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Durante tres horas largas, sindicatos educativos y Ministerio estuvieron reunidos para comenzar la primera reunión en la larga travesía que se avecina: la transformación de la profesión docente que culminaría, según las fuentes consultadas, en un Estatuto Docente antes de la finalización de la legislatura en 2027.
Desde 2021 los sindicatos no se reunían con representantes del Educación para hablar de las condiciones generales de la profesión docente. Lo hicieron tras la presentación del documento de las 24 medidas que la Lomloe obligaba a redactar al Gobierno. Desde entonces no se han conocido avances.
La reunión de ayer supuso el primer paso que se concretará entre finales de enero y primeros de diciembre cuando se fijen los diferentes grupos de trabajo que finalmente. También está previsto que se fije un calendario para las negociaciones. Como dice Mario Gutiérrez, presidente nacional de Enseñanza de CSIF, «exigiremos rapidez y un calendario de finalización» para las negociaciones.
Es el sentir mayoritario entre los sindicatos consultados. Todos los asuntos son importantes, desde la definición de las competencias docentes hasta la transformación del acceso a la profesión, pero es urgente que el profesorado vea señales, guiños por parte del Ministerio de Educación.
Gestos
«No puede ser que no haya clara voluntad y que se note de mejor las condiciones del profesorado», afirma Héctor Adsuar, responsable de Pública en la Federación de Enseñanza de CCOO. En la lista de mejoras, la coincidencia es prácticamente total: horario lectivo, ratios profesor alumno, integración de todos los cuerpos en el A1 y equiparación salarial.
«Desde la UGT, afirma Maribel Loranca, nos parece razonable que se trabaje sobre el perfil docente o la formación inicial, pero es un planteamiento para los futuros docentes. Quienes están en ejercicio necesitan gestos; necesitan saber y ver que sobre sus condiciones también se está negociando».
«Están abiertos a hablar, no han cerrado ningún tema» asegura Ramón Izquierdo, responsable de Acción Sindical de ANPE. «Dicen ser ambiciosos», confirma Adsuar, quien explica, como lo harán el resto de representantes sindicales, que el subsecretario de Educación, representante del Ministerio de Educación, habló de que al final de la negociación está previsto tener publicado un Estatuto Docente. Sería el primer intento desde que en 2007, a las puertas de la crisis económica, otro Ministerio del PSOE cerrase en falso la última negociación de este calibre.
Desde el Ministerio de Educación aseguran que hasta que no se hayan realizado todas las negociaciones no harán declaraciones sobre lo que ocurra en las diferentes reuniones que se realicen.
Estatuto Docente
Más allá del producto final de la negociación, los sindicatos aseguran que durante el tiempo que duren las conversaciones se irán aprobando y haciendo las modificaciones legislativas y normativas necesarias en función de los acuerdos a los que se vayan llegando. Es decir, no se va a esperar hasta el final del proceso para cerrar los temas.
«Quieren un Estatuto, afirma Adsuar, pero no descartan que, si llegamos a medidas antes, no esperarán al texto final. Se pueden hacer modificaciones a base de reales decretos o reales decretos-ley».
Maribel Loranca, responsable de Enseñanza de FeSP-UGT se muestra cauta, como todos. «El Ministerio ha expresado que es un tema serio y ambicioso y que responde al compromiso de la legislatura». Bien es cierto que esta es la segunda en la que se habla de la legislatura del profesorado.
En cualquier caso, confirma que el Ejecutivo «está abierto a hablar de todo absolutamente» y que quiere implicar a las comunidades autónomas.
De hecho, informa Ramón Izquierdo, hoy el Ministerio se reunirá con las CCAA. La idea es que a partir del siguiente encuentro todas las partes estén presentes: Gobierno, sindicatos y autonomías, para avanzar en los diferentes temas sin perder el tiempo.
Para Gutiérrez está bien la implicación de las autonomías, pero recuerda que hay asuntos en los que el Ministerio ha de liderar y tiene las competencias para hacerlos. Es, sin duda, el caso de las ratios, los horarios o el grupo A1.
Por delante quedan muchos meses de incertidumbre y de espera. Más allá de que las comunidades autónomas estén dispuestas a transigir con ciertas cuestiones que, de una manera u otra, van a impactar en sus presupuestos, hay otras muchas carteras que están implicadas. Los ministerios de Universidades, Trabajo, Hacienda o Función Pública también tendrán que dar su punto de vista en algunas partes de un proceso que, desde luego, no promete ser rápido.