Hace unas semanas nacía en la Comunidad Valenciana la Asociación OCRE en la que se encuentran personas cercanas al colectivo No als àmbitis imposats en la que se reúnen algo más de un millar de docentes de todo el territorio que llevan casi dos años criticando duramente la organización por ámbitos del primer curso de secundaria de manera obligatoria. No tanto por los ámbitos (que también) como por la obligatoriedad.
Es una de las apuestas más importante que ha realizado el secretario de Educación de la Conselleria, el socialista Miquel Soler, quien el año pasado aseguraba a este periódico que llevarían a cabo una evaluación del resultado que, según fuentes de Educación, está empezando a realizarse ahora. «El estudio de evaluación de la enseñanza por ámbitos está realizándose en estos momentos y, después de dos cursos en pandemia, necesitamos contar con una serie amplia de varios cursos para que el análisis sea completo», aseguran desde Conselleria. Estas mismas fuentes informaron hace unos meses que paralizaban la evaluación para evitar a las direcciones de los centros educativos más burocracia durante estos meses.
El caso es que los ámbitos, más allá de quienes están a favor o en contra de esta metodología per se, están suponiendo un quebradero de cabeza a muchas y muchos en la Comunidad Valenciana. Entre ellos, a los sindicatos. Más allá de UGT que ha cogido la bandera contra esta organización y hace todo lo que puede para negarse a que se desarrollen de manera impuesta, tanto CCOO como el STEPV se han quedado en una posición muy compleja.
Ninguno de los dos sindicatos se muestra contrario a los ámbitos como metodología. Aceptaron que en el curso 2020-2021 se pusieran en marcha para facilitar el trándito al alumnado de primaria que entraba en el instituto después de casi cuatro meses de confinamiento en casa y sin clases presenciales. Aunque ya fue un problema que entonces no se realizase, comentan fuentes sindicales, ninguna reunión con ellos para estudiar cómo hacerlo, así como las condiciones de trabajo de las y los docentes que tendrían que asumirlo.
Kilian Cuerda, representante de UGT (sindicato que acogió hace unas semanas el primer congreso de la Asociación OCRE, muy opuesta a la imposición de los ámbitos) asegura que ellos tampoco tienen nada contra los ámbitos en sí mismo; sí contra la imposición de esta metodología. Además de la propia imposición, creen que con esta nueva organización se reducen horas y materias y especialidades. Este es uno de los puntos importantes de la reunión mantenida con Educación.
Durante dos cursos, aquel y el presente, la Conselleria los ha impuesto por la vía de las instrucciones de inicio de curso, pero las cosas ahora van a cambiar con la llegada de los decretos curriculares de la Lomloe. Ahora Educació quiere convertir en obligatorios los ámbitos en 1º en el decreto curricular que negocian con los sindicatos hoy. Aunque más que negociar, será presentar. Fuentes sindicales creen que tienen escasa capacidad de maniobra dado que ya es junio y en septiembre tienen que estar andando.
Desde la asociación OCRE creen que la imposición en el decreto curricular es contraria a derecho, según un comunicado que han hecho público. Por un lado, creen que vulnera la autonomía de los centros educativos. Según la Lomloe, los centros estarían autorizados a organizarse por ámbitos en el caso de que así lo decidieran. Al mismo tiempo, desde la asociación opinan que esta medida ataca la libertad de cátedra al empujar a cambios metodológicos, y no solo organizativos, en los institutos.
Fuentes de Educación apuestan por los ámbitos y aseguran que facilitan el tránsito a la secundaria, además del aprendizaje competencial y multidisciplinar, además de que «permite atender y enriquecer en todos los niveles, tanto al alumnado con más dificultades como al alumnado con un rendimiento alto». Para Kilian Cuerda, «todos los alumnos tienen derecho a tener docentes con conocimiento científico» y la organización por ámbitos, en muchos casos, hace que un docente esté impartiendo, en solitario, una materia que no es la suya.
A los ámbitos, además, se unen los proyectos interdisciplinares que contempla el decreto y que supondrán para el alumnado de 1º y 2º de ESO el aumentar dos horas lectivas a la semana, con lo que pasarán de las 30 a las 32. Marc Candela, responsable de Acción Sindical del STEPV ve una clara contradicción entre esto y lo que se pretende con la imposición de los ámbitos, es decir, facilitar el tránsito a la ESO por la vía de tener menos asignaturas (aunque las mismas horas). Si el texto no sufre modificaciones, supondrá un aumento de la carga horaria de todo el alumnado.
La asociación OCRE, por su parte, defiende que esta materia sea una optativa más para que así el alumnado tuviera 30 horas lectivas, en vez de las 32 que tendrá, «que nos parece una aberración», afirman. También aseguran que el alumnado tendría que realizar una optativa y esta materia de proyecto interdisciplinar, lo que haría que tuviera 12 materias en 1º de ESO, lo que redundaría en la obligatoriedad de organizarse por ámbitos.