La formación dual fue una de las más importantes apuestas en el ámbito de la FP del Ministerio de José Ignacio Wert. Las dudas fueron entonces más o menos las mismas que siguen sobre la mesa, principalmente, si el mercado productivo español podría asumir la formación de sus futuros trabajadores.
Que el sistema productivo español está compuesto en su inmensa mayoría de pymes y micropymes no es ninguna sorpresa. Que estas empresas tienen importantes dificultades para absorber trabajadores o estudiantes de formación profesional es también uno de esas cosas que casi todo el mundo sabe. Eso sí, parece que la tendencia va cambiando.
El Consejo Económico y Social acaba de publicar un informe en el que repasa la situación de este tipo de estudios después de diez años de su implantación y propone una serie de acciones para mejorar y aumentar su implantación. Los datos de la foto fija distan de ser los mejores: solo un 3,7 % de los estudios profesionales se hacen en modalidad dual y las diferencias por comunidades autónomas (sin contar País Vasco y Navarra) arrojan el porcentaje de que un 70 % de estos estudios se concentran en Andalucía, Cataluña y Madrid.
Antón Costas, presidente del Consejo Económico y Social (CES), fue el encargado de conducir la presentación del informe. Para este catedrático de Política Económica, el papel de la formación dual es fundamental. Según comentó, esta formación, que debe llegar también a la universidad, está llamada a cerrar el bucle de desigualdad social en la forma de desempleo. Costas ve en la dual la mejor manera de acrecentar la clase media por vía de la creación de más y mejores empleos. Además, la otra brecha que debería cerrar es la de la productividad de España en comparación con países del entorno europeo.
En cualquier caso, mientras esas posibilidades se materializan y según los datos que manejan en el CES, en el año 2017 solo el 0.3 % de las empresas del país. Cuando comenzó a implantarse, según el informe, había 513 empresas registradas como formadoras en FP dual. Los últimos datos son de 9.916, ese 0,3%. Aunque son muy pocas, y en palabras de Costas desde el CES aspiran a que ocurra como en Alemania, en donde el 100 % de las empresas participan del sistema, lo importante en esta cuestión es la progresión y cómo está creciendo en los últimos años.
En relación al número de alumnos que se matriculan en esta opción, tampoco son especialmente rompedores. En una década desde su implantación, la FP Dual ha pasado de matricular a 4.292 a 37.841 en el curso 2020-2021, es decir, el 3,7 % del total de matriculados en ciclos.
Algunas condiciones
Con muchas las condiciones que ven como necesarias desde el CES para que la formación dual crezca y se asiente. Más allá de las relativas a un cambio de cultura entre familias, sistema educativo y empresas, es importante que los centros en los que chicas y chicos se formen tengan potentes sistemas de orientación laboral para que se conozcan los beneficios de esta formación.
De hecho, destacan la necesidad de esta mejor orientación por el hecho de que hay un exceso de demanda de estudios sin demasiada capacidad de inserción laboral, mientras que otros, cercanos a los STEM, por ejemplo, tienen altas tasas de inserción, pero no son especialmente demandados.
Costas aseguró que entre los datos que tienen (muy insuficientes, según explicó), se puede apreciar que aquellas personas que han realizado formación dual tienen menores tasas de abandono y fracaso de los estudios, al tiempo que tienen mayores tasas de empleabilidad (en las empresas en las que se han formado) que aquellas personas cuya formación no es dual.
Una de las cuestiones que quiso resaltar Costas, además de la necesidad de esta orientación o del cambio de mentalidad (que cree que ya se está produciendo en cierta medida), es que el hecho de que el sistema productivo español esté configurado principalmente por empresas pequeñas y micropymes «no puede ser argumento para no hacer una apuesta por la formación dual». Aunque admite que supone una mayor dificultad, también asegura que hay alternativas, algunas de las cuales se dan en el propio informe.
Desde el CES entienden que el momento actual, con la financiación de 2.000 millones de los fondos Next Generation de la UE, es propicio para impulsar la formación dual, a pesar de que según lo que se sabe de este montante, no hay plan específico para este sector que consideran estratégico.
Y, al mismo tiempo, y a pesar de que la formación dual no ha terminado de despegar en la FP, ven grandes posibilidades para que llegue a otros sectores como la formación profesional para el empleo e, incluso, la universidad.
Propuestas
Son muchas las propuestas que se lanzan desde el informe. La primera es casi obvia. Son necesarios más y mejores estadísticas y datos en relación a la formación profesional dual. Costas, parafraseando al científico, aseguró que “lo que no se mide, empeora, mientras que lo que se mide, puede mejorarse”. Además de este aumento de las estadísticas, Costas también habló de la creación de un observatorio de la FP Dual que realizada trabajos de recogida de información y redacción de informes.
Por supuesto, es necesaria la adecuación de la oferta a la demanda de las empresas y, por ello, el sistema productivo debe seguir siendo escuchado en relación a los perfiles que demanda. Por supuesto, el aumento de la oferta formativa y la garantía, vía recursos, de que se hace en términos de calidad suficiente.
En relación a los centros, también se hacen propuestas, como la de aumentar la autonomía organizativa, de gestión y pedagógica. Deben garantizarse también los recursos formativos necesarios para el profesorado o la creación de centros de innovación y desarrollo.
Tanta es la importancia que el CES le da a la orientación laboral, que llama a la profesionalización de esta diferenciándola de la orientación psicopedagógica, con la creación de un cuerpo específico o de una especialidad en el cuerpo existente. Junto a esto se exige que la estrategia nacional de orientación profesional prevista por la Ley de FP se haga de forma coordinada entre el sistema educativo y el Sistema Nacional de Empleo.