Cuando el tiempo del mediodía incorpora una dimensión pedagógica y se conecta con los valores y objetivos del proyecto del centro, se transforma en una extensión natural de los aprendizajes curriculares. Durante este tiempo, breve pero intenso, los niños pueden fortalecer sus competencias sociales, establecer hábitos saludables y sostenibles, construir nuevas amistades, ser protagonistas de su tiempo de recreo y aprender activamente en un ambiente educativo menos estructurado. Así, el comedor escolar deja de ser meramente un lugar de servicio de comida para convertirse en el Tiempo Educativo del Mediodía, un espacio rico en posibilidades educativas y de desarrollo socio personal.
En este contexto educativo, la integración del aprendizaje servicio también encuentra su espacio. Surgen necesidades sociales reales a las cuales los niños y niñas pueden dar respuesta dentro de un marco de reciprocidad.
Este es el caso de la escuela de La Serreta del municipio de Alella (provincia de Barcelona), donde se está llevando a cabo el proyecto «Stop Desperdiciar Comida», que aborda de manera directa el problema del desperdicio alimentario en el comedor escolar. Un desafío global que no es menor en el tiempo del mediodía de las escuelas. Según el estudio «Escuelas contra el desperdicio alimentario» (2019: Berta Vidal, CREDA), es en el comedor escolar donde se podría prevenir hasta el 34% de la comida que se tira a la basura.
A través de esta iniciativa, una comisión de niños y niñas asume la responsabilidad de auditar durante una semana, una vez al mes, los restos comestibles que se tiran a la basura y el agua sobrante de los vasos y las jarras. Con la ayuda de una báscula aprenden a pesar y a registrar la cantidad de alimentos y agua que se desperdicia, y luego proponen y acuerdan medidas correctivas para minimizar esta pérdida. Estas propuestas son compartidas posteriormente con todos los niños y niñas que se quedan en el comedor, desde infantil hasta el ciclo superior de primaria, fomentando así una conciencia colectiva sobre la importancia de reducir el desperdicio alimentario.
El curso pasado, además, los niños participaron en una campaña colectiva interescolar para sensibilizar a las familias sobre el problema del desperdicio. Fruto de esta actividad nació el recurso «Recetario para cambiar el mundo». Incluye recetas propuestas por los niños y las niñas así como juegos y consejos para comer de manera saludable y respetuosa con el medio ambiente.
Proporciona una oportunidad única para reflexionar y aprender sobre la importancia de la sostenibilidad y el respeto por los recursos alimentarios
Todo ello proporciona una oportunidad única para reflexionar y aprender sobre la importancia de la sostenibilidad y el respeto por los recursos alimentarios, infundiéndoles valores fundamentales de corresponsabilidad ambiental y social.
En la escuela Ignasi Iglesias de Barcelona hace años que impulsan el proyecto «Despertar I3». Esta iniciativa implica al alumnado de sexto de primaria, el cual se coordina con los monitores y monitoras cada día para ayudar en el proceso de despertar a los niños y niñas de las clases de infantil después de la siesta. A través de esta colaboración, aprenden a trabajar en equipo, la importancia de mantener una actitud apropiada y comunicarse de manera efectiva, las tareas de recogida de material, cómo ayudar a los pequeños con el calzado y reforzar los hábitos de higiene, entre otras responsabilidades. El alumnado de no solo adquiere habilidades prácticas, sino que también cultiva valores como la paciencia y el cariño.
El proyecto «Despertar I3» ha demostrado tener un impacto más allá del servicio en sí mismo. Ha contribuido a mejorar el clima durante el tiempo del mediodía y ha fomentado una mayor cohesión entre los diferentes grupos de alumnos. Esta iniciativa no solo crea un vínculo entre los niños y niñas de sexto y los más pequeños, sino que también permite construir relaciones entre los niños de diferentes cursos, ya que se conocen a través de su participación en el grupo de despertar niños. Además, al promover la colaboración y la responsabilidad compartida, estos proyectos ayudan a construir una cultura escolar basada en el respeto, la solidaridad y la conciencia social.
Estas dos experiencias representan una pequeña muestra del potencial que tiene el tiempo del comedor escolar para el desarrollo de iniciativas de aprendizaje servicio. Invitar a los niños y a las niñas a participar de experiencias de servicio en este espacio educativo es una oportunidad única para el crecimiento personal, el desarrollo de valores y la construcción de comunidad en la escuela.
- Recetario para cambiar el mundo. https://fundesplai.org/mcm/receptari/