“La docencia es una salida interesante para laborar, (…) yo no cambiaría mi trabajo por nada en el mundo”, asegura Julio Rodríguez Taboada, presidente de la FESPM, quien considera que esta falta de interés por enseñar matemáticas, se debe tanto a una mala creencia de que solo en el sector privado se puede conseguir una buena remuneración y reconocimiento.
No niega que pueda ser así; sin embargo, cree que los maestros pueden llegar a encontrar tantos o más beneficios al ejercer la docencia. Una de las cosas más relevantes para él, es la satisfacción personal diaria que se puede obtener al ver el progreso de los niños y niñas a los que se les enseña; además, que te permite estar en constante formación y aprendizaje.
“Es cierto que el dinero es importante, pero es mentira que no se pueda lograr tener un buen salario dentro de la docencia”, en donde, según Rodriguez, tienes además la seguridad laboral que probablemente no en toda profesión se pueda encontrar.
Pero el problema no solo radicaría en el desconocimiento de lo que se puede alcanzar y lograr en este sector sino que, además, se trata de políticas que permitan que los profesionales de las matemáticas que buscan especializarse, a través de másters, por ejemplo, puedan tener la preferencia de acceso a estos cursos, lo que no sucede siempre.
En la actualidad son a veces profesionales de otras disciplinas los que ocupan estas vacantes y, por consecuencia, llegan a la docencia. Esto no es malo, recalca, pero quizá quienes lo hacen no tuvieron esto como su primera opción o llegan a ocupar estos cargos, después de haber agotado sus opciones.
Aclara que no está en contra de aceptar a profesionales de otras disciplinas en la docencia de matemáticas, pero manifiesta que es importante contar con un perfil de cómo deben ser los profesionales que ocupen estos cargos y cómo se debe desempeñar.
No todos tienen que brillar en matemáticas, no todos tienen el mismo nivel y eso no los hace mejores o peores alumnos.
Números inclusivos
La inclusividad en la enseñanza de las matemáticas es otro de los aspectos importantes. El nuevo presidente de la FESPM considera relevante lo que se pretende reformar en torno a las matemáticas, mediante los cambios en el currículo de enseñanza que se aplicará a partir de setiembre en todas los colegios de España.
Estos cambios, aclara, no están enfocados en el contenido matemático en sí, sino mas bien en mejorar los aspectos de la enseñanza y aprendizaje de la materia a todo nivel.
Ahí es donde entra a tallar de manera importante la inclusividad, pues durante mucho tiempo se ha etiquetado a las personas según la materia en la que “son buenos” con las típicas frases “yo soy de mate” o “Yo soy de letras”, que lo único que han hecho es generar brechas entre los estudiantes, reforzar estereotipos, y distanciar a los alumnos de futuras posibilidades de ejercer carreras relacionadas a las matemáticas o ciencias.
“No todos tienen que brillar en matemáticas, no todos tienen el mismo nivel y eso no los hace mejores o peores alumnos”, asevera Rodríguez Taboada. El cambio debe empezar por la gestión en las aulas y así dejar de normalizar estas ideas que también han sido responsables de las brechas de género.
Se ha demostrado que muchas niñas tienen un buen nivel en matemáticas, incluso superando a muchos niños; sin embargo, al ser consultadas sobre cómo ellas se consideran en esta materia, no tienen la seguridad en su buen rendimiento académico.
La culpa, para Julio Rodriguez, sería del error y su asociación con el fracaso. “Debemos normalizar el error”, apuntala y explica que es tarea de los maestros trabajar en fortalecer la seguridad en las niñas, para que en un futuro no tengan miedo ni dudas sobre sus capacidades y opten sin temor por carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas).
Autonomía e interdisciplinariedad de la mano
En la comunidad valenciana se ha implementado desde 2021 la enseñanza por ámbitos, lo que consiste en sustituir las materias individuales y tradicionales, por ámbitos de conocimientos más globales e integrados.
El presidente de la FESPM mostró su desacuerdo en esta forma de enseñanza en las escuelas: no la considera mala, pero cree que es mejor y de mayor provecho tener a un especialista por materia, y que pueda así ser un referente experto al que los alumnos puedan acudir.
Esto no implica perder ni dejar de lado la interdisciplinariedad que debe existir en los colegios, pues se puede seguir impulsando a través de actividades en las que los alumnos puedan conjugar estas materias y entenderlas de forma conjunta.
“Se debe seguir capacitando y asesorando al profesorado”, lo afirma como una de las tareas más importantes a seguir asumiendo en la federación.