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Sinopsis
Este es un libro para leer y también un libro para hacer. Ofrece documentos de interés para provocar el diálogo y el debate en las tutorías o en las clases, seminarios y sesiones de trabajo. Incluye relatos que pueden servir de apoyo para impulsar la reflexión, el diálogo y el debate. También tiene la finalidad de brindar a los lectores y las lectoras el disfrute de las historias, despojadas de sus pretensiones y aplicaciones didácticas, atesorar el ingenio, la originalidad y la magia de un cuento. Con este libro, nos dice Santos Guerra, que ha pretendido enriquecer el repertorio que cada uno posee y que siempre podrá ampliar. Es un libro para leer, pero sobre todo, es un libro para compartir, para contar, para dialogar, para sonreír. Es un libro para alimentar la mente y el corazón.
Miguel Ángel Santos Guerra: catedrático emérito de Didáctica y Organización en la Universidad de Málaga. Profesor en todos los niveles del sistema educativo: maestro de primaria, profesor de bachillerato y profesor universitario en la Universidad Complutense, en la de Málaga y en otras universidades extranjeras. Fue director de un Centro Educativo en Madrid y del Instituto de Ciencias de la Educación en la Universidad de Málaga. Participa en actividades de formación del profesorado en España, Portugal y varios países de Hispanoamérica. Es padrino pedagógico de ocho escuelas argentinas en las provincias de Mendoza, Santa Fe, Jujuy, San Juan y San Luis. Escribe cada sábado en el periódico La Opinión de Málaga. Pueden leerse estos artículos en su blog El Adarve. Ha recibido numerosos premios por sus escritos e investigaciones. Es autor de numerosos libros y artículos. En esta editorial ha publicado: Enseñar o el oficio de aprender. Organización escolar y desarrollo profesional (2011); Arte y parte. Desarrollar la democracia en la escuela (2003); La estrategia del caballo y otras fábulas para trabajar en el aula (2006); Pasión por la escuela, Cartas a la comunidad educativa (2010); Las feromonas de la manzana. El valor educativo de la dirección (2013); Pase y lea. Prólogos para libros sobre educación (2015); Ideas en acción. Ejercicios para la enseñanza y el desarrollo emocional (2016); La casa de los mil espejos y otros relatos para la Educación inicial (2016); Evaluar con el corazón. De los ríos de las teorías al mar de la práctica (2017); Carla y el Hada de los Chupetes (2018); Un ramo de flores para los docentes del mundo (2018); Contra el sexismo. Textos y prácticas por la igualdad para la escuela y el aula (2019); El valor de la educación.Vivir en primavera (2020); Las emociones de la profesión docente (2023); El pez en la pecera (2024). En el año 2015 ha sido galardonado con la Medalla de Oro del Ateneo de Málaga. Ha sido nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad Nacional de Villa Mercedes y por la Universidad de Oviedo.
Reseña
Leer a Santos Guerra siempre conlleva el disfrute de sus historias, recuerdo que alguna vez he tirado de ellas en mis diálogos en clase y la atención y motivación hacia la escucha está asegurada.
Esta recopilación de historias sacadas de distintos sitios puede servir de ayuda en tus clases y además el autor te las organiza para que las utilices en distintos momentos: Historias para abrir una sesión, Historias para cerrar una sesión, Historias sobre solidaridad, Historias sobre atención a la diversidad, Historias sobre optimismo, Historias sobre evaluación, Historias sobre valores, Historias sobre aprendizaje vicario, Historias sobre sexismo, Historias para propiciar la autocrítica, Historias sobre orientación, Historias sobre educación, Historias sobre sentimientos, Historias sobre habilidades para la vida.
Cuando leí el libro de Basanta, Leer contra la nada, comenté esto que creo que viene bien al tema que estamos tratando:
La actitud principal de todo verdadero lector, continúa Basanta, es la rebeldía, porque quien lee profunda y comprometidamente, se rebela: contra el pensamiento único, contra las verdades impuestas, contra el falso conocimiento, contra la superficialidad que ahoga la profundidad de las palabras, contra la devastación de la intimidad, contra la dispersión, contra la desmemoria, contra la banalización de la información, contra la ausencia del criterio, contra el feroz individualismo, contra el egoísmo, contra el adanismo, contra el vacío gregarismo, contra el ruido que agosta el silencio que no calla, contra el pavor a la soledad, contra la instantaneidad que destruye la secuencia del pensar, contra la prisa que anula el valor supremo de la pausa y de la espera, contra el academicismo, contra la erudición, contra la ociosidad de pensar, contra la incapacidad de sentir, de imaginar, contra el deber de comprometerse, contra el discurso sin acción, contra la muerte de la utopía, contra la ausencia de la empatía…
Nos dice Begoña Ibarrola que en esta nueva sociedad cambiante en que vivimos, contar cuentos (historias o películas) no es solo una manera de expresarse, sino también un medio para transmitir valores atemporales y educar la dimensión emocional de nuestros alumnos y nuestras alumnas. Los cuentos (las historias y las películas) son magníficas herramientas para educar las emociones y comprender nuestro mundo interior, a la vez que nos permiten adentrarnos en la vida de otros, observando el mundo y las miles de vivencias que en ellos se plasman desde una distancia de seguridad.
Quiero destacar en este asunto la historia que nos cuenta Miguel Roig, columnista de elDiario.es. y que es un poderoso ejemplo de las consecuencias que tienen las historias en las personas. “Relata que, durante un período de trabajo en una empresa de publicidad en Buenos Aires, había encontrado expuesta una historia escrita en la pared:
«Contaba que un redactor publicitario, camino de su trabajo, atravesaba todas las mañanas Central Park y dejaba una moneda en el sombrero que un mendigo había puesto a sus pies, junto al cual había un cartel en el que se leía «SOY CIEGO». Un día, rumbo a la agencia, el redactor le dijo al ciego ‘Hoy no te voy a dejar una moneda, hoy voy a escribir algo en tu cartel’. Al atardecer, el redactor, al volver a cruzar el parque rumbo a casa, le preguntó al ciego cómo le había ido durante la jornada. ‘Ha sido increíble- le contestó- me han llenado el sombrero de monedas; dime una cosa: ¿qué has puesto en el cartel?’. «SOY CIEGO Y HOY COMIENZA LA PRIMAVERA», le contestó el redactor».
Después de cada historia Santos Guerra nos hace una reflexión o una propuesta. En la reflexión nos encontramos con el comentario de parte o de la totalidad de la historia. La propuesta hace referencia a la forma en que podemos trabajar dicha historia con nuestros grupos.
En definitiva, un libro muy útil que puede enriquecer nuestra tarea educativa. Es un libro para leer pero, sobre todo, es un libro para compartir, para contar, para dialogar. Es un libro para alimentar la mente y el corazón, nos dice Santos Guerra.
Para saber más:
- Miguel Ángel Santos Guerra. Educar el corazón.
- Educación y catástrofe. Miguel Ángel Santos Guerra. TedxMálaga
- Para qué servimos los pedagogos. Miguel Ángel Santos Guerra.
- Educar en Tiempos Revueltos. Miguel Ángel santos Guerra.