Sinopsis
Esta sí tenemos que bailarla de Nando López es una obra de teatro escrita a pie de escena a partir de un taller con sus intérpretes. Es una obra tragicómica y canalla en la que dos mujeres revisan sus vidas e intentan huir de ellas en las horas que dura una noche.
Una comedia ácida llena de ritmo —de fondo resuena el eco de las canciones de Raffaella Carrà—, diálogos punzantes y momentos que van de lo íntimo a lo explosivo. Un viaje a través de bares y carreteras cinéfilas en el que sus dos protagonistas comparten madrugada a vueltas con sus dudas y sus ganas de vivirlo —y bebérselo— todo.
Nando López nació en Barcelona en 1977, con raíces andaluzas. Es novelista, dramaturgo y doctor cum laude en Filología Hispánica. Estuvo diez años trabajando en la enseñanza pero su prolífica y exitosa escritura lo hizo dedicarse plenamente a su vida de escritor.
Obtuvo el Premio Gran Angular 2020 por “La versión de Eric” y fue finalista al Premio Nadal en 2010 por “La edad de la ira” (recientemente convertida en serie televisiva).
Como obras narrativas destacan: Hasta nunca, Peter Pan; El sonido de los cuerpos; Cuando todo era fácil; La inmortalidad del cangrejo, Presente imperfecto (colección de relatos)…
Es muy reconocido como autor de títulos destinados al público juvenil: Nadie nos oye; En las redes del miedo; Los nombres del fuego; La foto de los diez mil me gusta; o la trilogía “La leyenda del Cíclope”.
Ha sido finalista de los Premios Max de Teatro en varias ocasiones con sus obras: Malditos 16 y sus versiones de Tito Andrónico y de Desengaños amorosos. Sus obras se siguen representando por todo el mundo. Entre ellas, figuran Inventando a Lope, Cuando fuimos dos, Nunca pasa nada, Los amores diversos o Tour de force.
Es muy conocido en las redes por su lucha contra los ataques homófobos, son famosos sus hilos de Twitter en defensa de los derechos de todas las personas. Durante el curso acude a centros educativos a comentar sus obras con el alumnado y el profesorado.
Posee un gran sentido del humor y a ello ha dedicado dos obras: “Dilo en voz alta y nos reímos todos” y “En casa me lo sabía”.
Por aquí podemos ver, en La Casa del Libro, su extensa bibliografía.
Reseña
Lo primero que quiero destacar es esta forma de escribir a pie de escena y en un taller con las intérpretes. Una forma generosa en la que el autor le da voz a las protagonistas de esta obra. Qué lujazo poder estar trabajando con Nando López y ser partícipe de su proceso creativo.
Partiendo de un escenario bastante “normal”, encuentro de compañeras de una promoción del instituto, llega a situar a las protagonistas en una situación que les lleva a reflexionar sobre lo que fueron, lo que están siendo en sus diversas situaciones familiares y los que les gustaría haber hecho con sus vidas si no hubiesen caído en las redes de la sociedad establecida donde imperan las normas más asfixiantes.
La lectura del libro tiene tanto ritmo que no puedes dejarlo, se lee muy bien y te atrapa en una tarde. Será un disfrute ver en el teatro la representación de la obra y poder escuchar y sentir todos los sentimientos que transmite la obra.
Las continuas alusiones al cine nos trasladan a escenarios distintos pero similares en cuanto a la temática que se trata, todo amenizado con canciones alegres de Raffaella Carrà.
Las dos protagonistas (Diana y Leyre) reivindican en esa noche de locura ser ellas mismas y así van tratando temas como dos mujeres que se acaban de conocer pero que tienen afinidades y establecen lazos de confianza para poder hablar desde sus corazones más sinceros. Hablan, reflexionan y se plantean preguntas sobre la amistad, la felicidad, las crisis en la madurez, la búsqueda de identidad, la sororidad, la educación de los hijos, la eutanasia, la soledad…
Leyre, hablando de sus visitas al parque con su hijo, la relación con otras madres y padres, el colegio… nos dice “ Y ahí, en ese momento, en que puede que alcances cotas de misantropía que ni siquiera habías sospechado, no solo te arrepientes de haber tenido un hijo, sino que te planteas si es necesario que los tengan los demás… Lo raro es que al final hay algo que hace que a tu hijo, aunque no sepas muy bien por qué, lo sigas queriendo”.
Diana reflexiona sobre su falta por no tener pareja: “Es que no estoy sola, Leyre. Estoy sin pareja. Es diferente. Y estar sin pareja es un estado de puta madre. Salvo cuando intentas pedir una hipoteca. O alquilar un piso. O hasta comprar en el súper. Todo está pensado para que seamos dos. No para que seamos una. Y yo soy una. A mí me gusta mucho ser una. Pero todo va en dos raciones, en dos unidades, en dos plazas. Todo te recuerda que estás incompleta aunque tú no te sientas así. Y yo te aseguro que no me siento así. Y no me tengo que casar con nadie para dejar de estarlo”.
Alcohol y teléfonos están continuamente presentes quizás como símbolos de esa noche “canalla”, como la llama el autor, o quizás como símbolos de una sociedad en la que esa comunicación telefónica nos tiene atrapadas y no nos deja ni en los momentos grandes, aunque solo sea una noche, en los que la mente quiere liberarse de las ataduras.
En definitiva, creo que es un libro recomendable para el público adulto, aunque quizás en los Bachilleratos también puede leerse y analizarse ciertos temas que les va a pillar en el futuro y que quizás les vendría bien ponerse en antecedentes.
Para saber más:
Booktrailer: “Esta sí tenemos que bailarla” de Nando López. Editorial Dos Bigotes https://youtu.be/7Xb3UbsiQzI
Teaser Esta sí tenemos que bailarla TQSF Rocío Vidal https://youtu.be/IbgQIST2bMU
Madrid Es Teatro. Esta sí tenemos que bailarla. https://youtu.be/dVULS9AhVXQ