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La escuela de educación infantil de primer ciclo en Andalucía, al menos, viene marcada, de una forma determinante, por la población en la que se inserta. La intuición de que la escuela pública llega a los lugares más complicados mientras la privada lo hace allá donde hay una posibilidad de negocio, se hace obvia cuando se observan los datos de centros y escolarización.
Si hacemos tres grupos de municipios en función de la población que tienen, tendremos unos rurales, en los que residen menos de 2.000 personas. Otros, llamados semiurbanos, con entre 2.001 y 10.000 habitantes y, finalmente, los urbanos, con más de 10.001 personas.
Andalucía renuncia a 119 millones para plazas públicas de educación 0-3 años
Según los datos del Instituto de Estadística y Geografía de Andalucía, en la comunidad hay 78 municipios rurales con escuelas infantiles de primer ciclo. En total, hay 83 escuelas en ellos; 78, públicas. La proporción de pública sigue siendo muy superior en los semiurbanos. En los 246 existentes hay 264 escuelas de la administración, mientras que solo hay 64 privadas.
Las cosas cambian radicalmente en las poblaciones de más de 10.001 habitantes. Ya son municipios considerados urbanos. Hay 137 con escuelas infantiles de primer ciclo, y existen un total de 1.086 de estas, de las cuales, 809 son privadas y el resto, públicas. De hecho, en cuatro de estos municipios, uno con más de 10.000 habitantes y el resto, con más de 20.000, no ninguna escuela pública según los datos estadísticos de la Junta de Andalucía.
Para no viciar estos últimos datos, las cifras relativas a las ocho capitales andaluzas se cuentan por separado. En ellas hay 750 escuelas de 0-3, de las que 667 son privadas y 83, públicas.
En los gráficos anteriores puede verse cómo las escuelas infantiles públicas van perdiendo peso en el cómputo total a medida que crece el número de habitantes en cada municipio.
La red actual de escuelas infantiles es una creación de los gobiernos socialistas precedentes. Una red que, ahora, el gobierno conservador del PP quiere mantener y fortalecer. Con los 123 millones de euros que le correspondían a Andalucía desde el principio, el Gobierno central calculaba la puesta en marcha de 12.000 nuevas plazas públicas de infantil. Desde la Junta, según fuentes del Ministerio de Educación, se pusieron problemas desde el primer momento y, a pesar de intentar llegar a algún acuerdo (por ejemplo, que con los 123 millones se financiara la escuela pública mientras que la financiación de la privada saliese de los fondos autonómicos), este no ha terminado de llegar.
Desde la Consejería de Desarrollo Educativo se asegura que Educación no ha querido dar su brazo a torcer en esto, como sí lo ha hecho en otras autonomías. Aseguran que poner en circulación esos 123 millones supondría el hundimiento de muchos centros privados y han preferido renunciar a ellos.
Las mismas fuentes aseguran que abrieron convocatorias para que los ayuntamientos hicieran sus propias escuelas infantiles pero solo se han repartido cuatro millones. De ahí que se vayan a devolver 119 millones que, según Educación, se repartirán entre varias comunidades autónomas que quieren ampliar sus ofertas públicas de infantil.
Las capitales
Las ocho capitales andaluzas merecen un ojo diferente. Son las que, en principio, atesoran un mayor porcentaje de escuela privada de 0-3 años, aunque con importantes diferencias entre ellas.
Sevilla y Málaga se llevan la palma. No solo tienen el mayor número de escuelas privadas, sino que tienen el menor porcentaje de pública: un 7 y un 6 % respectivamente.
En la última década, los datos no han parado de acrecentar esta diferencia entre pública y privada, pero las cifras con las que cuenta la Junta de Andalucía dificultan llegar a cierto nivel de detalle. Si se atiende a las que presentan las provincias, el aumento de la privada ha sido mucho mayor que el de la pública. Y en ello en un contexto de bajada de natalidad.
En los últimos años, muchas administraciones educativas han utilizado los años de duración de los conciertos educativos como una suerte de escudo protector de la doble red. Esto no debería ocurrir en infantil, al no ser una etapa obligatoria. Sin embargo, algunas consejerías de Educación están invirtiendo grandes cantidades de dinero público en mantener centros privados mientras dejan a la red pública congelada.
Como puede verse, el aumento de unidades públicas está muy por debajo al de las privadas en todas las provincias andaluzas.
El resultado de todo ello es que solo tres de las ocho provincias tienen una cantidad igual o algo superior de escuela pública que privada. Y en el caso de Sevilla y Málaga, las diferencias son de más del doble.
Con los datos disponibles no es posible saber cuántas criaturas de hasta 3 años están escolarizadas por población. La Junta solo facilita los datos de matrícula por provincia, con lo que resulta imposible ponderar el peso de las capitales en estas cifras, así como la labor de servicio público que realizan los centros públicos, valga la redundancia, en las poblaciones menores de 10.000 habitantes, en donde se concentra en mayor medida.
Sí parece haber una relación clara, al menos en la foto fija, entre la tasa de paro y el porcentaje de escuela pública en las ocho provincias.
Las 12.000 plazas públicas que preveían los 123 millones del Next Generation suponen un porcentaje pequeño si se tiene en cuenta que de las 270.000 criaturas de menos de tres años que hay en Andalucía, algo más de 100.000 ya están escolarizadas. Falta muchísima oferta para poder acrecentar el número de niñas y niños que pueden acceder a plazas de educación infantil de 0-3.