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El vínculo entre el buen periodismo, la educación y los derechos humanos fue el hilo conductor de un encuentro entre grandes reporteras y reporteros, docentes y estudiantes, celebrado en el Instituto San Isidro de Madrid, el 17 de abril. Durante dos horas, las intervenciones de Gervasio Sánchez, Olga Rodríguez, Javier Bauluz, Bru Rovira, Mónica G. Prieto y Mónica Bernabé aportaron argumentos a favor de un periodismo que ayude a abrir los ojos a la realidad; a explicar su complejidad; a fomentar la solidaridad con los que sufren; a inspirar el pensamiento crítico.
La Fundación Periodismo Plural, editora de El Diario de la Educación, siempre ha expresado, desde su nacimiento en 2013, la voluntad de convertir el buen periodismo en una herramienta educativa y de transformación social. Las diez historias recogidas en la Revista Ed aportan contexto, profundidad y conocimiento sobre el genocidio en palestina, la guerra de Ucrania, la tragedia de las primaveras árabes, las víctimas de las minas, los matrimonios forzados, los éxodos migratorios… Algunas de estas historias estuvieron muy presentes durante las dos horas que duró el encuentro en el IES San Isidro.
Olga Rodríguez es una de las periodistas que mejor conoce Oriente Medio. En la Revista aporta las claves del genocidio en Palestina. En su intervención recuerda que “una sociedad mal informada es fácilmente manipulable” y, por eso, es tan importante que el periodismo tenga “sentido de responsabilidad social y cultura de paz”. Explica que consideramos noticia, aquello que no ocurre todos los días. “Por eso –dice– hablamos poco de pobreza y desigualdad, porque siempre está ahí. El reporterismo, precisamente, está para hablar de lo que no ocurre todos los días, pero que determina nuestro presente y nuestro futuro”.
Gervasio Sánchez simboliza la perseverancia en el reporterismo. La mejor muestra es su proyecto Vidas Minadas, en el que durante casi 30 años ha seguido la trayectoria vital, de niños y niñas que sufrieron graves lesiones a causa de las explosiones. “Las historias de Vidas Minadas – cuenta – han supuesto para mí un anclaje moral y ético para seguir creyendo en el periodismo y en la condición humana”.
En el periodismo, pese a que “la mayoría de los medios de comunicación se han dedicado a domesticar a la opinión pública”. Y en la condición humana, pese a que “he visto a gente morir por razones que desconocen y he visto a gobiernos de izquierdas que hacen lo mismo que los de derechas y venden armas a países que vulneran los derechos humanos”. Y cita un ejemplo del negocio de las armas: “Después del atentado de Hamas, intuyendo la respuesta de Israel, se disparó en la bolsa la cotización de las empresas armamentísticas”.
Gervasio Sánchez lanza un mensaje a los jóvenes: “Vosotros sois dueños de vuestro tiempo, de ser más o menos críticos. Si no estáis informados es porque no queréis, porque en vuestro bolsillo tenéis un teléfono con el que podéis navegar por el mundo, y si lo hacéis de forma inteligente, encontraréis contenidos que os van a venir muy bien para vuestras vidas”.
Cómo explicar realidades complejas
Si la perseverancia es una cualidad del periodismo, otra es el conocimiento en profundidad sobre la realidad de la que se informa. Mónica Bernabé y Mónica G. Prieto encarnan este valor del periodismo. Estuvieron presentes en el acto a través de sendos vídeos en el que explican el contexto de sus reportajes publicados en la Revista ED. Mónica Bernabé vivió casi ocho años en Afganistán (2006-2014) y regresó el año pasado para el diario Ara y constató que “las mujeres viven encerradas en casa, no pueden estudiar, no pueden ejercer trabajos cualificados y nadie habla de ello”. Es “el silencio absoluto”, denuncia.
Y, pese a todo, recuerda Bernabé, “vi cómo se organizaban clases clandestinas, en casas particulares y las jóvenes decidían fotografiarse con la cara descubierta y un libro entre las manos para reivindicar que quieren estudiar”.
Mónica G. Prieto cuenta a través de una historia personal la complejidad de las llamadas primaveras árabes, en 2011. Abu Sufian, un vendedor de gaseosas, se dedicó, durante los primeros tiempos de la revuelta de la población siria contra el régimen, a rescatar los cuerpos de las víctimas para darles sepulturas dignas. “Representó -explica- lo mejor de aquella revolución, y también el desencanto de ver como los yihadistas (Estado Islámico) se apropiaban de un movimiento que era democrático”.
Bru Rovira recorrió el mundo durante casi cuarenta años como reportero. Sin embargo, para la Revista ED optó por explicar cómo la complejidad del mundo está entre nosotros: “Elegí contar la historia de jóvenes valientes que plantan cara a los matrimonios forzosos. Y que, una vez alcanzada la libertad, se reencuentran con sus familias. En nuestra sociedad tenemos a muchas personas invisibles, como ellas”. Por eso, afirma, es necesario un periodismo que sea “un puente entre realidades distintas, que escuche, que dé voz a los que no la tienen, que fomente el diálogo”. Bru Rovira, junto a Valentina Rojo, contó esta historia en la cadena SER. “Encuentro mucha verdad en la radio”, concluye.
Javier Bauluz: “He visto”
El titular ‘Miradas de periodismo Humano’ de la portada de la Revista Ed pretende rendir homenaje a una experiencia nacida en 2004 y que, durante siete años, fue referente de compromiso ético. Dos de los periodistas que participan en la revista, Javier Bauluz y Patricia Simón, fueron las almas de aquel periódico. Hoy siguen defendiendo con su trabajo los mismos principios. Patricia Simón se encuentra en Sudán, informando de uno de los conflictos más duros y olvidados del mundo.
Javier Bauluz, que sí estuvo en el encuentro del Instituto San Isidro, explica que eligió su reportaje de la primera intifada palestina, la de 1988, para mostrar que “ahora impresionados por el genocidio en Gaza, podemos decir que ya lo sabíamos. Entonces fueron mil palestinos muertos, ahora son más de 33.000”. En aquel momento, recuerda, “titulé mi texto ‘He visto’ para poder contar donde no llegaban mis fotografías y como terapia por todo el dolor que había visto”.
Javier Bauluz es premio Pulitzer y uno de los grandes referentes del fotoperiodismo en España. Insiste en que “el vínculo entre periodismo, educación y derechos humanos es clave para transmitir valores a las nuevas generaciones. Para combatir el racismo y la xenofobia”.
La voz de los docentes
María José Gómez Redondo, jefa de estudios del IES San Isidro, explicó las experiencias que los alumnos del centro tienen con la fotografía de su entorno. Pone como ejemplo un reportaje realizado por alumnos de bachillerato sobre una asamblea de familiares de inmigrantes que murieron intentando llegar a nuestro país. “Es muy importante –afirma– que los estudiantes se acerquen a la comunicación, porque les coloca en la posición de testigos, los compromete con la sociedad y les muestra aquello que es conveniente denunciar”.
En el turno de las intervenciones del público, un profesor lamenta que “hablar de derechos humanos en clase te puede valer una acusación de adoctrinamiento. Nos piden que formemos a los futuros trabajadores, en lugar de a buenas personas, críticas, que sean conscientes del mundo en que viven y que miren el futuro con ilusión y esperanza”.
Olga Rodríguez sitúa la preocupación del profesor en el contexto de “la anomalía española, el único país que no abordó la búsqueda de la verdad y de la reparación. Por eso hay que defender los derechos humanos, pueblo por pueblo, casa por casa, escuela por escuela”.
“La educación es cosa de todos, también del periodismo”. Este lema acompaña a El Diario de la Educación desde su nacimiento, en el año 2016. Josep Carles Rius, presidente de la Fundación Periodismo Plural, que moderó el acto, recuerda que “el buen periodismo crea ‘historias para contar en clase’, para abrir los ojos, para compartir vidas. Para crecer como personas”. Y en este sentido reivindicó el papel de los grandes referentes del periodismo, como Ramón Lobo, que nos dejó en agosto y al que la Revista ED rinde homenaje.
Al final del acto, la profesora María José Gómez Redondo, hizo balance del encuentro: “Aprendimos mucho, nos disteis impulso y oportunidad para iniciar actividades en favor de la implicación con la defensa de los derechos humanos con nuestro alumnado”. Este es el objetivo.