y, tal como dice la doctora Ferrer, si te compras una bici de 2.000, 3.000 o 4.000 euros y, en cambio, no contemplas el asesoramiento de especialistas, de 150 o 200 euros dependiendo de la consulta que te puedan servir, pierdes la posibilidad de sacar más partido al deporte que haces. Estás trabajando con tu cuerpo y quizás hay ciertos movimientos, posiciones que no toca que hagas, porque tienes una hernia, por poner un ejemplo, o artrosis en el hombro. Desde el punto de vista de la prevención, que sería el objetivo, la consulta al especialista es una inversión.
Y otro sentido de la medicina deportiva es acompañar la mejora del rendimiento físico, saber cómo mejorar y alcanzar los objetivos que cada uno se propone en sus entrenamientos. «Para conocer hasta qué punto se puede apretar, tenemos pruebas más específicas», dice Ferrer.
Beneficios a tres bandas
Una vez sabemos que estamos bien de salud para iniciar una práctica deportiva o actividad física regular, sus beneficios sí empezarán a sumar salud y bienestar a los que ya tenemos. «Deporte y actividad física es beneficio para nuestra salud, física, mental y social», afirma.
En el ámbito físico, algunos de los beneficios de la actividad física o deportiva, según expone Javier Arias son:
- Mejora de la salud cardiovascular.
- Mejora del metabolismo.
- Reducción de la presión arterial.
- Mejora de la condición aeróbica.
- Mejora la fuerza muscular, la resistencia y la flexibilidad articular.
- Ayuda a controlar el colesterol.
- Evita la osteoporosis.
- Fortalece el sistema inmunológico.
En el ámbito mental:
- Mejora la autoestima.
- Combate la ansiedad, la depresión y el estrés.
- Mejora la calidad del sueño.
En el aspecto social:
- Fomenta las relaciones personales.
- Aumenta la autonomía y la integración social.
Tal como dice la deportista de élite Emma Roca en la introducción de su libro El límite es tu salud (Ara Llibres): «No hay excusa para no moverse, pero hagámoslo con sensatez. Y, para ello, es imprescindible tener muy en cuenta los cuatro pilares básicos de la práctica saludable del deporte: una dieta adecuada y una correcta hidratación, un descanso reparador, el entrenamiento personalizado y, ante todo, una revisión médica (con un especialista deportivo, preferiblemente)». «Precisamente por el aumento de la afición a practicar ejercicio surgido a raíz de la pandemia, vale la pena ahora consultar los especialistas», concluye la doctora Eva Ferrer.