La Orden del Departamento por la que se establece el calendario escolar del curso 2020/21 incluye varias novedades que no son tanto de calendario como de horario escolar. Si todo va bien -si los procesos de preinscripción y matrícula lo permiten el curso comenzará el 14 de septiembre y acabará el 22 de junio (a excepción de los ciclos de grado superior y las escuelas de adultos, que comenzarán el 21 de septiembre). De todos modos, la orden deja la puerta abierta para que, por circunstancias concretas de organización, algún centro tarde una semana más en abrir las puertas. El miércoles pasado esta instrucción obtuvo el visto bueno del Consejo Escolar de Cataluña, a pesar de la oposición de los representantes de Fapac y Ustec.
Los cambios en el horario alinean con las propuestas que los últimos tiempos han lanzado tanto el Pacto por la Reforma Horaria, la Fundación Bofill, la Federación de Movimientos de Renovación Pedagógica o el mismo Consejo. No completamente, entre otras razones, porque todas estas propuestas subrayan la necesidad de modificar el horario de los institutos (básicamente, las jornadas de 8 de la mañana a 3 de la tarde, con 6 horas lectivas y dos recreos de 30 minutos), mientras que las novedades respecto al próximo curso se centran en infantil y primaria. Todas estas propuestas abogan por reintroducir la comida en los institutos pero, al menos de cara al próximo curso, esto no sucederá. La orden establece que todos los institutos que hacen jornada continua (que son la mayoría) lo pueden seguir haciendo o pueden volver al horario de mañana y tarde.
En cambio, en cuanto a infantil y primaria, el primer cambio importante es que el horario de comedor se acorta y se adelanta media hora. En vez de ser de dos horas y media, pasa a ser de dos horas, y en vez de empezar a las 12.30 lo hace a las 12h. Por lo tanto, de 12h a 14h -definida como «la franja horaria saludable»- es el tiempo que tendrán los alumnos que comen en casa para ir y volver. No se contemplan excepciones, sólo en el caso de los institutos escuela apunta que si el servicio de comedor de un centro necesita más tiempo para servir todas las comidas se podrá organizar un turno que comience a las 14h.
Como consecuencia de esta reorganización llega la segunda novedad, y es que las escuelas tendrán la posibilidad de terminar el horario lectivo a las 16 horas (actualmente, la mayor parte lo hacen a las 16.30h). Los centros, sin embargo, permanecerán abiertos hasta las 18 horas. En este horario escolar no lectivo se podrán programar las actividades extraescolares, si bien todos los centros deberán prever un mínimo de dos días por semana para actividades de «apoyo personalizado a los alumnos que lo requieran».
¿Adiós al plan piloto sobre jornada continuada en primaria?
La orden también concreta las intenciones del Departamento de Educación con respecto al grupo de escuelas que desde el año 2012 forman parte de un plan piloto de jornada continuada en la primaria. La orden contiene una disposición transitoria en la que les da un año más para continuar con este horario, pero les anuncia que el curso 2021-22 deberán ajustarse a la norma según la cual el horario lectivo «no puede acabar antes de las 16 horas «. A comienzos de marzo -semanas antes del confinamiento- la Plataforma Queremos Jornada Continua en Cataluña, formada por familias y docentes de estos y otros centros, solicitó al Parlamento el inicio de la tramitación de una ILP que garantizara esta jornada continua a quien lo deseara. Lógicamente, la recogida de firmas de esta ILP está parada debido al confinamiento, pero es muy posible que sin este no hubiera habido ninguna disposición transitoria.
Ustec mostró el miércoles, a través de un comunicado, su oposición a varios puntos del orden, pero muy especialmente en esta disposición transitoria, ya que «no tiene carácter pedagógico sino ideológico». El sindicato de docentes acusa a la Administración de esconder la evaluación que se ha hecho sobre este plan piloto, porque «más bien da la razón a aquellos centros que utilizan la jornada continua como una organización inteligente del tiempo escolar «, y propuso (sin éxito) que la disposición transitoria dijera lo contrario, es decir, que todas las escuelas que se quisieran apuntar al plan piloto lo pudieran solicitar.
El horario de los instituto escuela, más de escuela que de instituto
La última novedad destacable es que se establece un horario específico para los institutos escuela (actualmente hay medio centenar y el próximo curso se prevén una treintena más). En este caso, la jornada será más parecida a la de las escuelas que a la de los institutos, ya que será partida, también con la «franja saludable» de 12h a 14h para la comida, mientras que la hora de salida del centro ha de ser la misma para todo el alumnado. Este es uno de los principales puntos de fricción con Ustec, ya que en este caso el profesorado de secundaria está obligado a dar clase por la tarde. El orden prevé también que una tarde a la semana la actividad no sea lectiva (sino deportiva, lúdica, cultural…) a fin de que todo el profesorado del centro disponga de un espacio común para coordinarse, y este es otro punto que el sindicato no ve claro.
Sólo los institutos escuela que proceden de la fusión entre un instituto y una escuela tendrán un año para adaptarse a este horario único pero, sea como sea, deberán ofrecer servicio de comedor.
Aparte de eso, en su comunicado Ustec también pide que el personal destinado al apoyo educativo personalizado a los centros de primaria se integre dentro del horario lectivo para reforzar la acción tutorial y la posibilidad de desdoblamiento de grupos, y que «de acuerdo con las recomendaciones del propio Consejo Escolar, y con el fin de evitar una sobrecarga de horario lectivo al alumnado (que en secundaria implica tener más horas lectivas que cualquier otro país europeo) es necesario plantear la reducción de las sesiones de clase, de 60 a 50 minutos».