Si no eres profesor de Matemáticas de ninguna etapa lo más probable es que no conozcas GeoGebra. Es incluso posible que siéndolo, tampoco lo conozcas. Se trata de un software, de acceso libre, que desarrolló hace dos décadas un profesor austriaco, Markus Hohenwarter, en el marco de su tesis doctoral. Desde entonces no ha hecho más que ganas notoriedad e importancia. Hasta el punto de convertirse en el eje de congresos y jornadas por todo el mundo.
Esta semana ocurrirá en Córdoba, en donde se reunirán, desde mañana y hasta el domingo, decenas de docentes de matemáticas que utilizan esta herramienta o quieren conocer cómo sacarle más partido en el Congreso Internacional de GeoGebra. El evento ha sido organizado por Federación Española de Sociedades de Profesores de Matemáticas (FESPM) con la colaboración de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) y de la Universidad de Córdoba (Epaña)
Agustín Carrillo de Albornoz es catedrático de Matemática en secundaria, jubilado ya, y uno de los organizadores de este congreso. En 1984 comenzó a dar clase y fue ese mismo año en el que impartió su primer curso sobre el uso de las TIC en las clases de su materia. En aquel entonces eran cursos teóricos, recuerda, en los que se enseñaba a programar en Basic con Spectrum y Commodore. Otro siglo.
Hoy las cosas han cambiado mucho, hasta el momento actual en que un docente pude trabajar con su alumnado sobre cualquier forma geométrica que se le ocurra, utilizando la plataforma GeoGebra, y hacer que el alumnado no solo la represente, sino que interactúe con ella, que experimente.
Está previsto que Córdoba reciba a 200 docentes de Matemáticas en este primer congreso en el que impartirá una conferencia el propio Markus Hohenwarter, quien hablará de nuevas funcionalidades y desarrollos futuros que tendrá GeoGebra.
Aprendizaje por experimentación
Entre quienes hablarán durante estos días, además de representantes de diferentes institutos GeoGebra, estarán docentes de educación secundaria que hablarán de sus experiencias con esta herramienta. Es el caso de José Muñoz Santonja, del IES Macarena de Sevilla, quien mostrará cómo GeoGebra puede ir más allá de las matemáticas, explorando campos como la física, química, arte y arquitectura. Explicará cómo los estudiantes pueden estudiar obras de arte utilizando GeoGebra, fusionando el mundo del arte con las matemáticas de una manera interactiva y creativa.
Esta es una de las claves de este software. Así lo ve también Agustín Carrillo de Albornoz, quien defiende que el profesorado debe «perder el miedo» a usar este tipo de tecnología. Desde su punto de vista, uno de los principales problemas es el miedo a que el alumnado sepa más que uno mismo sobre el uso de según qué software, pero para este docente jubilado es importante dar el salto y comenzar con actividades sencillas para que las y los estudiantes vayan utilizándolo. «Son ellos los que te resuelven las dudas y te van enseñando el programa», sostiene.
Para él, lo bueno de este tipo de tecnologías es que durante un cierto tiempo mantienen la atención y la concentración del alumnado. Eso sí, no puede pasar como con los libros de texto digitales, mera conversión a PDF del papel. «Si quieres resultado distinto, tienes que hacer cosas diferentes. Y más con recursos con tanto dinamismo», comenta este docente.
Desde su experiencia, lo bueno de herramientas como GeoGebra es que «no solo se mueven los objetos» sino que se pueden establecer relaciones entre ellos, «esto hace que lo que vemos en los libros de texto y el trabajo de hallar, calcular, resolver problemas pase a ser un trabajo de descubrimiento, de experimentación». El alumnado puede manipular las figuras, ver qué reglas se cumplen y cuáles no, establecer relaciones. Para Carrillo de Albornoz el aprendizaje será, así, más duradero.
Un repositorio ya elaborado
A pesar de que este docente ya jubilado asegura que utilizar GeoGebra es muy sencillo porque la herramienta es muy intuitiva, ha participado en un trabajo conjunto con la Universidad de Cantabria, el Intef y el Ministerio de Educación y FP para proporcionar un repositorio de figuras con las que poder trabajar las matemáticas con este software desde infantil hasta primaria.
Después de 20 años de existencia, GeoGebra atesora 1,6 millones de figuras ya elaboradas por el profesorado de todo el mundo que viene utilizándolo, de manera que quien se acerque por primera vez puede hacer rápidamente uso de ellas sin tener que construirlas.
El proyecto en el que ha participado Carrillo de Albornoz ha supuesto un intento por vincular el currículo de la actual ley de Educación con GeoGebra. No solo se han dedicado a buscar estas relaciones y las figuras en cuestión, sino que, explica, se han descrito «pautas para poder utilizarlas». Asegura que ya está todo preparado en la web del Intef y que puede buscarse entre el material de diversas maneras: «por cursos, por contenido, palabras clave…».