A finales de julio, el Ministerio reunió a los sindicatos en la Mesa Sectoria. Entre otros temas estaba el de la nueva orden del concurso de traslados que, este año, toca a nivel estatal. La orden no contemplaba cambio ninguno con respecto a las de años anteriores.
Un para de meses después, en una nueva reunión entre las mismas partes, y un poco a la carrera, las cosas han cambiado drásticamente. El Ministerio hizo llegar a los sindicatos el miércoles pasado, por la tarde, un proyecto de Real Decreto para modificar el anterior y adecuarlo a diversas directivas europeas y, sobre todo, dar respuesta a diferentes sentencias judiciales que lo dejaban claro, la experiencia laboral del personal interinio y en prácticas debe tener el mismo peso a la hora de realizar baremaciones que la experiencia del personal funcionario de carrera.
Los sindicatos ven con buenos ojos que se llegue a este nuevo texto aunque, como comenta Héctor Adsuar desde CCOO, «hubiéramos preferido una negociación a fondo del Real Decreto», algo que llevan reclamando, explica, ya mucho tiempo.
En cualquier caso, por fin la Administración educativa realizará las modificaciones necesarias para adecuarse a la legalidad europea en cuanto a la valoración de la experiencia del personal interino o en prácticas. Desde los STEs calculan que se verán afectadas las baremaciones de unos 540.000 docentes de todo el país y que estos cambios van a obligar a las comunidades autónomas han realizar también modificaciones a contrarreloj para llegar a tiempo.
Aunque a finales de julio se le presentó a los sindicatos un calendario para que el personal dejase las solicitudes para el concurso entre el 17 de octubre y el 7 de noviembre, todo el mundo da por hecho que este año habrá retraso en las fechas. Solo quedan tres semanas para ese plazo temporal y ahora las 17 autonomías han de correr para adecuar sus programas a las nuevas baremaciones. Pero antes de eso hay que aprobar el Real Decreto y la Orden de la que emanarán las normas autonómicas. Fuentes del Ministerio aseguran que no es una cuestión complicada y que, efectivamente, habrá un cierto retraso para organizar los diferentes programas informáticos. Cuestión de, seguramente, 20 días o un mes.