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Uno de cada cinco centros de educación infantil de primer ciclo ha cerrado en el último lustro. Esta es la denuncia que realizan las patronales y sindicatos de la escuela privada en un comunicado hecho publico hace unos días.
Las cifras del Ministerio de Educación muestran un cambio en la evolución de los centros, efectivamente, en detrimento del sector privado, pero que no llega al cierre del 2 % en los últimos seis cursos. Como puede verse en la gráfica, el punto de inflexión se encuentra, precisamente, en el curso de la pandemia y el siguiente.
Durante los meses de confinamiento, muchas escuelas infantiles privadas tuvieron que cerrar puesto que, al no ser enseñanzas obligatorias, dejaron de recibir a niñas y niños de 0 a 3 años. Algunas comunidades autónomas, como Madrid, de hecho, dejaron de enviar las ayudas económicas para esta escolarización. Dichas ayudas se envían, en el caso de esta Comunidad, a los centro; su congelación supuso una caída de los centros.
En paralelo, la puesta en marcha por parte del Ministerio de Educación del plan de cooperación territorial cuyo objetivo era la creación de 60.000 plazas públicas de educación infantil ha tirado para arriba de las cifras de esta red.
Hay grandes diferencias entre los territorios. Mientras Andalucía ha hecho una apuesta decidida por el modelo privado, aumentándolo un 10 % y devolviendo al Ministerio decenas de millones para la creación de plazas públicas, Madrid ha hecho el camino inverso. Han cerrado más de 250 centros privados mientras abría 80 públicos. Algunas fuentes señalan, precisamente ala falta de pago de los cheques guardería. Otros territorios, como Castilla y León, ha triplicado los centros privados.
Caso especial es el de Andalucía, cuya apuesta histórica ha estado en la privatización del primer ciclo de infantil, al menos, a partir de 2010, cuando el crecimiento de la publica prácticamente se paró en seco. Hoy la privada más que duplica a aquella en número de centros.
En donde se nota más divergencia aunque también con importantes diferencias entre las redes, es en la variación en el numero de niñas y niños matriculados en 0-3, por redes, entre los cursos 2019-20 y 2023-24. Mientras que en la red publica ha habido un incremento de 16.000 criaturas en total, la privada (concertada o no) ha perdido 1.000.

Patronales y sindicatos de la privada señalan que en el sector trabajan cerca de 50.000 personas, principalmente mujeres jóvenes, con salarios bajos que atienden a unas 200.000 familias. Hace unas semanas se firmó el XIII convenio colectivo de estos centros. Solo uno de los sindicatos no firmó el acuerdo, CCOO, puesto que no mejoraba las condiciones de trabajo de las maestras y técnicas superiores de una forma sustancial.
Aquí está el texto completo del convenio colectivo firmado hace unas semanas. A partir de la página 48 pueden verse las tabla salariales y en ellas comprobar que las maestras tendrán este año un salario anual bruto de 21.700 euros. Los cargos directivos perciben 350 euros más, mientras que el de las educadoras cobran 16.800 euros brutos. El personal auxiliar de apoyo, así como el de cocina, limpieza y mantenimiento, cobrarán el Salario Mínimo Interprofesional. El personal especializado, como logopedas, psicólogas, enfermeras, asistentes sociales, etc. cobraran 21.400 €. Esto hasta septiembre, mes con alguna subida menor, salvo para quienes cobren el SMI.
Las estadísticas del Ministerio, en general, no indican lo que señalan patronales y sindicatos de la privada en esta etapa. Desde organizaciones como Acade y Escuelas Católicas se explica que para que se obtenga ese porcentaje de cierre de centros privados hay que acudir a las estadísticas de cada comunidad autónoma, puesto que, arguyen, el Ministerio no desagrega los datos entre los centros privados y los privados concertados, lo que modifica la cifra final.
En cualquier caso, las estadísticas, de media, muestran una bajada en los centros de 0-3 privados.
Como se aprecia en el gráfico, hasta el curso 2022-23, las cifras aumentaron en paralelo en ambas redes. Pero en aquel año, sufrió un importante frenazo que se prevé que se convierta en descenso para las cifras que se manejan este curso que acaba de terminar. La educación pública, por su parte, ha parado casi en seco su crecimiento.
Patronales y sindicatos de la privada hablan de competencia desleal, al mismo tiempo que señalan al descenso de la natalidad y aseguran que es necesario que las administraciones públicas hagan un esfuerzo financiero para que el sector privado sobreviva.
Aseguran que la mayoría de empresas del sector están conformadas por personas autónomas, pymes y micropymes que contratan a miles de personas.
En cualquier caso la mayor parte de las autonomías tienen más unidades públicas que privadas, aunque hay excepciones. De media, el 54 % del total son públicas, pero existen enormes diferencias. Mientras Andalucía apuesta por la privada, con un 39 % de unidades públicas, Asturias lo hace por la pública, en la que se encuentran el 92 % de todas ellas. Madrid, Comunitat Valenciana y Andalucía son los únicos territorios que se encuentran por debajo de la media estatal.