Telefónica ha comenzado este 2021 de la mejor manera posible, con un ascenso del valor de sus acciones de hasta el 21,25%. Por su parte, la principal competidora en las telecomunicaciones en el Ibex-35, Cellnex, ha perdido un 15,15% en su cotización. Un mercado menos desnivelado es el de las tecnológicas, donde Amadeus ha crecido un 9,37% e Indra un 11,46%.
Para poder entender estas variaciones, primero debemos contextualizar estos datos. El Ibex-35 , el índice bursátil que recoge las 35 empresas con mejor liquidez que cotizan en España, ha tenido en este año 2021 una primera parte claramente de decrecimiento, pero una segunda con un espectacular ascenso que la ha llevado a tener una valoración similar a la que tuvo el año pasado justo antes del estado de alarma por la pandemia del Covid-19.
El índice comenzó el 4 de enero con una cotización de 8.099,20 puntos, que creció el día 8 a 8.407,70 puntos. A partir de este momento, encontramos una disminución que finalizó el 29 de enero, momento en que alcanzó su mínimo, con 7.757,50 puntos. Desde el 1 de febrero, el Ibex comenzó su progresivo crecimiento, que se puede dividir en 3 etapas. La primera de ellas, que terminó el 5 de febrero, donde se aumentó 415,5 puntos. Una segunda, que terminó el día 5 de marzo, marcado por la irregularidad y por continuos sube y baja. Y la última, que dura hasta la actualidad, donde se ha logrado un precio de 8.644,50, 545,3 puntos más que a principios de año.
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La causa principal de estos cambios de tendencias en el Ibex-35 es, principalmente, la evolución de la pandemia. Los primeros días de enero estuvieron marcados por una tendencia al riesgo por parte de los inversores hacia los sectores que más han sufrido por el coronavirus, que provocó ascensos generalizados en las bolsas europeas. Los inversores vieron como factor positivo para invertir en la bolsa al inicio de la campaña de vacunación y el acuerdo que evitó un Brexit duro.
Sin embargo, la aparición y expansión de la cepa británica, la lentitud del proceso y la falta de vacunas y otro aumento espectacular del número de contagios, cambió la actitud de los inversores, que apostaron por la venta de las acciones , provocando que el Ibex-35, siguiendo la misma línea que el resto de bolsas comunitarias, descendiera a los niveles más bajos de lo que llevamos de 2021.
Por fortuna, el índice español ha podido reconducir la situación en el mes de febrero, volviendo a subir su cotización, consiguiendo su mejor febrero desde hacía seis años. Este aumento se ha debido a una creciente expectativa de inflación, que ha venido acompañada del control de la tercera ola de contagios del virus, progresos en el proceso de vacunación y el levantamiento de las restricciones de movilidad, que ha provocado, de nuevo, que los inversores apostaran por el riesgo en sus inversiones, lo que, como ya hemos visto, ayuda a las bolsas a mejorar sus valoraciones. Como señal de este cambio de mentalidad en los inversores, estos han pasado de comprar deuda pública a volver a invertir en acciones de la bolsa. Asimismo, parece que en el mes de marzo se está intensificando esta tendencia.
Si nos fijamos en el mercado de las telecomunicaciones, encontramos un sorpasso en el liderazgo, donde las participaciones de Cellnex ha ido perdiendo valor a medida que pasaban los meses, mientras que las de Telefónica han ido subiendo, llegando al punto de superar a su competidora como líder del mercado.
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Cellnex comenzó el año 2021 con un precio por acción de 51,14 €, pero ya desde el inicio comenzó a caer, llegando el día 15 al primer mínimo del año, de 46,58 €. En los días sucesivos se produjo un ascenso que se culminó el 22 de enero, con una cotización de 50,32 €. A partir de ese momento, comenzó un decrecimiento, que a pesar de algunas subidas por el camino, se prolongó hasta el 24 de febrero, donde sus participaciones cayeron a 43,4 €. Sin embargo, lo peor aún estaba por venir. Después de un espejismo que llevó a una valoración de 45,05 €, volvió a disminuir, alcanzando su peor valor el 8 de marzo, con 40,15 €. Finalmente, la empresa ha conseguido que sus acciones parezcan más atractivas, llegando a un precio de 43,39 €, un 15,15% menos de como empezó el año.
Las principales causas de este descenso de Cellnex son la marcha de carteras de los inversores hacia valores más cíclicos, los rendimientos de los bonos y un repunte de la inflación. Asimismo, el 26 de febrero la empresa presentó sus resultados anuales de 2020, con unas pérdidas de 133 millones de euros, como consecuencia de las mayores amortizaciones que en el año anterior y los costes de crecimiento de la compañía. Estos últimos costes están vinculados con la compra de nuevos activos por parte de Cellnex, proceso que ha continuado en este 2021, con la adquisición de los activos de CK Hutchison en Austria, Irlanda y Dinamarca (8 de enero) y de Suecia (26 de enero), 3.150 emplazamientos en los Países Bajos (21 de enero) y de Hivory en Francia (17 de febrero). El 8 de febrero, se conoció que eloperadora lanzó una emisión de bonos de deuda a cinco, siete y doce años con el objetivo de conseguir 2.000 millones de euros. Asimismo, dos días después se conoció la intención de la compañía de hacer una ampliación de capital en la que se quiere llegar a los 40 € por acción. Estas dos actuaciones no hicieron más que empeorar la situación en la bolsa de la empresa y agravar la caída del mes de febrero.
En el caso de Telefónica, ha sucedido todo lo contrario. Comenzó el año con una cotización bajísima, de tan sólo 3,299 €, pero rápidamente comenzó una espectacular subida que la llevó a alcanzar su primer máximo del 2021, con un valor por acción de 3.947 €, el día 13 de enero . Pero, no pudieron mantener esta valoración y comenzaron un progresivo decrecimiento, que les llevó a un precio de 3.554 € el 29 de enero. A partir de ese momento, comenzaron otro aumento, este más sostenido, pero también más irregular, que culminó el 15 de febrero, con 3,853 €. Y de nuevo, volvieron a caer, a los 3.526 € del día 26. Actualmente, este mes de febrero está siendo muy positivo para la compañía, porque ha alcanzado su máxima cotización del año 2021, el 12 de marzo, con la acción a 4 €, un 21,25% de cómo se empezó el año.
Algunas causas que han comportado este aumento de Telefónica son unas cuentas anuales con beneficios, la reducción de la deuda en 9.000 millones y el crecimiento de la empresa en el Reino Unido. Algunos de los hechos que han marcado este inicio de año de la empresa son la venta a American Towers de las torres de Telxius por 7.700 millones de euros (13 de enero), la emisión del primer bono híbrido sostenible del sector de las telecomunicaciones por un valor de 1.000 millones de euros (3 de febrero) y creación de un nuevo proveedor mayorista neutral de fibra en Brasil. Sin embargo, una de las fechas más importantes de este inicio de año fue la presentación el 25 de febrero de las cuentas de 2020, donde obtuvo un beneficio neto de 1.582 millones de euros, pero que vino acompañada por la decisión delempresa de reducir los dividendos por participación de 0,4 € a 0,3 €, lo que explica su impactante caída del día 26.
Por su parte, el mercado de las tecnológicas encontramos que las acciones de las dos empresas que lo forman, Amadeus It Group e Indra Sistemas, se están igualando en atractivo para los inversores, aunque la primera comenzó el año con un amplio margen de diferencia respecto a su competidora.
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El inicio de año de Amadeus ha destacado por tener un primer tercio de descenso, un segundo marcado por la irregularidad y un tercio de incremento del valor de sus acciones. Comenzó el año con una cotización de 58,06 €, que rápidamente cayó a 55,26 € el 21 de enero. En la segunda etapa, la irregular, su participación aumentó hasta los 56,18 € el 5 de febrero, pero se redujo a 53,08 € el día 18. A partir de este momento, encontramos la tercera fase, de ascenso, que la ha llevado a un precio de 63,5 € el día 12 de marzo, alcanzando su máximo de este año, con un crecimiento del 9,37% respecto a la valoración inicial.
Si el valor del Ibex-35 se ha visto afectada por la evolución de la pandemia, las acciones de Amadeus, siendo una empresa proveedora de soluciones tecnológicas para la industria de los viajes, no podían ser menos. Si la pandemia empeora en enero, la empresa pierde valor. Y así fue, en enero subieron el número de contagios, se endurecieron las restricciones de movilidad y Amadeus perdió valoración en el mercado. Pero, en febrero la situación mejoró y, como le ocurrió en el Ibex, ha ido recuperando lentamente su precio. El día 26 las participaciones de la compañía volvieron a disminuir, en esta ocasión causada por la presentación de las cuentas de 2020, año en el que perdieron 505,3 millones de euros, en contraposición a los beneficios de 1.113,2 millones de 2019. finalmente, la renovación del acuerdo con Kenya Airways ha provocado una tendencia positiva a los últimos días de marzo.
En relación a Indra, encontramos una situación muy parecida a la de Telefónica. Su valoración inicial el día 4 era bajísima, de tan sólo 6,85 € y rápidamente, el 14 de enero, ya alcanzó los 7,48 €. Cabe destacar, sin embargo, que la compañía ha tenido muchos ascensos espectaculares, que han venido acompañados de caídas estrepitosas. Un ejemplo de esto, es que, a partir de este primer máximo, se volvió a decrecer hasta los 6,99 € el 25 de enero. Sin embargo, a partir de este descenso encontramos una dinámica ascendente, que, pasando por alto estas rápidas disminuciones de cotización, han llegado al pico máximo de 2021 el 9 de marzo, con un precio por acción de 7,715 €, cerrando el día 12 con un valor de 7.635 €, culminando un crecimiento en 2021 del 11,46%.
Indra ha tenido un inicio de año espectacular. Comenzó el 5 de enero firmando un contrato de 30 millones de euros con el Ministerio de Defensa para modernizar los simuladores Chinook CH-47F, otro de 800.000 € el día 11 con el Ministerio de Sanidad para prestar asistencia técnica por el Plan de Vacunación contra la Covid-19 y el 15 se confirmó que Indra y Microsoft llevarían ITEC en la nube. Del mismo modo que Amadeus, sufrió una gran caída con el empeoramiento de datos de la pandemia, pero pudieron reconducir la situación y volver a la tendencia de crecimiento anterior. Sin embargo, con la presentación de las cuentas de 2020, donde se perdieron 65 millones de euros, el precio de sus acciones cayó, pero gracias a que han aumentado su contratación por parte de otras empresas y que han reducido su deuda,ha vuelto a subir su cotización en el mes de marzo.
Este 2021 ha sido bastante positivo para el Ibex-35 y las empresas de telecomunicaciones y tecnologías que forman parte, exceptuando el caso de Cellnex, que ha perdido un 15% de su valor. Sin embargo, parece que, en los últimos días, está tomando una tendencia positiva que podría hacer que volviera a recuperar el precio con la que comenzó el año. Por su parte, el mercado de la tecnología encontramos como las dos empresas tienden a igualarse en atractivo. Finalmente, Telefónica está viviendo un momento dulce el año 2021, con un ascenso de la valoración de sus acciones hasta un 21% y con perspectivas de seguir subiendo.