Aunque las cifras provisionales publicadas por el Instituto Nacional de Estadística apuntan hacia una leve reducción (2%) de la tasa de mortalidad por suicidio en Cataluña durante el 2023, un estudio reciente del Institut de Recerca del Hospital del Mar alerta de que las mujeres ingresadas en un centro hospitalario a causa de un trastorno mental tienen un riesgo de suicidio 48 veces mayor que la población general. En hombres, esta cifra es 28 veces mayor que en la población general masculina. En esta línea, el psiquiatra e investigador postdoctoral Philippe Mortier, primer autor del estudio, destaca que “se ha demostrado –tras haber realizado el seguimiento de estas personas una vez dadas de alta– que durante las semanas y meses posteriores a un ingreso hospitalario por un trastorno psiquiátrico, el riesgo de suicidio sigue siendo muy alto. Es algo que se había detectado en investigaciones de otros países y en registros médicos de otros lugares, como Noruega, Suecia o EE.UU., pero en Cataluña aún no se había demostrado”.
El estudio subraya que el riesgo de suicidio es normalmente mayor en hombres que en mujeres, lo que coincide con las últimas cifras que ha hecho públicas el departamento de Salut de la Generalitat de Catalunya en el marco de la jornada intersectorial “La prevención del suicidio: un compromiso de todos” –organizada con motivo del Día Mundial de Prevención del Suicidio, que se celebra cada 10 de septiembre–, según las cuales el grupo demográfico con mayor tasa de mortalidad por suicidio es el de los hombres mayores de 65 años, con 18,2 muertes por cada 100.000 habitantes. Sin embargo, entre la población que ha sido hospitalizada por algún problema de salud mental los datos se invierten, y el riesgo de suicidio es proporcionalmente mayor en mujeres.
Según Mortier, “esto se explica porque las mujeres con trastorno mental suelen informar mucho más a su entorno –incluidos los profesionales de la salud– de que tienen pensamientos suicidas, acuden a urgencias, piden ayuda, y experimentan menos estigmas que los hombres. Por esa misma razón, tienen también menos probabilidad de estar ingresadas en un hospital psiquiátrico por el mismo trastorno”. Los trastornos que más prevalecen entre la población analizada son la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos, trastornos relacionados con el consumo de drogas y el alcohol, depresión y trastorno de personalidad. En relación con este hecho, el doctor Jordi Alonso, coordinador del Grupo de Servicios Sanitarios del Institut de Recerca del Hospital del Mar, añade que “a la hora de definir estrategias de prevención y atención personalizadas habrá que tener en cuenta que, en las mujeres, el riesgo de suicidio es mayor en la población que ha vivido un ingreso hospitalario por un trastorno psiquiátrico”.
Edad y mortalidad prematura
El estudio, realizado por el Grupo de investigación en Servicios Sanitarios del Institut de Recerca del Hospital del Mar entre 2014 y 2018 y publicado en la revista JAMA Network Open señala, además, que el riesgo de suicidio aumenta con la edad, así como la mortalidad prematura, que es la muerte por cualquier causa, natural o no, antes de los 70 años. En cambio, el riesgo por conducta autolesiva no letal es mayor en personas jóvenes y adolescentes. Esto indica que existe un proceso de transición de conducta autolesiva no letal a letal, durante el cual algunas personas acaban suicidándose. El investigador Philippe Mortier analiza el hecho de que “después de cinco años de seguimiento, un 6,6% de las personas habían muerto antes de cumplir los 70 años, y un 1% fue por suicidio. Esto se explica porque es una población con enfermedades mentales graves que sufre una realidad somática extensa, como hábitos poco saludables, medicación con efectos adversos, fumar, etc”.
En este contexto, Mortier concluye que es necesario “integrar los servicios de salud mental con la atención médica e intentar que el seguimiento post-alta se haga con garantías”, y a su vez manifiesta la necesidad de reducir el tiempo de espera en los CSMA, realizar seguimiento desde los hospitales y colaborar con otras especialidades médicas para tener una visión multidisciplinar del tratamiento y centrarse en la salud en general.
Por otro lado, un factor a tener en cuenta es el hecho que estudio del Institut de Recerca del Hospital del Mar se llevó a cabo entre 2014 y 2018, los años previos a sufrir los efectos de la pandemia a causa del Covid-19, que tanto impactó en la salud mental, especialmente, en la de los adolescentes. En este aspecto, Mortier considera que “hay un aumento de trastornos mentales en la población a partir de la pandemia; pero en suicidios no se detecta tan claramente. En Cataluña hay un aumento de la conducta lesiva entre los adolescentes, pero es difícil predecir si esto comportará un aumento de los suicidios en un futuro”…
Para mostrar el apoyo a la prevención del suicidio, dar ánimo a los que han sobrevivido después de intentar suicidarse o recordar a los seres queridos que han muerto por esta causa, la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP) promueve cada año el encendido de una vela cerca de una ventana el día 10 de septiembre a las 8 de la tarde.