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Los estudiantes de Secundaria han vaciado las aulas y han tomado las calles. La guerra de cifras está servida entre las organizaciones convocantes, el Sindicato de Estudiantes y la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA) y el Departamento de Méndez de Vigo.
Según el Ministerio de Educación, el paro ha tenido un 30% de seguimiento, un apoyo que por, por su parte, el Sindicato de Estudiantes cifró en un 90%. El objetivo de la movilización es acabar con las reválidas que deberán superar, a partir de este curso, los alumnos de cuarto de ESO y segundo de Bachillerato.
En paralelo, bajo el lema Fuera las reválidas franquistas, miles de estudiantes se han manifestado al mediodía por diferentes ciudades del país en contra de la LOMCE. La protesta, al igual que la huelga, contaba también con el apoyo de CCOO, UGT, Stes y CGT, así como de otras organizaciones estudianteiles, como CANAE, que aunque no secundaron el paro, sí apoyaron las protestas.
Las manifestaciones se han repetido en toda España y, en todas, se ha podido ver una pancarta donde definía las reválidas como «franquistas». En la manifestación de Madrid también se han oído gritos como «sí se puede» o «que no, que no, que no queremos pagar su deuda con Sanidad y Educación». El seguimiento de la huelga ha tenido especial incidencia en los centros públicos con disparidad. Según las autonomías contrarias a la LOMCE, la mayor parte del alumnado se quedó en casa ayer: el 90% en Valencia, sobre el 85% en Andalucía, el 80% en Extremadura y Castilla-La Manchao el 70% en Cantabria.
En cualquier caso, la manifestación convocada por la tarde en Madrid, a la que acudieron las organizaciones convocantes, así como los sindicatos CCOO, Stes y UGT, fue multitudinaria. Miles de personas de diferentes edades acudieron a la convocatorio para criticar duramente unas reválidas que califican de «franquistas». Se corearon cánticos en contra de los recortes y pidiendo la eliminación de la LOMCE.
La huelga ha sido un contundente grito de oposición a las reválidas. Está previsto que estas pruebas externas, elaboradas por el Ministerio, se empiecen a aplicar este curso escolar sin validez académica. Será el próximo año, el curso 2017-2018, cuando ya será necesario aprobarlas para poder obtener los pertinentes títulos académicos. Los estudiantes ven estos exámenes finales como un impedimentos más para acceder a la universidad o en la formación profesional. En Cataluña, al menos este año el departamento de Enseñanza ya ha avanzado que no se implementará.