Como supimos hace unos días, la presencialidad que prevé el borrador de nuevo Decreto que ha de armonizar la legislación relativa a los estudios de máster para ser docente de educación secundaria, pasará de un 80 a un 40 % para las universidades que lo ofertan en versión online o semipresencial.
Según fuentes del Ministerio de Universidades, se trata de armonizar la Orden de 2007 por la que se establecían los requisitos para la verificación de los títulos universitarios oficiales que habilitan para el ejercicio de las profesiones de Profesor de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato, Formación Profesional y Enseñanzas de Idiomas.
Normas posteriores como el Real Decreto de 2021 que establece la organización de las enseñanzas universitarias, estipulaba que los grados o los másteres que se imparten en modalidad semipresencial, deben tener entre un 40 y un 60% de sus créditos docentes impartidos en modalidad virtual u online, explican fuentes de Universidades. A esto se suma que la LOSU «asume todo lo estipulado en términos de docencia y de organización de la docencia de ese Real Decreto de 2021 y de ahí la necesidad legal de hacer una modificación técnica y puntual».
La idea, según diferentes fuentes, es que las universidades que hasta ahora se han centrado en la presencialidad puedan asumir toda o una parte de su oferta de manera semipresencial o no presencial.
En la práctica, parece que, al menos en el corto plazo, las universidades privadas que ofertan másteres para el profesorado de secundaria de manera online y semipresencial tendrán mayor facilidad para aumentar una matrícula que, a día de hoy y según los datos oficiales, ya copan en un porcentaje muy alto.
De las universidades que este curso pasado tenían más personas matriculadas en estos estudios, todas ellas son privadas con oferta online o semipresencial, salvo la UNED. Ocho universidades, de las 70 que ofertan este máster, copan prácticamente la mitad de la matrícula. El curso pasado había 36.000 personas cursando estos estudios; 15.000 en estos centros. De ellos, solo uno público.
Pero es más, dos universidades, la Internacional de La Rioja (UNIR) y la Internacional Valenciana (VIU) se llevan la palma al tener 8.000 estudiantes entre las dos, 4.200 la primera y 3.800 la segunda. Esto supone que dos universidades aglutinan al 25 % de todo el alumnado matriculado.
Este medio ha intentado contactar con ambas universidades para conocer cómo puede afectar el nuevo decreto. Desde UNIR han declinado hacer declaraciones y desde la VIU no ha habido respuesta al cierre de esta edición.
La Conferencia de Decanas y Decanos de las facultades de Educación, al cierre de esta edición, no había hecho ningún análisis sobre el impacto que la medida podrá tener en la matrícula de las universidades privadas y públicas y en la oferta de estudios que unas y otras tendrán a partir de ahora.
Sobre todo esto, sobrevuela la posibilidad de la precarización del profesorado de las universidades que oferte no presencialidad 100 %, con un posible crecimiento de su ratio de estudiantes. También la dificultad para que las universidades públicas para tener una oferta suficiente y atractiva que absorba estudiantes a distancia en el corto plazo, dada la infrafinanciación en muchos territorios desde hace años, así como sus tiempos de gestión y contratación, siempre mayores.
Desde el Ministerio de Educación, FP y Deportes no se pronuncian sobre el tema y señalan que es un asunto que concierne a Universidades. Ello a pesar de que, en definitiva, se trata de los estudios conducentes (y obligatorios) para ser profesor en la educación secundaria, requisito que se exige en la legislación relacionadas con el sistema educativo no universitario.
En el último curso, según los datos provisionales, había algo más de 36.000 estudiantes matriculados en algún máster habilitante para poder ser docente de educación secundaria. Cinco cursos atrás, eran pocos más de 23.000. En esta cifra se engloban el máster conducente, así como otros estudios que ofertan muchas facultades y que se refieren a especialidades concretas dentro de la docencia de secundaria.
A pesar del aumento en la matrícula, las cifras de personas egresadas muestran un cierto parón a lo largo de los mismos años. El último curso con datos es el 2022-23 y fueron 28.326 personas. En el curso 2018-19, 28.085.
Presencialidad vs otras modalidades
21 universidades ofrecían, en el curso 22-23, estudios no presenciales o semipresenciales. De ellas, cuatro son públicas y el resto, privadas. Bien es cierto que los últimos datos,del curso 23-24, provisionales, prevén cambios en algunos centros, que han comenzado a ofertar estudios semipresenciales u otras variedades, más allá o en oposición a la oferta presencial.
Estas dos decenas de universidades suman el 47 % de la matrícula de estudiantes en el máster de secundaria en el curso 22-23. En el otro extremo se encuentran las 66 universidades que ofrecen formación presencial y que alcanzan al 53 % de la matrícula. De ellas, 21 son privadas y mantienen a 7.000 estudiantes en sus aulas mientras que las otras 45 matriculan a 13.000.
No hay gran diferencia entre las universidades públicas y privadas presenciales en cuanto al porcentaje de egresados con respecto al total de la matrícula. Para las primeras es del 78 % y para las segundas, del 81. Esto también ocurre para aquellas que tienen estudios no presenciales (semipresenciales, online, etc.). El promedio de egresados es algo interior si se compara con las presenciales, pero no entre públicas y privadas. De esta forma, la media de personas que terminan el máster está entorno al 77 % y tanto en públicas como privadas se encuentra en el 76 %.
En cualquier caso, el aumento en la matrícula en los últimos años ha sido notable, al igual que en el número de personas que egresan, aunque esta última lo ha hecho más despaci: 9.000 personas más estudian este curso el máster frente a las que lo hacían en 2018-19. Cuando se observa el gráfico de variación, pareciera que la pandemia ha empujado, de alguna manera, a que se produjesen importantes aumentos en la matrícula. Esto, añadido a los procesos de contratación de personal funcionario docente, parecen haber sido elementos clave en esta situación.
Preocupación
Diversas fuentes consultadas señalan con cierta preocupación este decreto que podría ahondar en las diferencias de matrícula entre universidades públicas y privadas y, sobre todo, entre oferta online o semipresencial y presencial.
Manuel F. Navas, docente de la Universidad de Málaga, en la facultad de Educación, señala que, entre otras cosas, podría empeorar también la situación del profesorado que trabaja en los diferentes centros online o semipresenciales, con un aumento de la ratio de estudiantes y la carga de trabajo subyacente.
Mar Sánchez, de la Universidad de Murcia y defensora de la formación a distancia y online de calidad, cree que el problema está en que, con la casa un tanto destartalada que es la formación del profesorado, “estamos poniendo un piso de arriba”. Para ella, lo primero que debería hacerse es cambiar los contenidos del propio máster de secundaria antes de acrecentar la oferta no presencial de estos estudios.
Para ella, al igual que para Héctor Adsuar, responsable de Pública en la Federación de Enseñanza de CCOO, la cuestión estriba en una escasa oferta de plazas de máster públicas. Puede ser interesante, como afirma Sánchez, que los centros públicos y los privados puedan ofertar estos estudios online o semipresenciales, pero es necesaria una potente inversión no solo en plataformas digitales que soporten un crecimiento de la matrícula, sino en formación para el profesorado que lo impartirá. Sánchez asegura que existe muy buena formación online, pero requiere de un importante esfuerzo.
Desde CCOO muestran su preocupación por la decisión de disminuir la presencialidad desde el 80 hasta el 40 % como sostiene el borrador de decreto. La posibilidad de que empeoren las condiciones de trabajo del profesorado universitario que atiende a los estudios online y semipresenciales, así como el hecho de que muchas universidades privadas tengan ya la infraestructura como para absorber a aún más alumnado frente a las públicas está sobre la mesa.
Héctor Adsuar, responsable de Pública de CCOO también se extraña de que el Ministerio de Educación no diga nada sobre un tema que, en definitiva, afectará, ya lo está haciendo, a la formación inicial del profesorado de secundaria. Buena parte del profesorado que está dando clase desde hace algunos años se ha formado en estas modalidades. Desde Educación se abstienen de hacer comentarios pues entienden que la modificación está relacionada exclusivamente con una decisión del Ministerio de Universidades.