La directora de Tantàgora destaca en esta entrevista que el hábito lector y la lectoescritura tienen estrategias complementarias, pero diferentes, y aboga por encontrar un equilibrio. Defiende que la escuela debe tener una oferta cultural diversa, pero advierte que no hace falta sobresaturar al alumnado con salidas que tengan un objetivo de aprendizaje académico, sino que lo ideal es disfrutar, por ejemplo, del teatro, la biblioteca, la música o el cine.
Tantàgora ofrece diferentes servicios culturales en los centros educativos y uno de los ejes es la literatura. ¿Cómo se puede fomentar el gusto por la lectura?
El gusto por la lectura va muy ligado al hábito lector; de hecho, sin ganas de leer no podemos desarrollarlo. Por lo tanto, podríamos decir que el gusto lector es el paso necesario para que nuestros alumnos tengan ganas de leer y desarrollen el hábito. Fomentar el gusto por la lectura requiere de muchos factores que en lo máximo posible hay que procurar activar en el aula de manera simultánea. Acciones que brinden a los alumnos la posibilidad de escuchar literatura y verla leer de manera placiente y sin obligaciones, puesto que esto los llevará a querer leer y a acercarse al proceso de la lectoescritura desde su propio interés.
A nuestro entender, una de las premisas principales es que los docentes tomen conciencia de que el fomento del gusto lector tiene unas estrategias propias y que el proceso de la lectoescritura tiene otras y que algunas son comunes entras los dos y que, por lo tanto, hay que reservar momentos en el aula para las dos poniendo mucha conciencia en cuando utilizamos unas y cuando las otras. A veces, existe la tendencia de focalizarse mucho en unas y abandonar las otras, y lo que sí tenemos muy claro es que estas estrategias se complementan y que hay que encontrar el equilibrio entre las dos para ir avanzando a lo largo del curso.
Me gustaría remarcar que cuando hablamos de fomento del gusto lector tenemos que pensar que es un proceso que dura toda la vida escolar y que es necesario acompañarlo hasta el bachillerato, puesto que a veces una vez saben leer descuidamos las estrategias que nos ofrece la mediación literaria para continuar alimentando el fomento del gusto lector a los más grandes.
¿Qué libros generan más interés a los niños?
Los libros que más interesan son aquellos que les contraponen, que les ofrecen “retos”; un vocabulario rico, una historia muy desarrollada, personajes interesantes, historias complejas no simplistas, ilustraciones variadas… Sobre este tema lo importante es el papel del maestro como mediador, puesto que observando sus intereses es donde se puede hacer mejor trabajo, ya que a partir de la observación de los alumnos, el maestro puede ir ofreciendo más libros que vayan subiendo el reto acompañando así la evolución lectora de los alumnos y desarrollando su espíritu crítico.
Uno de los problemas actuales en la enseñanza es cómo mejorar la comprensión lectora, tal como alertó el último informe PIRLS. ¿Cómo se puede revertir la situación?
Esta vuelve a ser una cuestión en la cual intervienen muchos factores. Podemos hablar de estrategias, de acciones o actividades, pero lo más importante es la dotación económica detrás de todos estos planes. Se necesita una dotación económica sostenida a lo largo del tiempo que permita ratios más pequeñas y especialistas en mediación literaria acompañando a los claustros para adquirir estrategias un mínimo de 5/6 cursos. Nuestra experiencia en este tipo de acompañamiento es que en las escuelas donde trabajamos de este modo a lo largo de mínimo 5 cursos el fomento del gusto lector incrementa hasta un 64% entre los alumnos.
A partir de la observación de los alumnos, el maestro puede ir ofreciendo más libros
¿Cuáles son vuestras actividades más exitosas? ¿El Festival Flick, la escuela literaria…?
Tantàgora impulsa proyectos propios como la Escuela Literaria, que hace acompañamiento en mediación y biblioteca escolar a claustros; Flick Festival, con un programa para escuelas; ProLij, para profesionales del campo de la edición LIJ, y desarrollamos proyectos y programas a medida en materia de fomento del gusto lector, biblioteca de centro y contenidos culturales para público familiar y escolar. Todos ellos tienen una buena acogida, anualmente llegamos a unas 30.000 personas directamente y a más de 30 centros educativos.
¿Qué os piden más las escuelas?
Nos piden el programa Escuela literaria, en el que escuchamos en qué punto se encuentra el centro en fomento del gusto lector, mediación literaria o biblioteca de centro y hacemos un plan a medida para acompañarles un mínimo de tres cursos para trabajar con el claustro los objetivos que marquemos conjuntamente. Este curso 2023-24 tenemos previsto que disfruten del programa escolar del Flick unos 4.000 alumnos. Hay centros que también nos piden poder realizar las experiencias literarias para Sant Jordi, la Semana Cultual o el final de curso, las experiencias son instalaciones donde el libro o la oralidad son el eje vertebrador y, sin quererlo, los alumnos acaban leyendo o escuchando literatura.
Las actividades que hacéis, ¿son en horario lectivo?
Sí, tanto en lectivo como en no lectivo, en función de cada centro.
El acceso a la cultura es desigual porque no todas las familias se lo pueden permitir, con el agravante que supone para el alumnado en su crecimiento personal. En este sentido, además de aumentar recursos económicos, ¿qué se puede hacer?
Allí donde podemos garantizar un acceso más igualitario a la cultura es a través de los centros educativos, puesto que allí es donde podemos conectar con toda la población. Por lo tanto, es muy necesario que los centros promuevan, y la gran mayoría ya lo hacen, salidas culturales.
Allí donde podemos garantizar un acceso más igualitario a la cultura es a través de los centros educativos
Pero aquí me gustaría hacer una reflexión; de oferta cultural para escuelas hay mucha y diversa. Nosotros abogamos por no sobresaturar de salidas a los alumnos, es mejor que haya pocas salidas, pero que garanticen un buen impacto cultural, de calidad y exigente antes que llenar por llenar y hacer salidas porque son gratuitas y nos llenan el trimestre. Igual pasa con el fomento del gusto lector, es importante que las salidas culturales no sean con un objetivo de aprendizaje académico y que se planteen solo por el gusto de ir al teatro, a la biblioteca, la música o en el cine. Hay muchas criaturas que no irán nunca con sus familias y, si cuando lo hacen, es desde la obligatoriedad de hacer actividades, trabajos y preguntarles cómo se sienten nunca les inculcaremos el gusto por la cultura; la literatura, el cine, las artes escénicas o la música.
¿Qué valores aporta el arte y la cultura al alumnado más pequeño?
Los mismos que al resto, vivir la cultura de donde vivimos nos facilita los códigos que nos permiten leer nuestro entorno y a leernos en nosotros respecto a estos y vivir otras culturas nos contrapone, nos abre interrogantes y nos desarrolla el espíritu crítico.
¿Cuáles son las novedades o los ejes de Tantàgora para el curso próximo?
Tenemos algunos retos sobre la mesa. Por un lado, conocer más a fondo el nuevo Plan Nacional de la Lectura y ver cómo podemos contribuir, extender el programa Escuela Literaria a más centros y de cara a junio del 2024 estamos viendo cómo hacer un encuentro con los centros con los que trabajamos y todos aquellos que quieran conocer las metodologías que usamos, y de cara al Flick Escolar incrementar el número de alumnos que puedan disfrutar. Como novedad, este curso hemos puesto a disposición de todos los docentes un Directorio de recursos LIJ en catalán que se puede consultar libremente a nuestra página web.