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La Conferencia de Decanas y Decanos de Educación (CoDE) propone en el último borrador del Libro Blanco del Grado en Educación Primaria, al que ha tenido acceso este periódico, tres modelos diferentes para reformar la formación inicial del profesorado. El texto, remitido a las facultades en septiembre, busca responder a una cuestión central: cómo debe prepararse el magisterio del siglo XXI para los nuevos retos educativos y sociales.
El documento parte del diagnóstico de que el actual grado de cuatro años, con menciones optativas, no garantiza un dominio suficiente de las materias, de su didáctica específica ni de la práctica profesional. A partir de ahí, la CoDE plantea tres posibles estructuras de formación que combinan distintos niveles de duración y de especialización.
Modelo A: grado de cuatro años con reformas internas
El primer escenario mantiene el Grado de 240 créditos como título habilitante para ejercer, pero plantea profundas mejoras en su organización. Se propone reforzar la coherencia curricular, integrar las áreas de conocimiento, aumentar la calidad del Prácticum mediante redes de centros acreditados y reconocer la función del tutor o mentora como figura formadora.
El Libro Blanco también subraya la necesidad de vincular el Trabajo Fin de Grado con la práctica escolar y de reorganizar los contenidos en torno a los tres ejes del Marco de Competencias Profesionales Docentes (MCPD): aprendizaje y enseñanza, acción socioeducativa integral y compromiso profesional.
El modelo A defiende que una reestructuración profunda del grado permitiría mejorar sin ampliar su duración.
Modelo B: grado de cinco años
El modelo B plantea una ampliación a 300 créditos distribuidos en cinco cursos, con un tercio del plan destinado a prácticas progresivas y proyectos integradores. Este grado seguiría siendo habilitante y reforzaría la formación disciplinar y didáctico-disciplinar, junto con la investigación educativa aplicada.
La propuesta se inspira en sistemas europeos donde la docencia se concibe como una profesión universitaria de alta cualificación, y donde la formación del maestro se extiende a cinco años con un fuerte componente investigador.
Para la CoDE, este modelo permitiría elevar el nivel académico y profesional, consolidar la alfabetización científica y digital y preparar una etapa de inducción profesional tutorizada.
El propio texto advierte, no obstante, que una reforma de esta magnitud exigiría recursos adicionales y mecanismos de equidad para no dificultar el acceso a la carrera docente.
Modelo C: 4 + 1 con máster habilitante para funciones específicas
El modelo C mantiene el grado de cuatro años como título habilitante generalista y propone un máster habilitante de un año para quienes deseen acceder a funciones específicas o de especialización dentro del sistema educativo.
El documento cita expresamente algunos ejemplos: dirección de centros, coordinación de estructuras escolares, supervisión de prácticas, asesoría de formación, coordinación de materias curriculares o puestos especializados como Pedagogía Terapéutica y Audición y Lenguaje en secundaria.
El texto aclara que este máster no sustituiría al grado como vía de acceso a la docencia, sino que funcionaría como un espacio de profesionalización avanzada, definido por las administraciones educativas. También advierte que, de aplicarse, debería evitar desequilibrios entre quienes cursen solo el grado y quienes completen el máster, para no crear nuevas desigualdades.
Un marco integrado y la apuesta de la CoDE
Después de exponer los tres escenarios, el Libro Blanco se decanta explícitamente por un modelo integrado 4 + 1 como la opción más viable. En él, el Grado de cuatro años seguiría siendo habilitante para el ejercicio docente generalista y el Máster quedaría reservado a especializaciones y funciones de responsabilidad dentro del sistema educativo.
En palabras del propio texto, se trataría de “un modelo integrado y coordinado, alineado con el Marco de Competencias Profesionales Docentes”, que permita una base común sólida y una especialización posterior.
Por tanto, el documento plantea el 4 + 1 como la estructura preferente para el futuro de la formación inicial de maestros y maestras.
Las críticas de las asociaciones científicas
El envío del borrador a las facultades ha provocado una reacción crítica inmediata. Cinco asociaciones científicas estatales —ÁPICE, AUPDCS, SEA, SIDLL y SEIEM— difundieron un comunicado conjunto en el que expresan su rechazo al documento.
Las entidades, que agrupan a la mayoría del profesorado universitario de didácticas específicas, acusan al texto de reducir el conocimiento didáctico-disciplinar a un papel secundario y de invisibilizar las didácticas de las distintas áreas curriculares, sustituyéndolas por enfoques pedagógicos generalistas. También señalan la introducción unilateral del modelo 4 + 1, que —afirman— “no ha sido debatido ni consensuado” y tendría “graves implicaciones para la calidad y accesibilidad de la formación docente”.
El comunicado denuncia además la ausencia de diálogo y transparencia en el proceso de elaboración del borrador y reclama su retirada para abrir un nuevo proceso de revisión participativo, basado en el respeto al marco normativo vigente y en la incorporación de las aportaciones científicas de cada área. Las asociaciones exigen una formación docente que mantenga el equilibrio entre la profesionalización pedagógica y el conocimiento profundo de las materias del currículo, tal como establecen la LOMLOE y los reales decretos de enseñanzas mínimas.
Acceso, práctica y carrera profesional
El borrador también plantea reformas complementarias. Propone implantar pruebas específicas de acceso a los grados de Magisterio que evalúen tanto competencias académicas como atributos personales y motivacionales, siguiendo experiencias de comunidades como Baleares y Cataluña.
Asimismo, dedica un amplio apartado a la mejora del Prácticum, con criterios de acreditación de centros, mentoría profesionalizada y coordinación entre prácticas y TFG, y reclama un nuevo modelo de acceso a la función pública basado en la evaluación de competencias y la inducción profesional en el primer año de ejercicio.
Un proceso en marcha
El borrador de la CoDE no constituye aún una propuesta definitiva, sino un documento de debate abierto a aportaciones de universidades, administraciones educativas y profesorado.
Con todo, su contenido marca un punto de inflexión: la CoDE sitúa el modelo 4 + 1 como su apuesta de referencia y el resto de actores del sistema académico y científico han comenzado a movilizarse para influir en su desarrollo.
En ese diálogo —todavía en curso— se juega el futuro de cómo se formará el profesorado de Educación Primaria en España durante las próximas décadas.