La Asociación de Maestros Rosa Sensat ha celebrado el pasado martes en la Escuela Jaume I del barrio de Sants (Barcelona) el primer encuentro de ‘Repensem-nos’ (Repensarnos, en catalán), que quiere ser un proceso de reflexión sobre la razón de ser de la entidad. ¿Tiene sentido hoy en día? ¿Hacia dónde debe dirigir sus esfuerzos? ¿Debe seguir priorizando la formación y la investigación de la acción educativa? ¿Debe promover más actividades asociativas? ¿Debe acentuar su vocación de incidencia política? ¿Debe reforzar su perfil en los grandes debates educativos, sociales y de país? ¿Debe abrirse a nuevos ámbitos educativos? ¿Cómo se articula con el resto de actores de la comunidad educativa?
La asociación no esconde que en estos momentos sufre una crisis que tiene múltiples vertientes pero que sobre todo es económica y de participación, que ya venía de antes de la pandemia, aunque esta sin duda agravó. Una crisis que hace tambalear la misma viabilidad de una entidad que en 1965 fundaron un grupo de maestros que habían sido alumnos durante la República y que querían recuperar aquella forma de entender la educación. Por eso, la junta rectora interina que tomó las riendas de Rosa Sensat el pasado junio decidió, a propuesta de la asamblea de socios, lanzar este proceso de reflexión colectivo. En estos momentos la asociación tiene algo más de un millar de socios, una cifra que con pequeños altibajos ha sido la de los últimos años.
‘Repensem-nos’ cuenta con una programación de seis meses y la participación es totalmente abierta. La de esta semana ha sido la primera de las cinco sesiones previstas, y ha contado con la participación de unas 70 personas, algunas de ellas vinculadas a la asociación durante muchos años y otras que ahora han tenido su primer contacto. Primero han tenido que pensar en fortalezas y debilidades de la entidad. A continuación, por grupos, han debatido y priorizado7 los retos que afronta o debería afrontar, a partir de una lista de 18 propuestas, que previamente había salido de una consulta hecha a expertos educativos de muy diversos perfiles. Por último, una foto de familia y unas palabras de Mar Hurtado, presidenta de la junta rectora interina, agradeciendo a los participantes que quieran contribuir a empujar a la asociación y confiando en que esta imagen “formará parte de nuestra historia”.
A partir de aquí se realizarán cuatro encuentros más, el último de los cuales será en el mes de marzo, cuando se presentarán las conclusiones de este proceso y una hoja de ruta para los próximos años en la asamblea de socios. Tres miembros de la junta rectora (Àngel Domingo, Boris Mir e Isabel Nadal) y cuatro personas voluntarias (Marta Comas, Dolores Vique, Jordi Canelles y Txell Margalef) encabezan el grupo dinamizador de este proceso de reflexión. Aparte, se ha creado el llamado Grup Altaveu, formado por 38 personas encargadas de amplificar los debates, las ideas y las propuestas desde su experiencia.
Comas, que como otras personas se ha hecho socia a raíz de conocer los problemas de la entidad, ha sido la encargada de conducir la dinámica que se ha hecho en la Escola Jaume I, y lo ha hecho con una introducción sin rodeos sobre la dificultad de llegar a las generaciones de maestros jóvenes. Quizá sea porque «la neutralidad nos desdibuja» o porque «nos hemos convertido en un catálogo de formaciones que no pide militancia» o porque «se han dado por supuesto los grandes consensos de los años 80». Para el grupo dinamizador, «es un proceso identitario, heredamos el legado de la entidad, pero debemos adecuarlo al nuevo contexto». El próximo encuentro tendrá lugar el 14 de enero en un instituto, y el resto, en principio serán el 26 de enero, 23 de febrero y 18 de marzo.
Todo el programa del proceso de reflexión abierto de Rosa Sensat se puede encontrar detallado aquí.