Sinopsis
Al decidir que nuestro niño o nuestra niña debe ir a una escuela infantil de 0 a 3 años, todo un mundo nuevo se abre tanto para el niño o niña como para la familia. La socialización se empieza a fomentar con los otros niños, con la educadora (hablaremos de educadoras ya que el 95% son mujeres), con las otras madres y padres… El libro ofrece una guía básica que informa sobre todos los interrogantes que se les plantean a las familias.
El texto gira en torno a Eva, una niña de 18 meses. En la primera parte de la obra se exponen los cimientos teóricos de la pedagogía de la educación infantil. Se dan las aportaciones de grandes pedagogos, pedagogas, psicólogos y psicólogas que han aportado sobre este tramo de edad, desde Rousseau a Malaguzzi, pasando por Montessori, Decroly y Freinet. Se describe minuciosamente el sentido de la escuela infantil y se explican sus objetivos de acuerdo con los nuevos modelos familiares y las leyes vigentes.
La segunda parte es una larga conversación entre Marta, directora de la escuela infantil, y el padre y la madre de Eva. Se atiende a las inquietudes de las familias a la hora de matricular a sus hijos en la escuela infantil: los horarios, qué comen, cómo duermen, qué actividades hacen, qué aprenden, cuáles son sus rutinas, cómo funciona la escuela, cómo juegan, bailan y experimentan, cómo crecen, cómo informan y se comunican con las familias, cómo manejan los lloros, qué fiestas celebran, cómo se organizan las educadoras…
Un diálogo entre la madre, el padre y la directora del centro que hace visible cuanto quieran saber de la escuela infantil y puede resolver las dudas sobre este tramo de edad a nivel educativo. La directora lo va explicando con todo lujo de detalles y con un lenguaje ameno para que pueda entenderse, sin meterse en tecnicismos educativos que puedan entorpecer la lectura.
Marta Balsach: Maestra de Educación Infantil por la Universidad de Barcelona. Acumula veinticuatro años de experiencia en jardines de infancia y catorce como directora de una escuela infantil municipal. Ha liderado diversos proyectos de innovación educativa en su escuela y ha impartido acciones formativas.
Manel Güell: Licenciado en Filosofía y Ciencias de la Educación por la Universidad de Barcelona. Se dedica profesionalmente a la formación y la consultoría. Acumula quince años de experiencia en acciones formativas, en jardines de infancia y escuelas infantiles. Profesor asociado del la Facultad de Educación de Barcelona hasta el año 2020.. Autor de libros de ensayo, divulgación y materiales educativos. Su último libro, escrito con Serafín Antúnez, es “La dirección de sí mismo. Orientaciones para directores y directoras escolares”.
Reseña
No tengo ninguna duda de que en la Escuela Infantil (EI) se educa y los niños y las niñas aprenden de manera divertida lo que van a ser los cimientos para su futuro estar en la vida y ser buenas personas. Tienen todo un mundo por descubrir y por experimentar y a esto le ayudan las educadoras que, en general, están bien formadas especialmente en este tramo de edad con el que tienen un tratamiento tan cercano.
Es la primera socialización que experimentan, fuera del ámbito familiar, y estas interacciones con iguales les van a ayudar a su maduración emocional y cognitiva. Según los autores, está comprobado que los niños y niñas que asisten a la escuela antes de los 3 años, tienen mayor facilidad de adaptación y de aprovechamiento cuando empiezan el segundo ciclo de Educación Infantil, de 3 a 6 años.
Sin embargo, aunque sea un beneficio para el futuro, no podemos olvidar que la estancia en la E.I tiene un fin por sí misma, es un tiempo de aprendizaje de su realidad diaria y le va a aportar seguridad y aprendizaje en el tiempo en que viven, aparte de que sea un beneficio para el futuro.
Comentan los autores que actualmente las E.I son centros educativos, con un programa de actividades, unos objetivos pedagógicos, una metodología didáctica, un seguimiento personalizado de cada criatura y unos cimientos teóricos basados en el estudio científico del desarrollo del niño. Por tanto, no pueden quedarnos dudas para llevar a nuestro niños y niñas a estos centros educativos.
Creo muy acertado, especialmente para las familias, el repaso que da la obra por los pedagogos y psicólogos que han ido marcando el tipo de educación de la que hoy podemos disfrutar ya que han configurado la forma de concebir la E.I y el considerar a estos niños y niñas de pleno derecho, protagonistas de su propio aprendizaje. La observación y el acompañamiento de las educadoras les va a ayudar a su propia maduración personal.
Dice Maria Montessori, citada por los autores, que mediante la experimentación y el juego libre el niño aprende aquello que funciona y también se da cuenta cuando comete un error: aprende él mismo.
Ovide Decroly centraría el programa educativo en los propios intereses de los niños, considerando que la motivación del niño nace de los propios centros de interés que manifieste a partir de los estímulos que le va presentando el entorno y la sociedad que le rodea.
No podemos olvidar tampoco los principios pedagógicos de Célestin Freinet que ayudan a su manera de entender la educación:
- El niño es de la misma naturaleza que nosotros.
- El comportamiento escolar de un niño depende de su estado fisiológico, orgánico y constitucional.
- A nadie, ni al niño ni al adulto, le gusta que le manden autoritariamente.
- Hablad tan poco como podáis. Tened una escucha atenta y activa.
- Hay un principio que justifica todos los tanteos y la autentificación de nuestra acción: la esperanza optimista en la vida.
Loris Malaguzzi, en su proyecto Reggio Emilia, recoge y sintetiza las ideas de grandes pedagogos y elabora su propio modelo educativo, considerando que los niños tienen su propio potencial intelectual, emocional, creativo social y ético y que por tanto, están suficientemente preparados para aprender y crecer.
Muy acertado también el hecho de exponer el conjunto de habilidades que van adquiriendo los niños con el tiempo. Puede servir de guía para las familias y en caso de que el niño o la niña no vaya adquiriendo dichas habilidades podemos consultar con los equipos profesionales de orientación psicopedagógica que se dedican a ello (EOEP).
Muy entrañable y educativa la segunda parte del libro en la que se da una conversación amplia de la directora del centro con los padres de Eva. Una entrevista en la que se van explicando los principios, el funcionamiento, los espacios, el papel de las educadoras…en la escuela infantil. La madre es periodista y su objetivo es sacar un amplio reportaje que reivindique el papel educativo de las escuelas infantiles.
El libro es recomendable para las familias, para los estudiantes de educación y para todas aquellas personas que quieran conocer a fondo cómo funciona una E.I. Su lectura es muy agradable y usa un lenguaje preciso, fuera de tecnicismos pedagógicos, para que pueda ser bien entendido por todos los públicos.