Habitualmente ponemos nuestra mirada en los centros de educación obligatoria. También hemos hablado de algunas acciones y propuestas para la educación universitaria. Entre ellas las emanadas del equipo de trabajo “Enseñanza Universitaria”, que participó en la elaboración del PAEAS (Plan de Acción de la Educación Ambiental y para la Sostenibilidad). Se trataba de llevar la sostenibilidad a los campus universitarios. Sin embargo, este artículo tiene una trascendencia especial. Se realiza antes de un evento y, a la vez recoge una parte de la historia de la sostenibilidad.
Lo hemos querido hacer así porque este año se conmemora el 30 aniversario de la creación de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas CRUE y también se cumplen 22 desde que la Comisión de Calidad Ambiental, actualmente denominada de Sostenibilidad, comenzó a dar sus primeros pasos. De las 13 universidades que asistieron a la primera reunión se ha pasado a las 45 previstas en la cita que celebrará en la Universidad de Zaragoza (23-25 de octubre). Celebrando este largo recorrido, se acaba de dar un merecido premio de reconocimiento por parte de CustomMedia a la labor callada que viene realizando desde 2010 el grupo de trabajo de evaluación de la sostenibilidad universitaria de esta comisión. Grupo que cada año elabora un informe sobre los avances logrados por nuestras universidades en este campo.
Si tuviésemos que señalar un hito de toda esta trayectoria de la Comisión de Sostenibilidad habría que destacar que durante todos estos años se ha primado la estrategia de colaborar y trabajar todas las universidades juntas, comunicarse deseos y esperanzas, analizar las posibles carencias y trazar caminos de aproximación a la sostenibilidad. Y, como consecuencia, identificar buenas prácticas, elaborar planes y programas, implicar a otras entidades e instituciones para situar a las universidades españolas. Estos centros educativos no solo son Academia, sino que pretenden convertirse en verdaderos laboratorios de iniciativas sostenibles para fortalecer un devenir acorde con los nuevos retos a los que el mundo se enfrenta.
Compartir experiencias y retos ha permitido avanzar, mucho más rápido que otros países, en la configuración de una alianza de instituciones que buscan profundizar en la sostenibilidad de manera conjunta. Si bien cada una de ellas parte de situaciones y contextos muy diferentes o de posiciones más o menos acordes. La labor creativa del proyecto ha sido lenta y callada, pero firme al ir asentando unos cimientos sobre los que construir el futuro. Como consecuencia no se ha incentivado la competencia para posicionarse en las clasificaciones internacionales de sostenibilidad, sino que se han buscado puntos comunes de colaboración que permitieran avanzar más rápido para alcanzar los anhelados objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030.
En consecuencia, en los informes anuales que se han ido publicando sobre los logros de las universidades españolas, nunca se han publicado listados del desempeño global de cada una en comparación con las demás. Esto ha sido así en cada uno de los once ámbitos que se someten a evaluación y que miden los avances transformadores en sostenibilidad: política, docencia, investigación, urbanismo y biodiversidad, agua, energía, movilidad, residuos, compra verde, evaluación del impacto y huella de carbono e implicación y sensibilización de la comunidad universitaria. No se ha querido establecer una contienda entre cuáles eran las mejores universidades en estas dimensiones y las menos acertadas en este proceso de avance hacia la sostenibilidad. En este enlace se incluye cumplida información.
La evaluación que se ha venido aplicando pretendía servir como un punto de análisis y reflexión conjunta pero también de diagnóstico y autoevaluación de cada universidad para identificar la situación de partida, diseñar el camino recorrido y remarcar aquellas acciones globales más adelantadas, también para identificar las que deberían auto exigirse mayor implicación y esfuerzo. El año pasado, con el deseo de fortalecer el compromiso hacia la sostenibilidad, este grupo identificó a través de un reconocimiento público a aquellas universidades que obtenían las mejores valoraciones en cada uno de los 11 ámbitos de trabajo, y a la que mejor puntuaba globalmente.
Estos premios tenían como finalidad identificar a las universidades más avanzadas en este camino, casi infinito, y enviar un mensaje conjunto a toda la comunidad educativa: su ejemplo incentivaba un autoestímulo propio y podía servir de referencia para otras. Pero también se buscaba con esta estrategia no señalar a aquellas que van más lentas en este proceso de cumplimiento de los compromisos de sostenibilidad. El principal objetivo de este otorgamiento era mostrar a las otras universidades estrategias o puntos de referencia básicos que habían logrado éxitos en sus ámbitos de acción. Esta lectura diferenciada anima a completar el conjunto de la sostenibilidad en cada caso. En los próximos días se conocerán, las nuevas universidades que han recibido esta merecida distinción en 2024.
No nos cansaremos de subrayar que esta práctica de crecer en conjunto no es algo generalizado en otros países, en donde prima más la universidad individualizada y competitiva que el trabajo en colaboración y asociación. Es importante, después de tantos años reconocer la labor realizada por la Comisión de Sostenibilidad que mantiene la idea global de crecer como conjunto y a la vez intenta dar pautas concretas en ámbitos muy puntuales a aquellas universidades que han tardado más en identificar sus posibilidades y asumir compromisos, quizás porque han cambiado sus equipos directivos. El objetivo final no es que algunas universidades lleguen primero a la meta, sino que todas consigan aproximarse a la meta 2030, aunque sea a ritmos diferentes, y con un apoyo solidario de las que tienen mejores condiciones o recursos, o empezaron antes a dar sus primeros pasos. Sin duda la unión fortalece la acción conjunta. Esta forma de obrar coincide con el ODS núm. 17. Alianzas para lograr los objetivos.
Conscientes de que queda camino por recorrer, en esta cita a celebrar en la Universidad de Zaragoza se pretende renovar los compromisos, intercambiar logros y reconocer esfuerzos; también aventurar caminos en aquellos aspectos que como conjunto los resultados no han sido los que se esperaba.
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