Los migrantes musulmanes que llegan al Estado español tienen un 69% de probabilidades de que sus hijos finalicen la etapa escolar obteniendo como máximo el título de ESO. Índices de baja formación educativa solo superados por Grecia (82%) e Italia (70%). Asimismo, solo un 4% obtendrá un título universitario, proporción que en el conjunto de la sociedad española supera el 35%, según destaca el último informe de la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, “Being Muslim in the EU. Experiences of Muslims”, que se centra en las experiencias de los migrantes musulmanes y sus hijos en 13 países europeos.
Si bien la población general española presenta una estructura de “reloj de arena” —con un 38-39% de población con estudios básicos, un 36-37% con estudios superiores y un 25% con estudios intermedios—, esta situación no se da entre la población migrante musulmana. En este caso, la forma es de “pirámide”, con una base muy amplia (69%), una parte central relativamente similar a la media de la sociedad (27%) y una cúspide prácticamente anecdótica del 4%.
“En general, casi un tercio (30%) de los encuestados musulmanes de entre 18 y 24 años son jóvenes que abandonan la escuela. Esta tasa es más de tres veces superior a la media de la población general en la UE-27”, alerta el informe. También detalla que la tasa de Abandono Escolar Prematuro (AEP) entre los chicos musulmanes es superior a la de las chicas, en una proporción del 37% frente al 22%.
El estudio también expone que casi la mitad (43%) de los encuestados que como máximo tienen el graduado básico trabajan en ocupaciones elementales, pero que 1 de cada 10 de los que han completado la educación terciaria también lo hacen. “Esto apunta a la sobrecualificación entre los encuestados musulmanes y a la posible dificultad de reconocer las cualificaciones obtenidas en el extranjero en los países de residencia de los encuestados”, se destaca. “La tasa de sobrecualificación es, en promedio, del 41% para los encuestados musulmanes y del 22% para la población general de la UE-27”, advierte.
De hecho, más de la mitad de los musulmanes en el Estado español que responden a la encuesta trabajan en empleos elementales (57%), la proporción más alta de la UE. En Grecia, la proporción baja al 36%, y en Italia al 34%. La proporción más baja de musulmanes desempeñando tareas elementales se encuentra en Alemania (16%).
Disponer de una vivienda en condiciones también es clave para garantizar el éxito escolar. En España, un 31% de los encuestados musulmanes aseguran que tienen dificultades para mantener su hogar caliente, muy por encima del 17% del conjunto de la sociedad española y lejos del 9% de la media europea.
Contrariamente a estos datos, los musulmanes de España e Italia aseguran haber experimentado los niveles más bajos de discriminación racial directa, situándose Austria, Finlandia y Alemania en el extremo opuesto de esta clasificación.
La encuesta se realizó entre octubre de 2021 y septiembre de 2022 a una muestra representativa de 9,604 ciudadanos musulmanes en 13 países de la UE. En el Estado español, se entrevistó concretamente a 729 personas provenientes de países del Magreb y 381 de países subsaharianos.
“Estamos asistiendo a un preocupante aumento del racismo y la discriminación contra los musulmanes en Europa. En lugar de sembrar división en nuestras sociedades, debemos garantizar que todos en la UE se sientan seguros, incluidos y respetados, independientemente de su color de piel, origen o religión”, afirmó la semana pasada la directora de la Agencia, Sirpa Rautio, durante la presentación del informe.