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Miriam Escacena es docente Montessori, una profesión a la que llego tras la maternidad. Ella estudio para ser ingeniera y así lo hizo hasta que, durante su estancia en México con su familia, decidió que sus hijos acudiesen a una escuela Monstessori. Lo que vio que allí ocurría la llevo a cambiar su vida por completo.
Hablamos con ella sobre alguna de las claves de esta metodología con mas de 100 años que ha de adaptarse a los nuevos tiempo. Como dice Escacena “me hubiera encantado saber qué hubiera pensado Montessori de las pantallas”, una de las preocupaciones más importantes de familias y administraciones públicas en los últimos meses.
La semana que viene hablara de este tema, así como de otras preocupaciones de la pedagogía Montessori en el VI Congreso Internacional que ha organizado. Un Congreso que, desde esta edición y gracias a las Generalitat de Cataluña tiene reconocidas 40 horas de formación para el profesorado.
Quería empezar por preguntarte que es la pedagogía o el método Montessori.
Vale. Es difícil de resumir así brevemente, pero digamos que Montessori se enmarca dentro de lo que conocemos como pedagogías activas o alternativas, diferentes al sistema tradicional en el que nos hemos educado la mayoría de nosotros y ahí estaría pues el enfoque Reggio Emilia, Waldorf, Montessori, las escuelas democráticas, escuelas libres, etc.
Para mí Montessori destaca entre todas ellas porque es el método de la pedagogía científica. María Montessori no es que se inventara el método sino que lo fue desgranando en base a observaciones que hizo durante 40 años a niños y niñas de todo el mundo. Y lo que intuía Montessori con sus observaciones hoy lo demuestra la ciencia y en especial la neurociencia: cómo aprenden los niños, cómo funciona el cerebro, las necesidades de cada etapa… Es una forma de educar y acompañar de una manera muy respetuosa con esa evolución del niño desde que nace hasta que se convierte en adulto. No hay esas prisas que tenemos a veces en la educación más tradicional de con cinco años tiene que saber leer y escribir y estamos siempre comparándonos.
Y hablando de comparaciones, ¿Cuál es el valor diferencial de Montessori frente a otros enfoques? Has nombrado ya algunas, pero…
Para mí, el respeto a los procesos de desarrollo y a los tiempos, porque forzar determinados aprendizajes que dependen de una maduración, como por ejemplo el control de esfínteres. A los tres años niñas y niños tienen que entrar al cole de mayores sin pañal. Pero es que es una cosa que depende del sistema autónomo, del sistema nervioso. Por mucho que tú lo intentes, si no llega, no llega. Y con la lectoescritura igual. A lo mejor a un niño con cinco años le falta un clic de maduración cognitiva, y el proceso de aprendizaje más bonito de toda la etapa de infantil, que es aprender a leer, que nos permite ser libres, puede ser una auténtica tortura, cuando a lo mejor con seis años todo va como la seda.
El valor diferencial es el respeto y luego que se trabaja mucho la autonomía de los niños y niñas. Yo he visto niños súper pequeñitos que con un añito solo llegan al cole, se quitan el abrigo, lo cuelgan, se cogen su bandejita con su trabajo, se preparan el desayuno. Toda esa autonomía fomenta también mucha autoestima, ¿no? Porque a los dos años cualquier niño te está diciendo yo solito, yo solito. El ver que lo logran, pues eso al final son conexiones neuronales de las buenas, ¿no? Y como creer en sí mismos, mucha capacidad. Son niños muy autónomos. A mí me gusta mucho.
Cuando hablamos de Montessori o de otros sistemas de enseñanza muchas veces se piensa en infantil, un poco en primaria y nos cuesta hacer ese traslado con niñas y niños ya a partir de los 12 que entran en secundaria. Aunque María Montessori había desarrollado parte de la pedagogía a partir de secundaria. No sé cómo aterriza esto 100 años
Es verdad que parece que nuestra mente asocia pedagogías alternativas con la etapa de infantil, de 0 a 6 años, que como no es educación obligatoria, como que todo vale, hay más manga ancha, no pasa nada, así van como más a jugar y tal, y que luego cuando llega ya primaria, viene lo importante, y luego secundaria, con la preparación a la universidad, pues hay que ser más serios.
Pero no, nada más lejos de la realidad. Este método cubre todas las etapas. Es verdad que es más conocido en infantil, pero en España tenemos ya bastantes proyectos de primaria, en Gran Canaria, en Extremadura, en Vigo, que además es un colegio avalado por la Junta de Galicia. Este colegio, en el que hacen secundaria, lo visité en Semana Santa; los chavales tienen una asignatura que se llama Professions en la que cada trimestre va un profesional a hablarles de cómo es su día a día laboral. Nada de teoría, sino cómo es el día a día, tal cual. Es un aprendizaje mucho más significativo cuando lo haces con objetos reales que con un libro.
Volviendo un poco a las etapas iniciales, hay mucho trabajo manipulativo y de que el niño y la niña accedan al conocimiento poco a poco, siguiendo sus gustos. Me gustaría saber cómo se maneja esto en un cole, esa dualidad entre un currículum reglado y que accedan a él de manera voluntaria, digamos, pero acompañados?
Es, casi, la base de la pedagogía. Montessori es un método muy estructurado, el currículo que tiene es impresionante. María Montessori era bióloga además de médico, psicóloga, antropóloga, un montón de cosas. Solamente el currículo de botánica y zoología es una preciosidad.
Pero el secreto está en que los maestros que en la pedagogía Montessori se llaman guías, porque guían el camino del niño, somos grandes observadores. Y esto hace que haya un registro de observaciones, una base documental muy, muy grande.
Nos fijamos en los intereses y en el desarrollo cognitivo de cada niño o de cada niña, pero vamos adaptando y sabemos que, al final, tiene que cumplir un currículo y unos objetivos pedagógicos. La diferencia con el sistema tradicional es que no todos lo hacen a la vez. No todos con cuatro años en el segundo trimestre tienen que saber las vocales porque alguien lo pensó un día en el currículo. Van a llegar, pero cada uno en su momento y eso implica mucho trabajo de observación.
Mis hijos fueron a un centro Monstessori en México y en un mes de colegio, que mi hija estaba entrando en primaria, la guía, su profesora, nos hizo una reunión y de verdad nos trajo un informe como de 15 páginas de cómo era nuestra guía a nivel de desarrollo cognitivo, social, físico… de todo. Y yo dije, “esta mujer conoce más a mi hija en un mes que yo en 7 años”.

Esto me hace preguntarme por la ratio de niños por aula. Entiendo que esa observación requiere de que no haya 25 personas en esa clase a las que observar todos los días.
Este es el tema más difícil cuando intentamos llevar Montessori a la pública sobre todo porque sí es verdad que suele haber 25 niños igualmente en el aula. María Montessori incluso hablaba de 40 y bueno, como eramos en nuestra época. Pero claro, es verdad que con esos 25 niños generalmente hay dos adultos, una guía y un asistente. Entonces, bueno, en la mayoría de coles esto no es así. Pero de verdad yo llevo ya muchos años haciendo formación al profesorado y también en los centros de formación de profesorado de diferentes comunidades, en colegios y públicos que me encantan, cuanto más difícil mejor, los de difícil desempeño me encantan, y al final se logra sacar tiempo para la observación porque cuando tú trabajas mucho la autonomía y cada niño es capaz de elaborar y construir su propio aprendizaje a través de los materiales, no necesita que estés dando tú una clase magistral todo el rato. Cuanto más autónomos son ellos, más tiempo sacamos nosotros los maestros para seguir esa observación y es muy, muy bonito.
¿Cómo es una clase? ¿Qué puede esperar alguien de una clase de Montessori? Entiendo que es diferente en infantil o en primaria, pero explícame un poco si hay niños y niñas de diferentes edades, si hay una estructura más o menos clara, es decir, diferentes rincones en el aula…
Sí, mira, en Montessori generalmente no segregamos a los niños por año de nacimiento, sino que normalmente les juntamos en grupos de tres años consecutivos, de 0 a 3, de 3 a 6, 6 a 9, 9 a 12, así. Bueno, en 0 a 3 sí se hace una distinción de los gateantes y los que ya cambian.
Pues imagínínate en segundo ciclo de infantil donde están de 3 a 6 años, al final tiene muchas ventajas el que convivan diferentes edades porque la vida es así. Un niño cuando va al parque no le pregunta a quién va a jugar, en qué año ha nacido o con sus hermanos o sus primos. Y claro, en un ambiente de 3 a 6, los niños de 3 que están viendo que los de 5 o 6 ya leen, eso es muy estimulante para ellos porque aprenden por imitación, ven que que hay un código que hay que descifrar.
La clase se distribuye, no hay libros, es todo materiales didácticos, científicos y se distribuye por áreas de aprendizaje. Son cinco: vida práctica, sensorial, matemáticas, lenguaje y cultura. Y los niños van al final pasando por todos los muebles que son estanterías bajitas a su altura, donde están los materiales y los van llevando a la mesa y van trabajando y descubriendo las propiedades, porque se habla de Montessori como la autoeducación, son ellos los que descubren las cosas.
Claro, por eso te preguntaba antes, ¿no? La dificultad o el rol también de la maestra, de la guía, y ese lugar extraño entre conseguir llegar al currículum y dejar tanta autonomía para el aprendizaje.
Es que es impresionante porque solamente el hecho de que el niño vea a otros trabajar con otros materiales al final también quiere hacer otros y cuando un material digamos que hay como que solucionarlos; es una pedagogía deductiva no inductiva. En lo inductivo le damos todo el conocimiento hecho puré, en esto no es como si cada material fuera un pequeño jeroglífico y hay que buscar la solución pues con el que aprendes a sumar, con el que aprendes a restar. Entonces el niño se engancha mucho con el material, como que el periodo de concentración aumenta y el día que consigue resolverlo es como que ya se ha quedado tranquilo, no le interesa más ese material y va a ir a otro. Y nosotros los maestros lo que vamos haciendo es ese registro, ¿no? Y hacemos esa labor de guías porque si sabemos que ha avanzado muy bien en matemáticas pero en lenguaje todavía no, bueno, pues le mostramos esos, ¿no? O sea, hay libertad dentro de una preselección de materiales que ha hecho el adulto y que sabe por dónde tiene que pasar.

Estaba pensando en la evaluación, en el examen. El sistema educativo nos enseña a hacer muchos exámenes desde bien pequeñitos y entiendo que en Montessori esto no pierde el sentido a través de la observación continua de la persona guía. Pero cuéntame un poco cómo hacéis ese trabajo de evaluación y si puedes, en etapas como más posteriores, secundaria y demás, si se hace algún tipo de trabajo de preparación para un examen.
Sí, sí, en infantil no hay exámenes, obviamente, pero luego ya a partir de primaria y demás sí que ya empieza a haber, ¿no? Lo que pasa que es como lo que decíamos, que hay tantísimo trabajo de observación que al final conoces tan bien a tus alumnos que sabes perfectamente pues quién ha llegado a multiplicar a dividir si alguien tiene un problema no sé con la ortografía o con las ciencias y lo sabes ya por el día a día y al final someter esa evaluación a un día una hora en concreto un examen pues a lo mejor ese día tiene un día horrible el niño ha dormido fatal o está mal y con la tripa ¿no?, pero bueno por otro lado como también está la vida real, que es una preocupación de los padres pues obviamente en secundaria y todo eso hay exámenes y hay una muy buena preparación para el acceso a la universidad. De hecho aquí en España también tenemos un centro, el colegio British Montessori de Murcia que tiene bachillerato también
Dejando un poco de esto. Me gustaría que me contaras cuáles son las dificultades que encontráis a la hora de acceder a los coles públicos.
Pues como te decía antes, la verdad es que yo hago mucha formación tanto a colegios privados como concertados y públicos, pero es que lo que más hago es públicos, porque me llaman de todas las administraciones, tanto del CTIF aquí de Madrid que es el centro de formación del profesorado, como de Castilla-La Mancha tal y cada vez hay más interés y el hecho de que además las administraciones sean ellas las que están formando el profesorado. es una buena señal y al final no hay tanta dificultad.
Se piensa siempre hay muchos mitos de que es muy caro que los materiales son caros que hay que hacer muchas cosas y al final no es tanto así porque de hecho en algunos proyectos hemos hecho una evaluación rigurosa de lo que gastamos cada año los padres entre libros de texto materiales fungibles, cuando hay una cooperativa que tienes que poner un fondo para lo que iban gastando en el año y demás… Si todos los sumas y claro si lo quitas porque en la pedagogía montessori no hay libros y no hay ese tipo de cosas. Sí hay una pequeña inversión inicial en materiales, pero que duran toda la vida, son de madera, no tienen luces, ni pilas, ni se rompen, no son electrónicos. Al final va compensando la cosa.
En algunos incluso cuando se celebran cumpleaños, que a veces va el peque con una bolsita de chuches para todos los de la clase y tal. Si te pones a pensar en eso, aunque sea un euro, ya son 20 euros o 25. En algún cole hemos propuesto, ¿por qué no en lugar de eso, ese dinero se invierte en un material y el peque viene con él y se viene orgulloso porque es algo que va a dejar en la clase. Con esa tontería hemos logrado dotar un montón de aulas así, poquito a poco. Montessori se ha hecho hasta en campos de refugiados. Son más las ganas de hacerlo; a veces es cómodo seguir en lo que has hecho siempre y te da miedo un cambio. Merece mucho la pena.

Más allá de los materiales, pensaba en las dificultades de ir acordes con el currículum de las evaluaciones, de lo que el sistema arreglado espera de los niños y las niñas a edades muy concretas. Si luego un cole público que decide hacer este camino ¿qué dificultades puede encontrarse, si es que son muchas o son pocas, a la hora de que llegue de un día a la inspección y diga, bueno, muy bonito lo de Montessori, pero es que esto no tiene encaje?
No, no hay ese tipo de dificultades porque, como digo, de verdad, el currículo Montessori es muy extenso. Entonces, simplemente hacemos una triangulación. Yo dirijo dos posgrados universitarios en pedagogía Montessori, que ha sido un sueño también llevar Montessori a la universidad, y trabajamos mucho en eso, ¿no? Con las alumnas, que son todas maestras, hacemos esa triangulación. ¿Qué dice la ley? Que ahora tenemos a nivel nacional la LOMLOE del 2020, ¿qué dice la legislación autonómica?
Y luego, ¿cómo va el currículo de Montessori? Y hacemos una triangulación y al final tú tienes que llegar a unos objetivos curriculares, pero existe la libertad de cátedra. Entonces, cómo tú llegues, da igual, pero realmente el niño con X años tiene que tener estas competencias, ¿no? Y es que llega a eso y más, de verdad. Tengo alumnas que en primaria dicen, es que me piden más, me piden más de lo que viene en el libro de texto. Digo, claro, es que como luego una vez que empiezan en esto, aprenden mucho más rápido, quieren seguir. Entonces, luego te tienes que buscar más la vida.
Otro tema que ahora está como muy candente y es bastante polémico, que tiene que ver con las pantallas. Desde Montessori el acceso a las pantallas no es ni mucho menos una prioridad, es una cosa que tenéis bastante apartada.
La verdad es que esto es abrir un melón el tema de las pantallas. En el Congreso yo hablo de esto en mi ponencia. A mí me hubiera encantado saber qué hubiera pensado Montessori de las pantallas porque, claro, ella nació en 1870, murió en 1952, entonces era una mujer muy revolucionaria y siempre estaba muy a la última, entonces me hubiera encantado conocer su opinión.
Lo que hacemos y mi reflexión sobre esto, después de además leer muchísimos estudios de investigación y lo que está pasando también en otros países y demás, es que es un tema que hay que enfocarlo según en qué etapa estemos. En 0-6 años, que es educación infantil, ya ha dicho la Asociación española de pediatría que cero pantallas; antes decían que de 0 a 2 pero es que han dicho que de 0 a 6 nada de pantallas luego en primaria pues poco a poco y en secundaria obviamente más.
En primaria yo pienso igual que en todo que todos los niños reciben educación vial en los colegios que es algo que se les da yo me acuerdo cuando iba a la policía te hacía como un circuito que te aprendiera las señales y todo eso no y te quedaban años para sacarte el carnet. Pues es que debería haber una educación en entornos digitales. De estar fenomenal, hay que tener competencias digitales en el mundo en el que vivimos, pero hay que conocer los peligros, ¿no? Y sobre todo en educación secundaria, que ya sabemos que los niños, me parece que la estadística es el 98% a los 15 años ya tiene un móvil. Le estamos dando una puerta al mundo, pero hay que decirles cómo es ese mundo, tú a tu hijo no le das unas llaves del coche sin enseñarle, ¿no? Hay colegios que ya están teniendo asignaturas de estas de seguridad en entornos digitales como esta escolar, pero es que no creo que es algo que debiera recibir aquel que puede pagárselo, creo que igual que damos a todos educación vial, educación para la ciudadanía, etc., Hay que dar este tipo de educación porque la tecnología al final en sí no es buena ni mala, es como nosotros lo hacemos. Hay que aprender e informarse de las cosas buenas y las cosas no tan buenas.
¿Como llega una ingeniera a la pedagogía Montessori y a ser la ideadora del Congreso Internacional que va por su sexta edición?
Cuando la maternidad llega a nuestras vidas pues nos reordena un poco nuestras prioridades y nos hace preguntas que a lo mejor antes no nos habíamos cuestionado. Yo tengo dos hijos: mi hija mayor tiene ya 15. Hace unos años no se hablaba tanto de educación respetuosa, etcétera, creo que los últimos años sí que hemos tomado más conciencia de no hacer una educación tan basada en el autoritarismo y en métodos conductistas, punitivos, premios, castigos y demás, porque sabemos que eso no funciona.
Yo empecé a investigar, picoteé un poco de diferentes pedagogías porque no me gustaba el sistema tradicional para mis hijos y cuando llegué a Montessori me enamoró. Entonces tuvimos oportunidad de irnos a vivir a México, que allí hay muchísimas escuelas alternativas. Nuestros hijos fueron a un colegio Montessori y querían ir hasta el fin de semana y en vacaciones… ¡Si cualquier niño el domingo ya está un poco mosqueado porque el lunes toca cole! Y yo me preguntaba ¿cómo les tratarán allí? Que sienten que realmente pertenecen y que su labor allí es importante. Era impresionante cómo aprendían. Además, no había deberes, hacían lo justo y necesario en clase, no hace falta más. Cuando las cosas se hacen bien, cuando realmente es un aprendizaje significativo, es que no hace falta más. Lo que es una locura es a día de hoy, que salen del cole y luego están escolares y luego deberes y no tienen tiempo para jugar, que jugar es un derecho.

Todo lo que yo vi allí me transformó tanto y cuando terminé de formarme como guía Montessori, al volver a España dije, “yo esto lo tengo que contar para que aquí se sepa mucho más”. Entonces empezamos en 2019, yo escribí tres o cuatro emails a compañeros de profesión, todos dijeron que sí.
En estas cinco ediciones anteriores hemos reunido a más de 100.000 espectadores en todo el mundo. El Congreso tiene una parte social muy importante, se pueden ver las conferencias de forma gratuita y ha sido muy bonito. Hemos conocido proyectos hasta en Japón, en China, en los lugares más complicados y con presupuesto cero casi, que ves las ganas que tiene la gente de hacer cosas y eso también es muy motivante. Creo que a día de hoy la de los maestros es una de las profesiones con más burnout que existen, los maestros y los sanitarios. Quemados, con depresión, con ansiedad, pero claro, es que ha habido tantas reformas legislativas, ¿no? Según el color del gobierno, que al final, que si la LOE, la LONCE, la LONLOE y tal, cada X años hay que cambiar, muchísima burocracia y al final los maestros empiezan a perder su vocación, que es una profesión súper vocacional, ¿no?
El congreso también sirve para crear un espacio de encuentro, conocer diferentes profesionales, directores de escuela, investigadores, maestros, educadores que están trabajando de esta manera, conocer cuáles son sus mejores prácticas en innovación educativa y contagiarnos de ese buen hacer y de los resultados que luego se ven y darnos cuenta de que otra educación es posible. Así que bueno, un año más nos lanzamos a esta aventura.
No se si tenéis algún enfoque especifíco este año.
El tema de las pantallas es un gran tema este año porque con lo que sacó la Comunidad de Madrid en el mes de marzo, que fue pionera en esto, y ahora la Generalitat, que incluso han ido más allá porque han dicho de prohibir los móviles y los relojes inteligentes en secundaria, que antes se usaban en determinados momentos, incluso para hacer trabajos en clase.
Creo que ha llegado el momento de pararnos a reflexionar y sí que tengo unas cuantas ponencias de eso, incluso tengo también el líder del movimiento OFF, una plataforma que se ha hecho donde están intelectuales como Caterine Lecuyer y muchos otros neurólogos, pediatras, pidiendo a la administración que se reflexionen. Se ha invertido mucho en digitalización en los últimos años, es verdad que hay un cierto problema porque muchos fondos han venido de Europa y ahora no se pueden quitar las pantallas así como así, en infantil. Pero bueno, sí que se pueden trasladar, quitarlas de infantil, lo que decía, cada etapa lo que corresponde, de 0 a 6 nos han dicho que no, pues no, pero eso no significa que las demonicemos, las trasladamos a otras etapas y enseñamos a cómo usarlas, ¿no?
Tenemos cinco ejes temáticos que son Montessori, en sí, 100%, vamos a hablar de mates, lenguaje, todo como se enseña, ciencias, etc. Otro es desarrollo de competencias, que va muy acorde a lo que pide la ley, la Lomloe. Adolescencia, porque eso, como muchas veces pensamos que en Montessori con adolescencia no hay nada y sí hay mucho. Otro es en neurodiversidad, necesidades especiales todas las tan importantes ahora. Y el último es proyectos transformadores que aquí es donde pongo ejemplos de colegios que he conocido o que ha acompañado que eran 100% tradicionales y cómo poco a poco a base de formar al profesorado, al equipo directivo y demás, han logrado transformar sus proyectos educativos con resultados muy, muy buenos y hay colegios públicos.
Quería preguntar, perdóname, y ya es la última, precisamente sobre cómo el encaje que hacéis desde Montessori con niñas y niños con necesidades educativas especiales.
Como precisamente Montessori está basado en la observación, al final nos adaptamos mucho más a las necesidades del niño, porque es una educación muy individualizada. No es que el maestro esté dando una clase magistral y todos sentados en el pupitre sin moverse a abrir el libro por la página 37, ¿no? Como cada niño está trabajando de forma autónoma, nos permite tener más tiempo para atender a aquel que tiene unas necesidades diferentes. Hoy hay muchísimos más diagnósticos de trastorno del espectro autista, hay muchísima neurodiversidad, para ese niño que le cuesta tanto el aprendizaje que hasta ahora era normativo, yo creo que va a ser mucho más interesante descubrir y trabajar con algo que pueda tocar, utilizar todos sus sentidos con una experiencia mucho más sensorial que a lo mejor abriendo un libro que eso no le conecta para nada.