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Hemos quedado con Maria José León, Monica Camahort y Maria José Puchol en los locales de Recreacas. El proyecto que da nombre a un grupo de trabajo de los Movimientos de Renovación Pedagógica de Castelló, para informarnos sobre su propuesta de actividades. Cuando entramos en la sala, nos encontramos con unas estanterías en donde se encuentran perfectamente ordenados y alineados todo género de materiales, telas, maderas, pomos de puertas, conchas, perchas, restos de cartulinas, piñas, piedras y un sinfín de objetos de lo más variopintos.
¿De dónde sale todo esto?
El origen es perfectamente heteróclito. Recogemos todo aquello que nos traen vecinos, maestras o personas que vienen a visitarnos. También hay tiendas que nos dan los envases de sus materiales u objetos que utilizan para decorar los escaparates. Algún taller nos regala los restos de madera o los troqueles de lo que confeccionan, de las fábricas de azulejos recogemos las teselas defectuosas, incluso en algunas escuelas, nos aportan o dejan en depósito materiales que han quedado en desuso, como les retroproyectores, para que experimentemos con ellos.

¿Experimentar? ¿qué clase de experimentos?
Mira, Miguel Ángel Buonarroti dijo un día que las esculturas que él hacía estaban dentro de los bloques de mármol y que su función consistía en liberarlas para que salieran a la luz. Pues eso es lo que hacen niños y niñas con estos materiales. Donde los adultos solo ven trozos de tela que irán a parar al contenedor amarillo, ellos ven las partes inconexas de una historia que construyen. En Recreacas solo debemos darles facilidades y dejar que realicen aquello que ven.
¿Y eso es posible?
Claro que sí, así lo vivimos un sábado al mes cuando la atelierista Yunisley Balmaseda que nos asesora hace su taller con los niños y niñas que acuden. Nosotras las docentes documentamos las propuestas y los procesos que de ellas se generan. Para nosotras la forma en la que la atelierista presenta los materiales y acompaña el proceso es muy importante para nuestra formación como acompañantes y trasladarlo a nuestras aulas. Todo consiste en respetar las habilidades de cada cual para que se empoderen de sus capacidades de creación. Los conocimientos que van a necesitar conformaran ideas previas sobre las que asentaran significativamente los nuevos conocimientos. ¿O no trata de eso el constructivismo?
La institución escolar no puede situarse dentro de una burbuja alienada a la realidad del entorno, sino como la parte de un todo
Claro que sí, pero lo que estáis haciendo está fuera de la escuela.
Es importante que tengamos claro que no solo se aprende en el centro escolar. Además, hemos de situar a la escuela dentro de un continuo. La institución escolar no puede situarse dentro de una burbuja alienada a la realidad del entorno, sino como la parte de un todo. Desde Recreacas pretendemos ayudar a las enseñantes y educadoras a participar en ese continuum. Los materiales y objetos de su entorno inmediato adquieren entre las manos de niños y niñas un significado. A partir de aquí, gracias a la formación que hacemos, integramos ese mundo en la escuela. Es importante aprender a mirar. A menudo el profesorado cuando programa sus enseñanzas lo hace desde una óptica puramente académica y no es capaz de ver cómo su alumnado se enfrenta a los conocimientos que le proponen. También intentamos proponer a los centros la creación de su propio Recreacas en ellos como objetivo de desarrollo sostenible y lugar de reciclaje y reutilización próximo al entorno del alumnado.
Nosotras investigamos la forma de abordar el aprendizaje que utiliza el que aprende, las claves que usa, lo que conforman los, a menudo mal entendidos, conocimientos previos y documentamos todo el proceso.
¿Vamos a lo concreto, formaciones, dónde? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Con quién?
Primero nos formamos nosotras. Esta idea del reciclaje creativo no es nuestra sino una puesta en práctica de lo que aprendimos. Unas estancias realizadas en el centro Loris Malaguzzi de Reggio Emilia nos hicieron descubrir el Proyecto Remida y la formación por parte del equipo impulsor el centro. Visitamos los dos centros Remida, el de Bolonia y el de Reggio. Eran unos enormes almacenes en los que, guiados por el asesoramiento de artistas locales, se recogían multitud de materiales aportados por empresas, tiendas o particulares y los reciclaban a través de sus creaciones. La idea nos pareció genial y quisimos adaptarla aquí en Castelló de la Plana y como reciclabamos y creabamos aquí en Castelló decidimos que así nos íbamos a llamar.
Recreacas nació en un sótano de la Universidad Jaume I (UJI) a la que hemos de agradecer su apoyo. Allí estuvimos en un primer tiempo recogiendo material y a su vez formándonos con asesores del centro de Reggio Gino Ferri i Mara Davoli. Sus formaciones nos sirven para elaborar nuevas propuestas de utilización de estos materiales y para perfeccionar muestra formación.
Al mismo tiempo, aquello que íbamos aprendiendo, lo compartíamos con nuestras compañeras en el grupo de maestras de Bufanuvols, del MRP de Castellón y lo difundíamos al resto del profesorado mediante el CEFIRE de Castellón, realizando formaciones en las que vamos mostrando nuestros proyectos y en los que también intervienen especialistas o compañeros de otras comunidades como Navarra o Galicia.
A la vez nosotras seguimos formándonos. Recreacas forma parte de un MRP en el que se organiza anualmente una escuela de invierno y otra de verano. En ellas integramos formaciones que nos ayudan a progresar como grupo en activo.

De lo que acabas de decir me surgen dos preguntas, una sobre los locales que has mencionado y otra sobre la generalización del proyecto. Vamos con la primera, estuve hace unos días en la inauguración de esta precioso local que representa una nueva etapa después de mucho trabajo. ¿De dónde sacáis la fuerza para seguir adelante?
Todas aquellas personas que pretendan introducir innovaciones en sus escuelas han de tener en cuenta al menos dos factores: las personas y los tiempos.
- Cada una de nosotras llega a la escuela con un bagaje diferente. Si queremos que nuestras propuestas tengan éxito hemos de contar con ello y tener un discurso empático para que todos los que compongan el equipo adquieran la suficiente autonomía para tener seguridad en un trabajo. Si el punto de partida del aprendizaje son las ideas previas, ello es igual de válido para el alumnado como para cualquier persona y por ende para el profesorado. La formación permanente no tiene un itinerario único y se ha de tener en cuenta.
- El segundo factor es el tiempo. De Freinet hemos aprendido muchas cosas y una de ellas es el tanteo experimental. Todos somos aprendientes siempre y, en nuestro aprendizaje, realizamos tanteos experimentales, lo que requiere un tiempo. Sabemos no solo por los teóricos sino por nuestro propio proceso que el tiempo de la experimentación es fundamental y que su durada no es fija, sino que depende de multitud de factores. Por ello hemos de mimar ese tiempo aprendiendo de los errores y también y sobre todo de los éxitos. Quien pretenda en un curso introducir modificaciones significativas en su aula se equivoca y, peor aún, corre el riesgo de introducir una propuesta a medias.

Un ejemplo de ese proceso son estos locales que deberían ser una etapa más en el proyecto. Nuestro punto de referencia son los centros de Reggio Emilia y Bolonia donde el REMIDA y el municipio están en continua interacción. Las propuestas que hacen en las escuelas se ven reflejadas en las calles en los escaparates de las tiendas y en muchos otros lugares, Responden a la visión que Tonucci tiene de la ciudad de les niños: un lugar en los que la infancia es una etapa de participación en la vida ciudadana. Difícilmente conseguiremos niveles de ciudadanía participativa y comprometida si ya desde las escuelas infantiles no creamos esos espacios de participación.
La nuestra es una propuesta abierta y de la misma manera que las maestras pueden venir aquí a diseñar propuestas de trabajo en sus aulas, llevándose si cabe material, otros actores sociales de Castelló también pueden hace lo mismo. Estamos abiertos a la participación de diferentes entidades, desde talleres de la escuela de Artes y Oficios, como el chico que acaba de salir, hasta los Institutos donde se forman las futuras educadoras o la misma facultad de magisterio de la UJI.

Con esto último ya habéis respondido a la segunda parte de mi pregunta así que para acabar ¿Una carta a los reyes magos?
Como decía, no recuerdo quien, la utopía no es más que una cosa que aún no se ha realizado. Por ello nosotras seguimos trabajando. Si el modelo que trajimos de Italia ha sido, y aún es nuestro guía, no sabemos si en el camino encontraremos bifurcaciones lo suficientemente estimulantes para llevarnos hacia otros derroteros. De momento el camino recorrido nos llena de esperanzas y nos anima a seguir adelante y si tuviéramos que expresar un deseo seria simplemente que sigamos teniendo ilusión por seguir trabajando por una escuela mejor.