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Sabemos que la evaluación es una parte fundamental del aprendizaje, pues nos permite conocer el punto en el que estamos, entender qué necesitamos mejorar y reflexionar sobre cuál es el camino adecuado para avanzar en la dirección que queremos. ¿Por qué no acreditar el esfuerzo de educar para una sociedad más justa, sostenible y democrática?
En FUHEM, hemos estado trabajando en herramientas que contribuyan a hacer un diagnóstico claro y ajustado de la práctica educativa y cómo esta se ajusta al paradigma de la transformación ecosocial. Tras varios años de trabajo, hemos lanzado el Sello de Centro Ecosocial, junto con la Fundación SM y la Universidad de Cantabria, con el objetivo de contribuir a la transformación ecosocial de los centros escolares desde una triple mirada.
En primer lugar, reconociendo y dando visibilidad al trabajo que ya se está llevando a cabo en múltiples centros escolares: metodologías innovadoras, trabajo desde una mirada verdaderamente competencial, escuelas agroecológicas, participación de la comunidad en el día a día del centro… Sabemos que son muchas las personas convencidas e involucradas; también se multiplican las iniciativas que nos inspiran y nos demuestran que es posible educar para el mundo que queremos construir: uno verdaderamente justo, sostenible y democrático.
En segundo término, proporcionando herramientas de autoevaluación útiles y sencillas que ayuden al centro escolar a reconocer su desempeño en educación ecosocial desde una mirada holística. De esta manera, el centro se autoevalúa para conocer el punto en el que está, al tiempo que recibe sugerencias concretas de cómo mejorar cada uno de los indicadores analizados y promueve una actividad reflexiva y formativa para la comunidad educativa. Los cuestionarios de autodiagnóstico del desempeño ecosocial están destinados a toda la comunidad educativa y se encuentran disponibles en castellano, catalán, euskera y gallego. En este enlace, compartimos una muestra del cuestionario de autoevaluación de competencia ecosocial del profesorado.
Finalmente, participar en el Sello de Centro Ecosocial también facilita un acompañamiento, que incluye la revisión de programaciones didácticas y el asesoramiento sobre cómo implementar la puesta en marcha de nuevas dimensiones de la transformación ecosocial. Además, el aprendizaje se potencia aún más al generar espacios de reflexión donde compartir experiencias entre diversos centros con interés en trabajar e incorporar la mirada ecosocial en la práctica educativa. Porque sabemos que el camino se disfruta más y es más potente y transformador cuando lo hacemos conjuntamente.
El Sello de Centro Ecosocial consta de cuatro niveles: Centro Ecosocial Emergente, Avanzado, Experto y Referente, permitiendo el reconocimiento de los centros implicados y generando un proceso de avance y mejora que motive e involucre realmente a los centros escolares.

Además, acceder al Sello es muy sencillo, pues sólo tiene tres requisitos. Por un lado, mostrar un interés real en potenciar la transformación ecosocial del centro. Esto puede demostrarse mediante la pertenencia previa a una red de centros con una mirada ecosocial, o bien realizando los cuestionarios de autoevaluación del desempeño ecosocial. Los cuestionarios son breves, anónimos, tipo test y están destinados a toda la comunidad educativa (alumnado, profesorado, PAS, familias y equipo directivo). Analizan múltiples dimensiones de la educación ecosocial para proveer una mirada holística del funcionamiento del centro: aprendizajes, metodología, evaluación, programación, gestión del aula, entornos educativos, tiempo extraescolar, formación y competencia ecosocial.
Por ejemplo, el cuestionario para las direcciones de centro indaga sobre los procesos de toma de decisiones, la implicación del alumnado en la convivencia y el cuidado en el centro (planes de mediación, establecimiento de normas, prácticas restaurativas, limpieza del espacio y gestión de los residuos…); la participación de las familias y la comunidad educativa o el tipo de empresas gestoras de los servicios externos, etc. La mirada sobre estas y otras cuestiones se amplía y complementa mediante los cuestionarios al resto de la comunidad educativa. Mientras tanto, los del profesorado y del alumnado indagan además sobre el trabajo en aula: aprendizajes ecosociales; uso de metodologías activas e inclusivas; puesta en práctica de una evaluación competencial, formativa y formadora; la inclusión de la perspectiva ecosocial en la programación o la incorporación de esta mirada en la organización de viajes de estudio, entre otras cuestiones.

La mirada conjunta de toda la comunidad educativa permite obtener unos resultados que sirven de diagnóstico preciso, al tiempo que útil y comprensible, del punto en el que se encuentra el centro escolar desde una mirada ecosocial. Además, los resultados se pueden desglosar por etapas, dimensiones, indicadores y colectivos de la comunidad educativa. Pero como no es suficiente con evaluar, sino que es necesario hacer algo con los resultados de la evaluación, las herramientas también proponen sugerencias para avanzar en los aspectos cuyos resultados sean más flojos.
Teniendo esto en cuenta, un segundo requisito es la elaboración de un plan de mejora adaptado a la realidad del centro que desarrolle los pasos a seguir para llevar a cabo una transformación del centro en aquellas cuestiones que se consideren más relevantes. Para ello, los cuestionarios aportan mucha información de gran calidad, que ayudan a orientar las posibilidades de acción según la realidad de cada centro

Finalmente, se requiere asistir a un encuentro anual de centros por la transformación ecosocial, donde formarnos, compartir experiencias, cuestionarnos y aprender conjuntamente, y generar sinergias de cambio. El encuentro puede ser virtual o presencial y buscará indagar sobre buenas prácticas docentes y educativas para la transformación ecosocial en la escuela.
El Sello de Centro Ecosocial tiene una duración de dos años, prorrogable otros dos, y cuenta con una financiación bonificada del 100%, por lo que no supone ningún coste para los centros escolares. De esta manera, se pretende hacer realmente accesible el impulso de la transformación ecosocial en todos los centros educativos, pues cada día es más necesario potenciar una educación con sentido, conectada con los desafíos del presente y del futuro, que forme a una ciudadanía crítica, consciente y comprometida


