La catastrófica inundación del 29 de octubre en Valencia podría haberse mitigado en gran medida. La desidia política y la burocracia han paralizado las obras de defensa contra inundaciones del proyecto «Adecuación Ambiental y Drenaje de la Cuenca del Poio Vertiente a la Albufera», aprobado en 2006 por la Confederación Hidrográfica del Júcar. Un plan hidráulico que contempla el desvío de parte de los caudales de los barrancos del Poio y la Saleta hacia el Nuevo Cauce del Turia.