Autor: Juan Carlos Yáñez

Doctor en Pedagogía por la UNAM. Miembro del Seminario de Cultura Mexicana. Profesor en la Universidad de Colima

El valor de la jubilación, en cambio, es inestimable en números o con los indicadores usuales. Cuando se va un jubilado, se lleva años de antigüedad, experiencia, grados académicos, formación, ideales, vidas; se van con él o ella, un capital valioso, irrecuperable, producto del esfuerzo personal pero también de una época en la que se invirtieron cuantiosos recursos públicos para los estudios de posgrado en el país y el extranjero. Eso que hoy escasea y se extraña.

La educación superior está en crisis, pero no todo está perdido. Quizá el primer paso para salvarla sea reconocernos en ese naufragio y decidir juntos hacia dónde remar. Además, los educadores sólo podemos enarbolar la bandera de la esperanza.