Pocas cosas hay más estimulantes para un docente que acompañar a un alumno a descubrir cómo superarse, encontrar puntos buenos y que los demás reconozcan su esfuerzo. Las políticas educativas deben apoyar estas ideas en todas las etapas, pero generalmente asociamos enseñar y aprender con las enseñanzas obligatorias y nos olvidamos de otras que complementan la formación integral de una persona para hacerla competente. Por ello es importante el aprendizaje permanente, que debe desarrollarse, potenciarse y diversificarse de diversa forma, siendo una de ellas la adquisición de lenguas que nos ayudan a socializarnos y mejorar nuestra empleabilidad y calidad de vida.
Una de las iniciativas más interesantes en este aspecto son los proyectos eTwinning, que tienen una larga implementación en infantil, primaria y secundaria y se están desarrollando en EOI impulsadas también por el grupo “Escuelas Amigas Conectadas en eTwinning” del Servicio Nacional. Por nombrar algunos centros, cabe destacar los realizados en las EOI de Pamplona, Valladolid, Alfonso X el Sabio, Chiclana, Rio Vero, Hospitalet, La Seu, La Carolina, Girona, Ourense, Vilagarcía o A Coruña. Este tipo de iniciativas consiste en realizar un aprendizaje colaborativo con otro(s) centro(s) de este país o del resto de Europa para alcanzar un resultado que puede ser muy diverso (un libro digital, un vídeo o una infografía son algunos ejemplos, según el nivel de complejidad del proyecto). Son un tipo de aprendizaje informal que se desarrolla en el aula y el centro educativo, pero se abre a otros escenarios muy estimulantes, como bibliotecas, museos, fábricas, o entornos naturales, si es el caso. Detrás de un proyecto eTwinning siempre está el deseo de compartir, intercambiar y conocer a los demás.
Puede parecer que un adulto no encaja en el aprendizaje eTwinning por tener más preocupaciones y menos tiempo y motivación, especialmente si se piensa en alumnado centrado en la certificación de un nivel y que pasa en el centro el mínimo de tiempo, en ocasiones solo dos horas a la semana. Sin embargo, un adulto aprovecha mucho eTwinning, especialmente en EOI por varios motivos.
En primer lugar, son proyectos plurilingües donde se hace un uso activo y práctico de la(s) lengua(s) extranjera(s) al nivel del alumnado, independientemente de su edad, aprovechando la diversidad del aula. En EOI es bastante común que un alumno se apunte a más de un idioma, pudiendo desarrollar su competencia lingüística con varios docentes. Tanto se puede trabajar con cursos altos como bajos, puesto que el proyecto se adapta al grupo con el que se trabaja y se integra en la programación del aula según los intereses del alumnado.
Detrás de un proyecto eTwinning siempre está el deseo de compartir, intercambiar y conocer a los demás
Además, el alumnado adulto complementa su toma de contacto con otras culturas de forma real. Nuestros estudiantes a menudo viajan por motivos académicos, profesionales o por ocio. Con eTwinning adquieren una visión cercana de otros pueblos. Esto supone una apertura de horizontes personales, el puente hacia Erasmus+, y hay que tener en cuenta que la esperanza de vida está aumentando y con ello nuestras necesidades y oportunidades para formarnos.
Otro aspecto que habría que recalcar es que se produce una mejora significativa de la competencia digital, que ayuda al alumnado en su vida diaria. Gran parte del alumnado de EOI no es nativo digital. Con eTwinning los aldultos aprenden con otros a través de las nuevas tecnologías y se familiarizan con un mundo que puede suponer un reto para ellos. De todas formas, por nuestra experiencia, la tecnología no suele representar un reto insalvable si se emplean fórmulas tipo mentoring, el aprendizaje en grupo o parejas, puesto que los más conocedores del universo digital ayudan a los novatos.
Es relevante que los alumnos de proyectos eTwinning sienten reconocimiento exterior y obtienen sellos nacionales y europeos, lo que siempre emociona y muestra la valía de la superación personal y el trabajo colaborativo. Cuando aprendemos es importante la retroalimentación, los comentarios y el ánimo recibido por parte de los demás porque aumenta nuestra autoestima, que tanto debemos cuidar en el mundo actual. Un etwinner nota acompañamiento en su aprendizaje y comparte su afán de superación. El adulto se encuentra entonces con que el apoyo inmediato de su profesor y grupo se expande con un efecto enriquecedor en una comunidad educativa que va más allá de un centro de certificación.
Cuando aprendemos es importante la retroalimentación, los comentarios y el ánimo recibido por parte de los demás porque aumenta nuestra autoestima
En relación con este hecho, la satisfacción personal por el trabajo bien hecho refuerza el bienestar psicológico del alumnado. Los proyectos eTwinning motivan y dinamizan el aprendizaje independientemente de la edad, pero son significativos cuando los protagonizan adultos pueden estar atravesando situaciones complicadas en su vida personal. Con eTwinning ven que sus logros interesan y hacen falta para una empresa común.
El alumnado de EOI es muy variado. En eTwining todos siguen aprendiendo con independencia de su nivel académico o social, líneas que no existen en eTwinning, como tampoco las diferencias sexuales, raciales o limitaciones de cualquier otro tipo dado su carácter inclusivo. Después de estos proyectos, el alumnado se siente competente, reforzado, con ganas de participar en otros y esa motivación debe cultivarse en la edad adulta.
Los adultos tienen mucho que aportar a los más jóvenes en eTwinning. A veces se produce una autoidentificación entre ellos, pero lo que realmente destaca es que, al trabajar en equipos trasnacionales, los adultos aportan experiencia, mochila vital que los demás aprecian y respetan. Esto es muy importante ahora, cuando, pese al desarrollo de los medios tecnológicos, echamos en falta la reflexión y la comunicación interpersonal sincera.
El éxito de eTwinning radica en parte en la personalización. Los alumnos aportan parte de sí mismos al proyecto, toman decisiones y se sienten protagonistas del trabajo que realizan. Nunca se trata de seguir un plan de trabajo fijo y ya marcado por el profesor porque hay que adaptarse a las necesidades del aula y en eso importa el consenso y la voz del alumnado, que puede preferir proyectos de mayor o menor duración o evitar determinada temática.
Debemos aprovechar nuestra posición como EOI, entornos únicos en el contexto europeo por ser centros públicos, que acogen a un espectro de alumnado muy amplio y ofrecen muchos tipos de enseñanza (presencial, semipresencial). En la EOI A Coruña creemos que estas enseñanzas de régimen especial ofrecen todas las características propicias para desarrollar iniciativas eTwinning y transformar con ellos la forma de enseñar/aprender. Por ese motivo es tan importante que eTwinning se implemente y lleve a cabo en varias EOI del territorio nacional, siendo algunas de ellas centros eTwinning, como nuestro centro o la EOI de Vilagarcía, con proyectos que se diseminan en RRSS, páginas web, webinars y publicaciones. Ese espíritu eTwinning se contagia, llena a alumnado y profesorado, los convierte en un motor de aprendizaje y aporta valor infinito a la educación.