Somos una Fundación que ejercemos el periodismo en abierto, sin muros de pago. Pero no podemos hacerlo solos, como explicamos en este editorial.
¡Clica aquí y ayúdanos!
El presidente Sánchez ha querido coger la delantera y marcar el ritmo, de nuevo, de su agenda. Esta vez, en relación al profesorado.
El próximo martes hay prevista una reunión entre Educación y los sindicatos de la mesa sectorial para retomar las negociaciones en relación a un futuro Estatuto Docente. Los sindicatos llevan meses criticando la lentitud de estas negociaciones, así como la falta de documentación por parte del Ministerio en dichas reuniones.
De hecho, el pasado viernes, Mario Gutiérrez, presidente nacional de Enseñanza en CSIF, anunció que, si no había algún movimiento del Gobierno en este sentido, hablarían con el resto de centrales sindicales para ver posibles movilizaciones.
Unos días después, Pedro Sánchez ha salido a la palestra para anunciar una ley que limitará el máximo de horas lectivas en aula del profesorado. En primaria serán, de nuevo, 23, mientras que en secundaria, 18. Muchas autonomías ya están funcionando con este horario gracias a las negociaciones sindicales, pero quedan excepciones tan importantes como Madrid y Galicia, en donde los acuerdos son parciales o, según denuncian los sindicatos, no se están cumpliendo.
Gutiérrez se muestra positivo ante este anuncio, tan esperado por los sindicatos. Y confía en que el documento de dicha ley tenga un borrador que puedan ver en la reunión del próximo 23. Ahora bien, tanto él como otros representantes sindicales entienden que el anuncio es «el principio
de la negociación concreta y seria para un estatuto docente».
Teresa Esperabé, secretaria general de la FECCOO, ha hecho público un vídeo en el que se muestra muy crítica con el mensaje del presidente, que considera insuficiente teniendo en cuenta las reclamaciones que llevan años haciendo los sindicatos. «Tenemos que denunciar que el personal docente estamos cansados de esperar», asegura.
Un anuncio insuficiente
«Es necesario que el compromiso de este Gobierno con la educación pública sea decidido y que vaya más allá de unas medidas claramente insuficientes para garantizar esa legislatura del profesorado que tantas veces ha anunciado el propio presidente del Gobierno», insiste Esperabé.
En la misma línea habla Beatriz García, responsable de enseñanza de la FeSP-UGT para quien el anuncio es positivo, pero insuficiente. Ha recordado que desde abril no han recibido ninguna clase de documentación por parte del Ministerio y, además, de los cuatro grupos de trabajo que se plantearon en un inicio, dos ni siquiera se han llegado a formalizar. Entre ellos, el que tiene que hablar de la transformación del sistema de acceso o de la formación inicial.
La secretaria general de la FECCOO asegura en un vídeo de minuto y medio que «las necesidades del sistema son: el A1 y la subida de nivel, la bajada de ratios, que todo el alumnado, cualquiera que sea su necesidad, tenga apoyos y cuente doble para las ratios y la jubilación anticipada específica docente, entre otras». Y termina con un «toca movilizarnos» que lanza al profesorado para cerrar con «así no».
Desde que en el mes de abril comenzaran las negociaciones para la consecución de un Estatuto Docente, lo cierto es que se han producido muy pocos avances, sobre todo, en lo relativo a las condiciones de trabajo del profesorado. De hecho, hasta ahora, por parte del Gobierno no se había hecho ninguna clase de anuncio ni, como denuncian los sindicatos, se ha facilitado documentación alguna sobre la que negociar las cuestiones.
Se ha pedido a las centrales sindicales su posición en relación a las necesidades del colectivo. Una posición que viene siendo anunciada insistentemente desde hace años sin que se hayan tomado cartas en el asunto.
Las ratios son un problema del que se lleva hablando mucho tiempo, así como la necesidad de que las horas lectivas volvieran a ser las que en su día el propio PSOE había impuesto, para más tarde recomendar tras los recortes de José Ignacio Wert. La negociación sindical durante los últimos años ha sido la que ha posibilitado la vuelta a dicha situación.
La equiparación de los cuerpos docentes y la entrada de todo el profesorado en el grupo A1, así como la equiparación salarial que ello supondría, también lleva tiempo sobre la mesa. Desde la modificación de los estudios de magisterio, el profesorado de los dos cuerpos tiene el mismo nivel de estudios, es decir, el de grado, por lo que se reclama que se les reconozca a las y los maestros en el salario.