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El 1 de septiembre era el día en el que las y los docentes de todo el país habrían de reincorporarse a sus puestos de trabajo después de las vacaciones de verano. En buena medida, muchos ya lo habían hecho a finales del mes de agosto. Principalmente, los equipos directivos.
Raimundo de los Reyes, además de ser el presidente de Fedadi, es director de un instituto en Murcia. Lleva ya varios días reorganizando las aulas de su centro después de que en julio pasara buena parte de su tiempo removiendo espacios para poder dar cabida a todo su alumnado de ESO y bachillerato. Por aquel entonces, la Consejería de Educación de la Región tenía prevista una vuelta total a las aulas. En los últimos días, han dado marcha atrás y han previsto que 3º y 4º de ESO, bachillerato y FP lo hagan de manera semipresencial. Esto quiere decir que el alumnado irá al centro tres días una semana y dos la siguiente de forma rotativa.
Asegura De los Reyes que es una de las posibilidades que se podían haber barajado. En su caso, la autonomía de los centros ha brillado por su ausencia, puesto que la decisión se ha tomado en la Consejería. En cualquier caso, ahora le quedan unos cuantos días para volver a acondicionar algunos espacios dado que el alumnado de los cursos superiores no estará al completo en el centro.
En Galicia y en Madrid han pasado cosas similares. Con la salvedad de que en estas dos comunidades estaban convocadas sendas huelgas los primeros días del curso. En el caso de la primera, las convocatorias han quedado más en el aire. En Madrid se mantienen. Los sindicatos convocantes no se fían de los anuncios de Isabel Díaz Ayuso, su presidenta, de la semana pasada: contratación de 11.000 docentes (hasta que dejen de ser necesarios), reducción de ratios en todas las etapas y semipresencialidad también.
El consejero madrileño anunciaba ayer la incorporación de 350 docentes este 1 de septiembre. El resto, según ha explicado en rueda de prensa, se irán contratando en función de las necesidades que se detecten. Isabel Galvín, secretaria general de la Federación Regional de Enseñanza de CCOO transmite la falta de seguridad que tienen en las palabras de la administración en relación a las medidas anunciadas la semana pasada.
Para la dirigente sindical, el anuncio de la presidenta de la Comunidad recoge buena parte de las exigencias sindicales y recuerda que las instrucciones de inicio de curso que se enviaron a los centros antes del anuncio del plan no contemplaban más presupuesto para los centros, prohibía las obras en colegios e institutos públicos y no hacían ningún gesto de cara a la contratación de más personal.
Aunque algunas partes del plan de Ayuso han supuesto un cierto relajo entre la comunidad educativa más crítica, esta considera que todavía faltan cosas como la contratación de más personal sanitario en los centros, la insistencia en que la figura del coordinador covid en los centros sea docente o la insuficiente cantidad de otros perfiles como auxiliares de control, personal de administración y servicios o de integradores.
Estas razones y la falta de credibilidad, en palabras de Galvín, justifican el mantenimiento de las jornadas de huelga que, eso sí, se han modificado tras el atraso en el inicio de curso en Madrid.
Las tres autonomías (Galicia, Madrid y Murcia) son las que han decidido, a última hora, retrasar sus inicios de curso con respecto a lo que tenían previsto inicialmente en julio.
En el caso de Galicia, de hecho, según informa elDiario.es, la decisión del retraso del inicio se anunció pocas horas después de la convocatoria de huelga por parte de los sindicatos. Entre las nuevas instrucciones se encuentra la distancia entre alumnos en clase de 1,5 metros, lo que de facto, obligará a que haya una ratio menor de estudiantes por aula. En el caso de que las aulas no den abasto, se buscará alternativa o se desdoblará cada grupo.
Los sindicatos gallegos demandas esa distancia de metro y medio, así como bajada de ratios y contratación de personal para asumirla. También, la evaluación por parte de los servicios de prenvención de riesgos laborales de la situación de los centros, y no que sean las y los docentes quienes tengan que hacerlo. Al mismo tiempo, reclaman mayor atención a la diversidad, equipos informáticos para estudiantes y docentes que los necesiten o la negociación con los sindicatos de las situaciones de teletrabajo cuando sean necesarias. De momento mantienen dos jornadas de huelga para los días 10 y 16 de septiembre, cuando empieza el curso para el alumnado de las diferentes etapas educativas.
A estas tres autonomías se ha venido a sumar País Vasco, cuyos sindicatos docentes anunciaron una huelga para inicio del curso. Su motivación: que las normas llegan muy tarde, son insuficientes y, además, no han buscado el consenso de las organizaciones que representan al profesorado.
Entre las peticiones que hacen los sindicatos vascos para que se garantice una vuelta a las aulas segura está la de unas ratios entre 10 y 15 alumnos por aula, con la consiguiente contratación del personal necesario para que sea posible. También de personal de limpieza suficiente para llevar a cabo con garantías las labores de higiene y desinfección de los espacios educativos.
Los sindicatos ya han convocado dos días de protestas (el próximo 4 y 10 de septiembre, concentraciones en los centros y en las delegaciones de educación) y, finalmente, una jornada de huelga el día 15 de este mes.
Aunque sin convocatoria de huelga, al menos de momento, en Andalucía las cosas no están mucho mejor. Ya comenzaron las protestas el pasado 1 de septiembre y estas se repetirán a lo largo de diferentes días y formatos. Unas protestas que han puesto el foto en el personal de servicios externalizados como, por ejemplo, las cocineras, personal de limpieza, de integración social, intérpretes de lengua de signos, etc.
Esa misma semana se había celebrado una Mesa Sectorial (como en buena parte del país) para tratar sobre las instrucciones de inicio de curso. En un comunicado posterior se asegura que hay cun compromiso por parte de Educación de ver la manera de incrementar las plantillas docentes para hacer una bajada eventual de las ratios. No se descarta que haya movilizaciones si no se cumple con este compromiso y el de mejorar las condiciones higiénicas de los centros.
Los sindicatos insisten, en todas partes, en la apuesta por la mayor presencialidad posible en este inicio de curso. Por supuesto, junto a la mayor seguridad e higiene en el trabajo. Una combinación que difícilmente puede conseguirse sin una apuesta por el aumento del gasto público en personal docente, en personal complementario y, además, una búsqueda y adecuación de los espacios posibles para la enseñanza.
Salvo la excepción de la Comunidad Valenciana, en donde sí ha habido negociación previa entre la administración y la comunidad educativa para formular posibles escenarios y medidas para una cierta reducción de las ratios en las aulas, entre otras cuestiones, en el resto de las comunidades autónomas se ha dejado correr, en el mejor de los caos, hasta finales de agosto la toma de decisiones importantes en este sentido.
En otras comunidades, como Castilla-La Mancha, sus sindicatos se han limitado a enviar comunicados exigiendo las bajadas de ratio necesarias para cumplir con los procolos sanitarios y a amenazar con tomar acciones legales en el caso de que se produzcan irregularidades en este sentido. Mientras, en Castilla y León se mantiene la expectativa sobre el inicio de curso. Los sindicatos descartaron la convocatoria de huelga, al menos de momento, hasta que no comiencen las clases. En cualquier caso, sí han considerado escaso en número docentes de nueva contratación anunciados para hacer frente a una posible bajada de ratios.
Las próximas semanas van a ser complicadas y seguramente decisivas, al menos, en lo que se refiere al desarrollo del primer trimestre del nuevo curso escolar. Cómo se vaya comportando la pandemia, principalmente, en los centros educativos, y qué gestión hagan las comunidades educativas al respecto va a ser clave. Más allá de los esfuerzos personales de docentes, familias y alumnado para mantenerse lo más seguros y seguras posibles, no hay duda de que la falta de acción respecto de la contratación de docentes suficientes para la bajada de ratios así como, en casos como el de Madrid, donde ni siquiera se han solicitado a los municipios espacios adicionales para poder dar las clases en el caso de que fuera necesario, van a marcar en buena medida la pauta de lo que vaya ocurriendo.
La sustitución de quienes vayan dándose de baja o la mejora de las condiciones de trabajo de las mujeres (principalmente) que se dedican a las labores de higiene y limpieza en los centros de trabajo también serán elementos muy importantes en el desarrollo y evolución de la pandemia en los centros educativos, así como en la posibilidad de continuidad de la actividad docente.