La segunda oleada del informe Programa para la Evaluación Internacional de las Competencias de la Población Adulta (Programme for the International Assessment of Adult Competencies, PIAAC por sus siglas en inglés), -la primera fue hace diez años-, ofrece información sobre la comprensión lectora y matemática, así como sobre la resolución de problemas.
Una década después de la primera oleada, el resultado de España mejora ligeramente, pero continúa teniendo puntuaciones medias y, en la tabla, está en el tercio inferior del conjunto de países que participan.
En lectura, la población en España obtiene 247 puntos; 250 en competencia matemáticas y, 241 en resolución de problemas. Esta última competencia no tiene elemento de comparación con la anterior oleada puesto que es una novedad de esa edición.
Nos encontramos a entre 10 y 15 puntos de distancia de los promedios de la UE y la OCDE aunque muy cerca de los resultados de países como Corea, en la cabeza de los informes PISA, o por encima de otros como Italia (lectura), Estados Unidos (matemáticas) o Portugal (resolución de problemas).
Después de una década, España se mantiene estable en sus rendimientos tanto en lectura como en matemáticas. En la primera desciende 3 puntos y en la segunda asciende 6. En ambos casos, como destaca el informe, se trata de variaciones no significativas.
En la parte alta de la tabla, Finlandia que aumenta 15 y 17 puntos respectivamente, lo que da a entender que su sistema educativo ha sido capaz de mejorar en estos años a pesar de crisis económicas y de salud. En la parte baja de la tabla, se encuentran países como Polonia (-31 y -21), Lituania (-28 y -22) y Corea (-23 y -10).
La pérdida en las diferentes competencias se debe, al menos en parte, al envejecimiento de la población. El informe recuerda que en la mayor parte de los países participantes hay una bajada de los resultados entre los mayores de 35 años que se se da en edades anteriores. España no es una excepción en este sentido.
«Los adultos jóvenes nacidos entre 1989 y 1996 obtuvieron 7 puntos menos en 2023 (cuando tenían entre 27 y 34 años) que en 2012 (cuando tenían entre 16 y 23 años), diferencia no significativa. En el siguiente tramo de 35-44 años en 2023, la pérdida observada es de 10 puntos (diferencia significativa) y de 16 puntos en el tramo de 45-54 años. En la generación de más edad (44 a 54 años en 2012), la pérdida es algo menor en PIAAC ciclo 2 con 13 puntos menos (descenso significativo)», explica el informe español.
Como se aprecia, existen muy leves diferencias en los resultados dependiendo del sexo a favor de los hombres, aunque dichas diferencias prácticamente desaparecen con los años. Cuanto más mayores, menores puntuaciones se obtienen en las tres áreas.
Diferencias
Una de las claves de los resultados españoles la encontramos, como pasó hace unas semanas con PISA, en los porcentajes de los diferentes niveles de rendimiento. PIACC 2023 contempla hasta cinco niveles de rendimiento, aunque los más altos los agrupa en uno: menos de 1, 1, 2, 3 y 4 y superiores.
En comparación con la media de la OCDE, España tiene más población adulta en los niveles 1 e inferiores en las tres competencias (31, lectura y matemáticas y 35 en resolución de problemas versus 26, 25 y 30 respectivamente).
En la otra punta del espectro también hay diferencias. En el nivel 4 y superior, España tiene un 4 % en lectura (12 para la OCDE); un 6 % en matemáticas (frente al 14 de la OCDE) y un 2 % en resolución de problemas (5 % OCDE).
Por contra, los porcentajes más elevados en España están en el nivel 2 (40, 38 y 44 respectivamente).
En general, no son grandes, salvo en matemáticas, en donde las mujeres obtuvieron 10 puntos menos que los hombres. Eso sí, recalca el informe, esta diferencia es la misma que la de la media de la OCDE.
Las comparaciones son odiosas pero, por ejemplo, mientras que España tiene al 71 % de su población adulta en los niveles 2 e inferiores, Finlandia tiene el mismo porcentaje (70), en los niveles 3 y superiores. El 4,3 % de la población española está en el nivel 4 y 5, mientras que en Finlandia esa cifra es del 35 % (fundamentalmente en el nivel 4, con un 28 %).
Bien es cierto que, por ejemplo, nos encontramos en cifras muy similares de las de Corea, Polonia, Portugal.
Otra de las diferencias destacables en los resultados se observa al atender al nivel educativo alcanzado por la población.
El Lectura, quienes alcanzan solo la ESO, obtienen 218 puntos; 244, quienes llegaron a la postobligatoria, y 271 las personas que alcanzaron la educación superior.
Para Matemáticas los resultados son similares: 218, 249 y 275 respectivamente y, en resolución de problemas: 219, 237 y 259.
Como puede observarse en estos tres últimos gráficos, la educación primaria y secundaria en España ofrece mejores rendimientos para las personas adultas en comparación con los promedios de la OCDE y la UE. Una ventaja que se pierde en la secundaria postobligatoria y, todavía más, en la educación terciaria.
Ser migrante de padres migrantes también supone una diferencia importante, una desventaja, a la hora de obtener rendimientos en las tres áreas analizadas por PIACC. En Lectura, alcanzan 34 puntos menos que los nativos de progenitores nativos; 38 en el caso de las Matemáticas y 30 para la resolución de problemas.