La segregación escolar es uno de los mayores problemas que enfrentan los sistemas educativos. Esta se produce por muchas causas, con el mantenimiento de centros de educación especial; con centros gueto en los que se escolariza a un porcentaje excesivamente alto de personas pertenecientes a ciertos colectivos (migrantes, de etnia gitana, con necesidades educatvas especiales o con niveles socioeconómicos determinados) o, en cierta medida, por la existencia de una doble red financiada con fondos públicos. Al menos, así se recoge en el informe elabrado por la Fundació Bofill y presentado el pasado lunes en Madrid.
Las causas de esta segregación son múltiples y, por tanto, las respuestas deben serlo también. Este es el intento que han realizado Clara Fontdevila, Toni Verger y Adrián Zancajo, autores de La educación concertada en España. Reformas en clave de equidad desde una perspectiva internacional, editado por la Fundació Bofill. Un texto en el que se repasa la situación que hay en España en relación a la doble red, qué tipologías y funcionamientos tienen regímenes similares en otros países y qué medidas podrían tomarse para paliar algunas de las situaciones que genera la segregación educativa (mayor en unos territorios que en otros).
Clara Fontdevila, una de las autoras es investigadora post-doctoral en la Universidad de Glasgow. Explica que los sistemas educativos en los que hay una provisión mixta, es decir, una red pública y otra concertada o subvencionada, tienden a presentar mayores niveles de segregación escolar y estratificación escolar entre centros educativos. «Los datos más actuales lo muestran», afirma la investigadora. Eso sí, la doble red «tiende a reforzar esta estratificación, aunque no es el único factor» en juego en esta situación.
Sobre esta base se ha construido el informe y, principalmente, algunas de las propuestas con las que desde la Fundació y los propios investigadores, pretenden abrir un debate. Este es, en definitiva el objetivo del informe, según sus autores, comenzar un diálogo necesario sobre la «compleja relación entre la escuela concertada y la segregación», con el ánimo de mejorar algunos de estos datos.
Entre las medidas, hablan de un aumento de la cuantía de los conciertos educativos que pudieran cubrir el 100% de los costes de escolarización con el ánimo de garantizar la universalización de la gratuidad. De esta manera, las familias en situación socioeconómica desfavorecida podrían plantearse la posibilidad de escolarizar a sus hijos en centros que, hoy por hoy, tienen fuera de su alcance por el coobro de cuotas.
Luis Centeno, segretario general adjunto de Escuelas Católicas (EC), la patronal más importante de la concertada sostiene, sin embargo, que aunque el aumento de los conciertos es necesario para poder estar en igualdad de condiciones con la pública en relación, por ejemplo, a la oferta de servicios como el comedor, becas o ayudas para material o para el transporte escolar este no debería comportar un mayor control por parte de las administraciones públicas.
Este es uno de los varios sistemas de «provisión mixta» que han encontrado en la investigación. La financiación del servicio privado educativo supone el cumplimiento de una serie de requisitos en un intento de homogeneizar los deberes y derechos de las dos redes, pública y privada.
Centeno critica que la investigación utiliza datos parciales extraídos de informes elaborados por el Sindic de Greuges (Defensor del Pueblo catalán), o de la OCDE con los que «pretenden llegar a un objetivo: que todos los centros tengan el mismo porcentaje de alumnado con situaciones complicadas. Esto, a priori, comenta Centeno, podría ser positivo pero no se analiza el porqué de estas diferencias, si se pueden erradicar y qué habría que hacer para conseguirlo».
“La segregación imposibilita que la educación a distancia tenga la menor eficacia”
Para Centeno, existen políticas desarrolladas por las administraciones «que obstaculizan la heterogeneidad como (es el caso de) la zonificación». Según él esta planificación de la escolarización obliga a que el alumnado permanezca en una zona concreta de manera que si en esta hay un alto porcentaje de chavales de alguna minoría o en situación socioeconómica deprimida, el centro será un reflejo de esta situación.»El Ministerio y las comunidades autónomas socialistas no liberalizan las zonas (de escolarización) y esto es un freno para la distribución del alumnado».
Comunidades como la de Madrid hace algún tiempo que optaron por la zona única de escolarización, rompiendo estas barreras. Es la región con un índice más alto de segregación de toda la Unión Europea, solo detrás de Hungría.
Para Clara Fontdevila uno de los objetivos prioritarios del sistema educativo español es, precisamente, hacer frente a esta segregación, a la distribución equilibrada del alumnado entre los centros educativos de las diferentes redes. Entre otras cosas porque «la educación no es solo preparatoria (para el mercado laboral), sino que nos enseña a convivir». «La segregación y la estratificación son un problema per se» puesto que generan y sustentan sociedades segregadas.
«La distribución impide la libertad de elección» de las familias, en opinión de Centeno. «Buscando un fin que puede ser bueno (equilibrar la escolarización entre las redes), se pone en riesgo un derecho», asegura este representante de Escuelas Católica.
Propuestas
Fontdevila asegura que lo que pretenden con este texto es hacer un análisis comparado de la situación de la concertada en España y en otros países con la vista puesta en ver qué medidas se han puesto en marcha en diferentes lugares para paliar los efectos que los conciertos puedan tener sobre la segregación escolar y en la estratificación social entre los centros concertados y públicos.
Sobre esta base, el texto afirma que es necesario hace un mayor hincapié por la planificación de la administración en la provisión de plazas, la distribución equilibrada del alumnado entre las dos redes y las necesidades de escolarización existentes. Ello en el marco de una situación de descenso demográfico. Por eso, los expertos piden que se avance en los criterios para la concertación y que estos se vinculen con un mayor grado de corresponsabilidad en la escolarización de alumnado desfavorecido, así como en la posible gratuidad total de este servicio.
En este sentido, aseguran que esta gratuidad es imprescindible para la equidad. A través de un aumento de los conciertos y de cubrir ciertos gastos que ahora cubren las familias, las que están en peor situación económica podrían acceder a la concertada en igualdad de condiciones.
El documento también alude a una mayor rendición de cuentas, un avance en la transparencia presupuestaria de la escuela concertada que fuera monitorizada por las administraciones educativas, así como también lo fuera la distribución del alumnado.
Y en lo relativo a la admisión de alumnos, los tres autores defienden priorizar la equiparación de la planificación de plazas entre las redes y la centralización de la elección de centro para evitar posibles selecciones encubiertas que pudieran darse.
Son todos temas muy polémicos. María Capellán, presidenta de Ceapa, asegura a este periódico que aunque no defiende la eliminación de la concertada, está en contra de la propuesta de aumentar los conciertos educativos. Del mismo modo, Luis Centeno asegura que un mayor control de las administraciones educativas sobre el servicio que se da en la concertada supondría una merma absoluta de la autonomía de los centros concertados. Algo, en cualquier caso, que le resulta inaceptable.
En definitiva, se trata de un debate entre dos visiones que parecen antagónicas en relación a cómo debe ser la educación. Según recogen los autores en el informe, «el modelo de vienestar en el que la presencia del sector privado subvencionado es mayor es el modelo liberal (como en Reino Unido, Australia o Chile), observamos que países con un Estado del Bienestar de tradición socialdemócrata, como DInamarca o Suecia, cuentantambién con un elevado porcentaje de escuelas privadas subvencionadas».
Sostienen los tres autores que «los sistemas de prvisión mixta tienden a ampliar las desigualdades educativas», según el consenso mayoritario de la investigación. Señalan que incluso el Banco Mundial, en 2018,afirmaba que este modelo subvencionado puede «socavar el apoyo político para una escolarización pública eficaz a largo plazo».
Tipologías
Del estudio de los diferentes sistemas de subvención que se desarrollan en los países estudiados, los tres investigadores han podido decantar cuatro tipologías diferentes de sistemas de conciertos educativos según sus características. Sus nombres serían: libertad de instrucción, equivalencia, aproximación de mercado y autonomía. Aunque tienen características diferenciadas, los autores aseguran que no se trata de sistemas estancos y pueden encontrarse ciertamente entremezcladas.
Los países que optan por la libertad de instrucción tratan de garantizar la viabilidad económica de la oferta privada aseguranto que esta cumple con unos estándares mínumos sin que pierdan, a su vez, autonomía. En este sistema, adoptado por países como Francia, Australia o Dinamarca, se acepta que haya diferencia de recursos, procesos y resultados entre las redes.
El modelo de equivalencia, adoptado por España, Países Bajos o Bélgica, se institutó con el objetivo de garantizar la libertad de instrucción y respeto hacia los actores privados, al tiempo que se le exige una cierta equivalencia con el sector público. El concierto lleva implícita una cierta pérdida de autonomía para la empresa en temas como la admisión, el currículo, la evaluación y la rendición de cuentas.
Países como Chile o Suecia prefirieron en su momento el sistema de aproximación de mercado en el que se pretende que la subvención anime la entrada del sector privado en la educación y se fomente así la competencia entre centros. El caso del país andino se vincula a la dictadura militar de Pinochet y en el de Suecia, a la entrada en vigor del cheque escolar, en donde ha ido creciendo la matrícula en centros privados (15 y 26 % en primaria y secundaria respectivamente, aunque «los porcentajes son muy superiores en las principales ciudades del país», aseguran los investigadores.
Finalmente, están los sistemas englobados bajo el paraguas de autonomía, donde destacan Estados Unidos e Inglaterra. En ellos se ha impulsado la creació de centros privados dotándoles de una gran autonomía pedagógica, curricular y de gestión. Según su lógica se trata de que haya escuelas que tengan mayor margen para la innovación, que sean más eficientes o que tengan ciertos incentivos.
Como decíamos al principio, a pesar de estar agrupados los países y sistemas en estas cuatro categorías, algunas de las características, aunque similares, difieren. Es el caso, por ejemplo, de la financiación que dedica cada administración a la subvención del sector privado o en el volumen de alumnado que escolarizan en estos centros tanto en primaria como en secundaria.