Las relaciones entre sindicatos y Ministerio de Educación cada vez son más tensas. Desde hace un par de semanas los sindicatos educativos están intentando forzar un compromiso claro de Educación para facilitar la estabilización laboral de miles de interinos en todo el país, facilitando su incorporación a la función pública. La Administración educativa ha cerrado hoy la negociación sin ceder más allá de lo previsto.
El número de plazas ha quedado en suspenso ante futuras negociaciones, pero el contenido del Real Decreto de regulación del acceso ha quedado cerrado y listo para consulta pública antes de ser aprobado en Consejo de Ministros y publicado en el BOE.
Los sindicatos solicitaban al Ministerio algunos cambios que entendían como muy necesarios, empezando por el hecho de que las pruebas no fueran eliminatorias. Algo que desde el Ministerio han defendido hasta el punto de pedir a Abogacía del Estado un informe, que los sindicatos dicen no haber visto, en el que se asegura la no viabilidad de las pruebas no eliminatorias. Para Francisco García, secretario general de la Federación de Enseñanza de CCOO dicho informe «es de parte», en otras palabras, dirá lo que el Ministerio quiere que diga.
Las centrales sindicales entienden que el modelo es legal en tanto en cuanto estuvo vigentes desde 2007 hasta 2011 en el anterior proceso extraordinario celebrado con el mismo motivo, el descenso de la interinidad.
Dado el cierre de las negociaciones por parte del Ministerio, los sindicatos se han negado a bandonar la sala en la que estaban reunidos a la espera de poder hablar con más altos responsables del Departamento para seguir con las negociaciones. En ese tiempo Educación ha enviado un comunicado de prensa anunciando el final de las negociaciones y las novedades del sistema de conscurso-oposición.
En dicho comunicado, en relación a la caracter eliminatorio, el Ministerio simplemente aduce que «ha entendido siempre que sí es exigible que las pruebas sean eliminatorias de acuerdo con la jurisprudencia y su interpretación de principio de mérito y capacidad en el acceso a la función pública».
Además del obstáculo que supone el carácter eliminatorio de las pruebas, hay otros elementos que tampoco convencen a los sindicatos: el peso en el baremo de lo académico frente a la experiencia docente o el cambio y aumento de los temarios que se realizará a mitad del proceso extraordinario, a partir de 2020.
El baremo puntuará hasta un máximo de 1o puntos que se repartirán entre la experiencia (un máximo de 7), la formación académica (máximo de 5) y otros méritos (2 puntos como máximo). La experiencia sumará como máximo 10 años de trabajo en la educación a razón de 0,7 puntos por año.
El hecho de que, según informan las centrales sindicales, el ministerio haya decidido cerrar la negociación en este punto, ha forzado la situación de encierro. Esperan poder hablar con alguna persona de mayor responsabilidad dentro del Departamento para seguir presionando y conseguir mejores condiciones para facilitar el acceso del personal interino a la función pública.
Al mismo tiempo, la plataforma reivindicativa formada por CCOO, STEs, UGT y CSIF ha anunciado que dado el cierre de las negociaciones, habrá movilizaciones, aunque, según informan fuentes sindicales todavía no se ha concretado ninguna. En algunas comunidades como Andalucía y Comunitat Valenciana ya se han organizado algunas protestas. Seguramente habrá que esperar hasta la vuelta de las navidades para que se concreten protestas unitarias a nivel estatal.
Otro punto de desencuentro es el relativo al de los temarios. Finalmente Educación, tras reunirse con las comunidades autónomas decidió retrasar el cambio y ampliación hasta 2020. El problema, según lo entiende Francisco García es doble: por una parte supone un cambio de unos temarios relacionados con un currículo escolar que hoy por hoy está siendo negociado en la subcomisión del Pacto Educativo y que podría cambiar en unos meses. Por otro lado, asumir un aumento de los temarios que en el caso de primaria podría pasar de los 25 temas actuales hasta 60 significaría un importante obstáculo para muchos de los aspirantes, aunque se produzca el cambio en dos años.
Desde los sindicatos se entiende que ha de haber cambios en los temarios, pero creen que tratándose de un proceso extraordinario relacionado con la disminución de la interinidad, realizar cambios tan importantes en este momento sería más un perjuicio que una ventaja.