La OCDE presentó hace unos días el último de sus informes publicados, Panorama de la Educación. En sus 500 páginas, así como en las miles de páginas más que nos dejan las evaluaciones PISA, se acumulan algunas de las medidas que podrían hacer mejorar la calidad de la educación en España. Medidas que normalmente no se toman.
Andreas Schleicher acudió a la Comisión del Congreso para hablar sobre algunos de los datos de España en estas evaluaciones, así como de áreas de mejora posibles.
Principalmente señaló que el problema de la inversión ha de centrarse en dónde y cómo se invierte, más allá de cuánto. Estableció comparaciones con los datos de otros países como China o Sanghai para aclarar que la inversión en la reducción del tamaño de las aulas para disminuir la ratio profesor alumno no es siempre un elemento de mejor.
Pero sí lo es invertir en la carrera profesional de los docentes, haciendo que el trabajo en el aula sea más atractivo. Para ello detalló elementos como la observación en el aula por parte de los compañeros o una mayor autonomía (y, por tanto, confianza) para las y los docentes, hasta el punto de que puedan influir en el currículo que imparten en sus materias. Han de ser dueños de sus programas, dijo, aunque admite que es complicado hacer esto.
La inversión tiene que ir también en el sentido de que las administraciones faciliten que maestras y maestros tengan tiempo para la preparación y organización de las clases, para reunirse con otros compañeros, para hablar con las familias. Hay países que «priorizan la calidad de la enseñanza, la organización, los contactos entre profes, por encima del tamaño de las aulas», aseguró Schleicher.
Además de esto, también dijo que para mejorar resultados es posible dar más horas de una materia (algo que se ha estado haciendo en los últimos años con Matemáticas o Lengua desde el Gobierno central así como desde los autonómicos), pero según informó Andreas Schleicher, «cuantas más horas pasan los alumnos en la escuela, peores resultados». La forma de conciliar esto, dijo es «mejorar la experiencia educativa».
Como en otras ocasiones se señalaron elementos como la repetición por ser poco eficaces, caros y peores para la mejora de la calidad educativa.
Profesionalización
Para conseguir esta mejora de la calidad, Andreas Schleicher afirmó que otro de los puntos importantes se relaciona con la profesionalización de la enseñanza. Para ello, lo primero, es que los docentes tengan los conocimientos necesarios; que sean expertos en su materia («Los alumnos tienen ojo para saber si un docente es experto»). Lo segundo, después del conocimiento, es la autonomía para que los docentes diseñen el entorno de trabajo y no se amolden a un marco determinado. Lo tercero sería la cultura de la colaboración, dijo, «donde los profesores trabajen juntos e intercambien experiencias».
En España, el experto de la OCDE, dijo que la preparación de los docentes es correcta, pero «su autonomía y capacidad de decisión es pequeña y la cultura de la colaboración entre homólogos es reducida, no se les autoriza o fomenta para que observen y mejoren sus técnicas observando a otros».
Schleicher afirmó que hay formas de colaboración entre docentes que se dan aquí, como la discusión de los resultados de los alumnos o cierto intercambio de información. Pero faltan elementos de mayor profundidad como la formación de grupos, estudiar juntos, crear marcos de trabajo… «Cuantos más docentes trabajen juntos, afirmó, observen lo que ocurre en otras aulas, preparen actividades juntos, colaboren… más se eleva la autoeficacia del profesorado». Y desde la política, aseguró, se puede influir en estas dinámicas
Pero no solo la autoeficacia. el responsable del informe PISA aseguró que también mejora la satisfacción laboral. «Hemos visto que estos factores son importantes para que la profesión sea atractiva, incluso por encima de la cuantía de los salarios». «Hay que dar a las personas la oportunidad de hacer un trabajo que les satisfaga y esto se puede cambiar».
En una línea parecida habló de la formación de los docentes, para asegurar que España no lo está haciendo bien a la hora de dar a los docente oportunidades reales de aprendizaje. Es importante que pasen menos tiempo de su formación inicial dentro de las facultades y mucho más en centros educativos, enseñando y aprendiendo de la práctica. «Que traten a alumnos pronto y que los mejores docentes sean coach de los nuevos».
Aseguró el director de PISA que 9 de cada 10 docentes en España aseguran que en la última década nadie ha evaluado su trabajo. «Se sienten aislados totalmente», aseveró. «España tiene que invertir en evaluación, desarrollo docente, colaboración entre pares, formación como líderes… Esto hace que los docentes se entusiasmen, que crean en su capacidad».
Acuerdos
La necesidad de estabilidad para el sistema educativo es mayor de lo que parece. No tanto porque, como dicen siempre los ministros, la gente se los pida por la calle, cuanto por el hecho de que puede dar al profesorado ánimo a la hora de afrontar la tarea que tienen por delante. Los vaivenes políticos, los anuncios de nuevas leyes y más cambios desaniman a los docentes que «no consideran que tengan bajo control su actuación», dijo Andreas Schleicher.
A pesar de que él mismo aseguró que no confía en la consecución de un pacto educativo en España por las posiciones tan politizadas sobre la educación que hay, quiso dejar claro que «es necesaria la coherencia en la reforma, que guíe y conduzca a una mejor educación». De hecho, comenzó su intervención felicitando a España porque «construir un consenso fuerte en educación es clave para un sistema. Los sistemas tienen éxito si hay base social que lo sostengan».