“Sería irresponsable negar que tenemos un problema estructural si hablamos de FP”, decía esta mañana Pedro Sánchez, presidente del gobierno, durante la inauguración de la jornada +Futuro+Progreso=+FP organizadas por los ministerios de Educación y Trabajo y en las que han participado empresarios de diferentes sectores productivos, además de sindicatos y docentes.
Por primera vez la formación profesional ha conseguido un hueco en el propio nombre del ministerio que la alberga pero no solo. Además, para acentuar aún más la apuesta de Sánchez y su equipo por la FP han organizado unas jornadas que el propio presidente ha inaugurado, dándole así la mayor importancia posible.Tras él, han intervenido las dos ministras implicadas, la de Educación y la de Trabajo.
Sánchez ha asegurado que la apuesta por la modernización y la dignificación de la FP pasa por la necesidad de que sea una salida tanto formativa como laboral para muchos jóvenes. Ha elogiado las altas tasas de empleabilidad que tiene, así como los salarios a los que da acceso. En esta línea, Isabel Celaá, ministra de Educación, ha asegurado que la intención de gobierno es impulsar el conocimiento, emplear mejor, aumentar la competitividad de los jóvenes y de toda la sociedad.
sánchez ha señalado la importancia de esta etapa para que la sociedad salga de la crisis en la que todavía se encuentra el país, pero que esta salida no sea a costa de volver la precariedad algo permanente.
La FP tiene “una imagen injusta” en palabras del presidente. Una imagen que “no se corresponde con el momento que vivimos. Es necesario “acabar con la percepción, ha dicho Sánchez, de que cubre trabajos de baja cualificación”.
Uno de los objetivos primordiales es que sea vista “como opción de máximo interés”. “Tenemos que empezar a prestigiarla”, insistía Sánchez, quien, además, ha asegurado que “el Gobierno tiene ese compromiso, en términos formativos y profesionales, para que no haga falta hablar bien de ella, que hable ella por sí sola”.
La importancia de la formación profesional
Incrementar la productividad y la competitividad; contribuir a la empleabilidad y reactivar el ascensor social son los tres puntos clave que Sánchez enumeró dentro del marco de la política del gobierno. Por este motivo, anunció que ya se habían desarrollado reuniones con empresario ysindicatos. Además, se utilizará a las empresas en la identificación de nuevas cualificaciones, también en la incorporación de mayores grados de formación en las empresas o en la puesta en marcha de una FP dual más sencilla y atractiva para las empresas. Así mismo ha asegurado que pronto harbá nuevas cualificacones, muy en la línea de la economía 4.0 y que afectarán a 12 titulaciones de formación actuales.
Sánchez también ha señalado que la formación profesional no solo cumple un papel importante en el modelo productivo, sino que impacta también en la cohesión social.
Por ello se facilita el acceso a los estudios a aquellas personas que necesitan compatibilizar sus estudios con otras esferas de la vida. En este sendito señaló a la formación modular y a distancia. Al mismo tiempo, los ministerios de Educación y Trabajo también están trabajando en un «sistema que reconozca la formación de cada persona, independientemente de cómo la adquirió», ha dicho el presidente. Y ha anunciado también la adaptación de la FP española al Marco Europeo de las Cualificaciones, «con lo que se cierra una anomalía de los últimos ocho años». Según Pedro Sánchez, España, durante la última legislatura, era el único país europeo que no contaba con este marco, con lo que los estudios en España no posibilitaban la movilidad de las y los estudiantes por el resto del continente.
Sánchez ha apoyado su intervención, además, en los datos de la formación profesional. Desde su crecimiento de un 70% en la última década (provocado presumiblemente por la crisis económica, la falta de cualificación de muchos y muchas jóvenes y el galopante índice de paro juvenil) pasando por el hecho de que el 40% de las ofertas de empleo están exigiendo una titulación mínima de formación profesional.
Binomio educación-empleo
Esta relación, que históricamente ha sido complicada en las diferentes administraciones educativas competentes, es una relación que, según los miembros del gobierno, hay que mejorar. La ministra de Trabajo, Magdalena Valerio, también ha participado en el encuentro junto a Isabel Celaá.
Desde su punto de vista es clave que la formación vaya desde los 0 años hasta, al menos, la edad de jubilacón. y ha de haber una coordinación entre la rama de educación y la formación para el empleo. Una formación necesaria para que las personas puedan adaptarse a un mercado laboral cada vez más cambiante. «Ahroa la formación ha de ser permante en habilidades técnicas, pero también en actitudes, trabajo en equpo, empatía, solución de problemas, ser versatil», ha afirmado Valerio.
Ambas han puesto el acento, como lo hiciera Sánchez, en la necesidad de involucrar más a la empresas en la identificación, planificación y dearrollo de los nuevos títulos de FP para que estos estñen más cerca de satisfacer las necesidades del mercado productivo y laboral. «Que las empresas estén a la hora de identificar, establecer contenidos con Educación, evaluar la formación y también de aportar, responsablemente, la formación que el alumnado de FP» necesita. «Hemos trabajado denodadamente para eliminar las rigideces del sistema» ha asegurado Celaá.
En este sentido, Celaá ha insistido en varios momentos en la necesidade flexibilizar la burocracia que rige la aparición de nuevos títulos de fp. «No es posible que entre que se identifica la necesidad de una titulación y esta llega a un centro educativo puedan pasar cuatro años».
Valerio ha hecho un guiño a parte del público objetivo de la fp para el empleo, más allá de las y los jóvenes que llegan por primera vez a ella. Se trata de las personas paradas de larga duración, «algunas sin cualificación que puedan acreditar». Ha indicado que es importante, para este colectivo, «acreditar las competencias (que hayan podido obtener a lo largo de su vida) para onbtener certificado de profesionalidad».
En este contexto de relación de la fp para el empleo y la reglada, Celaá ha recordado experiencias habidos en Euskadi, comunidad de la que procede, en donde hay centros en los que conviven las dos modalidades de formación profesional. Según dijo, las empresas del entorno se han fijado en este tipo de centros integrados, les han interesado hasta el punto de pensar en que sus trabajadores obtuvieran formaciones en ellos. Ha destacado la capacidad del centro de FP como lugar «en el que encontrarnos».