Elena Novillo estudió Administración y Gestión de empresas y Derecho en la Universidad Complutense de Madrid y es una de las trabajadoras de Economistas Sin Fronteras, una entidad que además de hacer labor de asesoramiento a empresas, dedica buena parte de sus esfuerzos a la enseñanza y el aprendizaje de las economías alternativas tanto en la universidad como en las etapas anteriores. Este mes presentan (el próximo 27 de octubre a las 17.00, online) el dossier Desafiando la educación preuniversitaria: Otras prácticas de enseñanza para otra economía en el que se centran, precisamente, en repasar la situación en el sistema educativo español y también presentan algunas de las iniciativas que más tiempo y solvencia tienen en relación a la enseñanza de las alternativas a la economía neoliberal en la que estamos inmersas. Una economía, dice, que se estudia como «un dogma, como una ciencia exacta que no admite crítica alguna».
¿Por qué Economistas Sin Fronteras (EsF) se mete en esto de la educación no universitaria? ¿Por qué este dossier?
Desde EsF llevamos trabajando muchos años en temas de educación transformadora. Hace tres empezamos a investigar el estado de la enseñanza de la economía en el ámbito universitario y llegamos a varias conclusiones, entre ellas, que estaba cargándose más de ideología de corte neoliberal. El profesorado cada vez tiene menos tiempo para investigar o para enseñar otro tipo de economía y, además, las escasas materias que planteaban, a nivel ideológico, otra manera de hacer economía se han ido eliminando de los currículos.
En el ámbito preuniversitario, tanto en FP como en secundaria y bachillerato, la enseñanza de economía y empresa ha evolucionado de forma diferente. Hace nos 15 años el cuerpo de profesores de economía y de empresa ni siquiera estaba conformado por personas de estas ramas, sino de otras como matemáticas. Algo que sigue ocurriendo en realidad. Además, se han introducido, con las leyes, más materias dedicadas al emprendimiento, la economía o la empresa. Ha evolucionado muy rápidamente mientras que el cuerpo docente no lo ha hecho tan rápido, o no ha podido dar respuesta a esta situación.
El hecho de que este profesorado que no haya estudiado Economía o no tenga esta mirada crítica hacia el sistema económico actual, hace que la enseñe como un dogma
Ha pasado lo mismo que en las universidades: se enseña una economía de corte neoliberal en la que el emprendimiento ocupa un lugar central. Se plantea, incluso, como una competencia clave; como única forma de salida laboral o como una de las prioritarias. Nos parece algo preocupante. Y el hecho de que este profesorado que no haya estudiado Economía o no tenga esta mirada crítica hacia el sistema económico actual, hace que la enseñe como un dogma, como una ciencia exacta que no admite crítica alguna. Se plantea la economía como una ciencia tecnificada, de corte neoliberal, aislada que no tiene en cuenta el medio natural en el que se reproduce, en donde las personas actuamos de manera egoísta. Esto está cargado de ideología pero no tiene ninguna crítica. Visto este análisis, nos damos cuenta de que esta será la única mirada que tengamos, ausente de crítica. Necesitamos introducir elementos transformadores.
Escuchándote recuerdo el acuerdo entre el Ministerio de Educación, la CNMV y el Banco de España en 2009 para introducir la economía financiera en el currículo escolar…
Precisamente, este hecho lo criticamos mucho en su momento pero no tuvo demasiado peso en los medios. En la crisis de 2008 surge el concepto de alfabetización económica y financiera. ¿Qué pasó? Que se puso la mayor parte del peso y la causa de la crisis en que la ciudadanía no sabía economía, aunque se podía haber puesto en las agencias de rating, o los bancos que no supieron hacer economía por su lado. Es una relación bilateral.
Surge la alfabetización financiera y las entidades ven la oportunidad de evangelizar desde bien pequeños. Se produce la entrada de entidades financieras en los centros para hablar de educación financiera desde su punto de vista sesgado y cargado de un montón de ideología y, sobre todo, que persigue un lucro para esa entidad financiera. Además, con una ausencia de crítica al sistema financiero. Una de las lecturas de la crisis podría haber sido esta crítica al sistema financiero, a los derivados, a todos estos productos considerados tóxicos. Lo que se hacía en estas sesiones de educación financiera era hablar de economía doméstica, de cómo organizarse, de cómo pedir un crédito, de los diferentes productos financieros… Que está muy bien educar sobre estos productos para alertar de posibles situaciones peligrosas para la economía doméstica. Pero con una ausencia de crítica a todo lo demás.
¿Debería haber una materia en la enseñanza obligatoria sobre economía?
La economía se puede estudiar, de manera interdisciplinar, en otras asignaturas, y hacerlo desde una mirada crítica, reflexiva. En 3º y 4º de ESO sería interesante una asignatura, pero no la que se impartía con la Lomce. Las dos materias que se impartían eran Iniciativa emprendedora, que se podía elegir según la CCAA y, otra más generalista, en 4º, que tenía todo este bloque de educación financiera desde un punto de vista de los bancos; una parte de economía doméstica, de corte muy financiarizado y, luego, todo un revoltillo de economía general: de micro, de macro… que quizás no era suficiente y que, desde luego, estaba muy desordenado.
Propondríamos una asignatura de economía financiera, con una visión más holística, de cómo funciona el sistema económico actual y de cómo se podrían construir esos imaginarios para que funcionara de otra manera. Que conecte la economía con otros ámbitos de la vida, sobre todo, con la naturaleza. El cambio climático nos lo está diciendo. No puede ir separada de la naturaleza, lo vemos con el gas; los recursos son finitos y la microeconomía no lo plantea. Y eso no es lo que nos están enseñando en las universidades y el colegio. Esto urge cambiarlo.
En el dossier abrís la economía hacia lo ecosocial, feminista, etc. ¿Qué imaginarios alternativos son los que proponéis?
Existe el paraguas de las economías transformadoras, campos que hacen hincapié en un aspecto que la economía más neoliberal no tiene en cuenta. Podemos hablar de la economía feminista, con el acento en el trabajo de reproducción de la vida, de los cuidados. Visibiliza que para que exista un trabajo productivo, el que hacemos en las empresa, en las fábricas, en el sector servicios…, es necesario un trabajo educativo, en los hogares, de cuidados a las personas envejecidas, etc… Todo esto, tradicionalmente, lo realizan las mujeres y ha estado invisibilizado.
Otra economía transformadora podría ser la ecológica, que plantea que la economía está inserta en un ecosistema natural, extrae recursos y devuelve externalidades. Hay que hacer que sea sostenible dentro de este medio natural. También hablamos de economía pública, que no está considerada transformadora, como la fiscalidad o el Estado de bienestar. Esto no es transformador, pero se le debería dar más importancia en la enseñanza de la economía.
Estas otras economías no solo son postulados teóricos de la universidad, sino que desde movimientos sociales e, incluso, empresariales ya se están practicando. Sería el caso de la economía social o de la social y solidaria, que intenta aplicar estos principios en el seno de sus empresas. Mencionamos algunas posibilidades en el dossier, sobre todo, cuando hablamos de FP y la creación de las Aulas de emprendimiento. Cómo fomentar que este emprendimiento sea hacia una economía social, cooperativa que, además, ya no es tan residual. Desde 2011 tenemos el paraguas de la Ley orgánica de economía social que reconoce este modelo empresarial y económico. La ONU plantea este tipo de economía como la que es capaz de aterrizar los ODS de manera más eficiente en la empresa. No somos un sector aislado, sin referencias y muy local. A nivel mundial se habla de esto.
Hablando de emprendimiento. En el dossier aterrizáis dos iniciativas: las cooperativas escolares y los proyectos de ApS, que tienen que ver con otros modelos de relación económica y sus integrantes. Hacéis una apuesta clara por iniciativas como estas… ¿Qué de bueno tienen las cooperativas escolares?
El dossier pretende establecer una panorámica de la situación y evolución de la enseñanza de la economía para después hacer una especie de maletín pedagógico con algunos ejemplos interesantes como el de Fuhem, cooperativas escolares o proyectos de ApS.
Habitualmente se da por hecho que el emprendimiento es individual. Cuando visitamos centros escolares hacemos el ejercicio de preguntar al alumnado: ¿Cómo te imaginas a una persona emprendedora? Es un señor, entre los 30 u 50 años y es exitoso, lleva traje y gana mucho dinero. Esta es la imagen que tenemos del emprendimiento y la realidad que nos imaginamos. Cuando, realmente, si vamos a los informes de emprendimiento GEM de los últimos años, vemos que el emprendimiento es colectivo. Trabajamos en red, es imposible no hacerlo para generar proyectos que salgan adelante.
Nos interesa el emprendimiento en tanto en cuanto puede generar iniciativas colectivas transformadoras, desde este enfoque hablamos
A nosotros, como EsF, el emprendimiento no nos interesa en absoluto. Es más, creemos que hay una estrategia potente para que sustituya el problema de que no hay trabajo para todas, que tenemos un problema de desempleo estructural muy fuerte en este país y el emprendimiento viene a paliarlo. Nos interesa el emprendimiento en tanto en cuanto puede generar iniciativas colectivas transformadoras, desde este enfoque hablamos.
Las cooperativas, para nosotras, son el ejemplo de entidad de economía social que se maneja en el ámbito mercantil, creadas para funcionar en el mercado, que es transformador porque nos organizamos de manera democrática, cada persona tiene un voto, y no más influencia por aportar más capital. Las cooperativas escolares sirven para practicar estos modelos asociativos en los que aprendemos a escuchar, a dialogar, a realizar asambleas, encuentros horizontales para organizarnos de manera diferentes… Aunque el día de mañana estas personas no generen cooperativas, tendrán interés en participar en la comunidad, en asociaciones de sus barrios y territorios, sabrán hacerlo, tendrán herramientas para dialogar y hacer procesos participativos, para llevar propuestas a las instituciones. Activa al alumnado y no lo hace hacia el lucro individual, sino para participar en la comunidad. Luego, seguramente, podrá llevarse estos procesos a empresa de la economía convencional.
Todo esto que cuentas entronca también perfectamente el ApS. ¿En qué medida el ApS ayuda a traer la economía a los centros?
Es mi propuesta. Me pregunto cómo no lo hemos hecho antes. Hablamos ahora de enseñanza preuniversitaria, pero es que para enseñanzas superiores es más necesario. En las facultades de economía y empresa no saben lo que es la economía social. Se sigue estudiando el ejemplo de empresarios como Amancio Ortega, con ese componente tan meritocrático que está en todo el proceso de enseñanza en el que, por una parte nos enseñan ese aprendizaje cooperativo, muy activo ahora, y, por otro lado, el sálvese quien pueda: como no estudies mucho, no vas a tener trabajo, vas a tener que endeudarte para estudiar…
Es muy importante visibilizar el ApS en los centros educativos para que conozcan esa otra realidad. El aprendizaje-servicio está más ampliamente dedicado a trabajar con entidades del tercer sector o barriales. Nosotras entendemos las entidades de economía social y solidaria como empresas transformadoras arraigadas en el territorios. Ahí entroncan bien con el ApS y ese componente de arraigo territorial de las iniciativas. Lo vemos clave para que el alumnado pueda identificarse desde joven con este otro modelo empresarial, lo conozca y pueda plantearse el día de mañana el trabajar o participar en un espacio así, y lo vemos importante para visibilizarlo en las entidades de economía social y solidaria. Son entidades, al menos en el tejido productivo de Madrid, que podrían beneficiarse, en cierta medida, del relevo generacional que podrían suponer estos proyecto de ApS.
El trabajo del ApS puede dedicarse a estas empresas, además de al tercer sector, para que estas acojan a estas personas y empezar con el proceso de relevo y, además, el acercamiento de la economía social y solidaria a las personas jóvenes. Nuestros proyectos de emprendimiento juvenil van dirigidos a esta línea de ApS y la economía social. Pero no tanto para que emprendan como para que practiquen esta manera de trabajo horizontal.
¿Qué otras propuestas destacarías de las que habláis en el dossier?
Creo que es importante la propuesta de FUHEM. Más allá de las enseñanza de la economía en sus materias, pensar que se hace economía desde la interdisciplinariedad.
A mí, siempre me suena a transversalidad y que no habrá mucho impacto. No sé si crees que con la nueva ley, que hace mucho este juego, se podrá llevar los contenidos de economía a otros lugares.
Creo que el trabajo de entidades como FUHEM de acercamiento de estos materiales al profesorado es muy importante. Nosotras desde EsF también lo hacemos porque creemos que es una alianza clave para hacer llegar los contenidos. La propuesta que hacen es muy interesante, llega a todas las asignaturas. Creo que, a través del currículo oficial no se está avanzando en esa dirección. Las propuestas que hacían desde colectivos sociales o entidades como EsF no es tanto eliminar las asignaturas como cambiar el contenido. Creo que se está perdiendo cierta oportunidad. Si el trabajo de entidades como FUHEM, por ejemplo, esto de la transversalidad estará limitado porque el profesorado tiene los problemas que tiene. Trener que dar un paso más para acercarse a los colectivos o hacer el trabajo de introducir estas formas de hacer que no proponen los libros de texto y que si los haces es por innovación educativa… no están obligados a impartir nada de esto. Y si nos vamos al profesorado que no tiene clara una posición respecto a cómo funciona el sistema económico actual, es muy probable que no se incluyan. Serán colegios con un proyecto educativo muy dirigido a estas cuestiones los que lo hagan.
Las ONG hemos pecado, creo, de hacer mucha actividad puntual, muy satélite, en centros educativos y cada vez más avanzamos en la línea de trabajar codo con codo con el profesorado
Aquí vemos, de nuevo, el libro de texto como herramienta básica de trabajo en las aulas. De ahí lo interesante del trabajo de FUHEM, que ha hecho libros para utilizar en los centros.
Creo que hay que hacer ese trabajo. Las ONG hemos pecado, creo, de hacer mucha actividad puntual, muy satélite, en centros educativos y cada vez más avanzamos en la línea de trabajar codo con codo con el profesorado. Estamos teniendo bastantes grupos de trabajo conjunto con profesorado para hacer materiales que sean lo más fácilmente utilizable, aplicables en el día a día, porque el tiempo cada vez apremia más en los centros.
Solos los profesores muy motivados, que conocen las organizaciones y que llevan tiempo trabajando con nosotras, pueden hacer más seguimiento de esas actividades puntuales. Por ejemplo, nosotras que hacemos el ciclo de cine todos los años, todas las mañanas de la semana de noviembre en que se hacen, vienen institutos y centros educativos y hacemos dinámicas con el profesorado. El más afín ya trabaja el contenido antes de la sesión y viene a la sesión también y después hace cierto trabajo. Estas formas ya están muy aterrizadas en sus sesiones, peto no todo el mundo tiene ese conocimiento o el acceso. Todo lo que se deja a lo voluntario es el problema. A lo mejor me aventuro, pero creo que era una buena oportunidad, con todos los avances con el movimiento feminista y el género; con normativas relacionadas a la energía y el cambio climático; sobre paliar las desigualdades… vivimos un momento que por muchas cosas es desagradable, pero en el que hay conciencia en algunos aspectos. ¿Por qué no se ha aprovechado para hacer ese cambio en la enseñanza de la economía? Porque parece que la economía va aislada de lo que está pasando y todo lo que acabo de decir es economía. Son decisiones económicas y políticas que configuran una sociedad. A lo mejor se podía haber avanzado. Por ejemplo, en la asignatura de economía de bachillerato, una de las que se mantiene, todo lo relacionado con la Agenda 2030 se ve el último tema, al que nadie llega nunca. No ha sido suficiente este cambio y es una pena.
¿Por qué no hacéis libros vosotras?
Estamos en ello. Hemos trabajado mucho el ámbito universitario mucho más. Mucha más investigación, jornadas, etc y llevamos menos tiempo en el ámbitos preuniversitario haciendo cosas más organizadas. Ahora, de momento, estamos haciendo un recopilatorio de materiales didácticos más puntuales pero diciendo dónde se pueden introducir en cada parte del currículo. Estamos sistematizando para hacer un pequeño repositorio, a parte de cursos para alumnado y profesorado, el ciclo de cine… ahora, con Fuhem, vamos a hacer una revisión de los libros de texto y a hacerlo en el ámbito de la economía y empresa. Fuhem lo hace en todas las materias y en la economía lo haremos juntos.
Tenemos una revisión crítica del libro de 1º de bachillerato y una serie de unidades didácticas. Y en el ámbito de Euskadi, tenemos mucho hecho en formación profesional. Más trabajo de módulos enteros, para FOL e Iniciativa emprendedora.
¿Qué se nos queda en el tintero?
Bueno, me gustaría destacar, como material complementario o como libro de mesilla de cualquier docente de economía y empresa el libro El Demasiadotardismo de Econoplastas que es un recopilatorio de la vida del profesor Juan Ramón Paramio, su autor, de todas las dinámicas, herramientas, películas… todo lo que él ha utilizado. Me parece un material complementario buenísimo para cualquier docente de la materia. A parte, en la presentación del dossier, contaremos con la presencia de Econoplastas que nos leerán un cuento de su anterior libro, Cuentos Chinos de la Economía y otros chascarrillos para acabar con el sistema, en el que hacen una relectura de los cuentos tradicionales desde una perspectiva no capitalista.