Persona inquieta y multifacética, Ferrán Adrià (Hospitalet de Llobregat, 1962) se ha embarcado ahora en un proyecto educativo. Junto a la Fundación Telefónica, Adrià ha puesto en marcha “Escuelas Creativas”, un proyecto en el que va a trasladar a algunos colegios la metodología de elBulli, el restaurante que le dio fama mundial. Consciente de que no es un experto en educación, sí cree sin embargo que ciertas cuestiones, como la organización de los centros, no tiene por qué ser tan diferente. Una cosa tiene clara: el cambio vendrá a partir de “la pasión de los profesores”.
¿Qué le atrajo del proyecto? ¿Qué lleva a un chef de categoría mundial a meterse en un proyecto educativo?
Una de nuestras características en elBullirestaurante siempre fue la voluntad de formar; un espíritu que estaba inscrito en nuestro ADN: mostrar, educar, implicar mediante la transmisión de conocimiento a quienes venían a trabajar con nosotros. Posteriormente, ya en elBullifoundation, el desarrollo de la metodología Sapiens nos hizo ver las enormes posibilidades que nos daba para abordar el ámbito de la educación.
Pero no quiero dejar de señalar la enorme sinergia que se ha despertado con el equipo de Fundación Telefónica, con quien vimos rápidamente que había posibilidades de crear algo realmente importante en este terreno de la educación. No obstante, pienso que el proyecto se sustenta en algo mucho más inmediato, el entusiasmo y la pasión de los profesores, una actitud y un compromiso brutal del que no pueden más que surgir grandes resultados.
¿En qué se parecen un restaurante y un colegio? ¿Cómo se pueden aplicar en estos los métodos de aquellos?
Pese a que se trata de establecimientos diferentes, en lo que nos fijamos es en el concepto de organización. La metodología Sapiens estudia todas las posibilidades de organización que se pueden dar y no sólo en un restaurante. Pese a que un colegio es, evidentemente, un establecimiento que responde a parámetros muy distintos, en lo que nos fijamos, justamente, es en el concepto de organización, en cómo optimizar la estructura para sacar el mejor partido y estudiar cómo se están desarrollando todos los procesos educativos.
¿Cuánto conoce del mundo educativo? ¿Parte de analizar los problemas específicos del sector o cree que se pueden aplicar soluciones, digamos, más estándar que han funcionado en otros ámbitos?
En el desarrollo de este proyecto hemos tenido que estudiar, lógicamente, el funcionamiento y las particularidades del mundo educativo, que como he dicho difieren en muchos aspectos de las de un restaurante y, en general, de las de un negocio. Aun así, partimos también de nuestra propia experiencia, con la conciencia de que aportar soluciones de otros ámbitos en muchas ocasiones representa abordar problemáticas antiguas con nuevas perspectivas. Puedo decir que a partir de elBullifoundation partimos de analizar, en efecto, los problemas del sector, pero por el hecho de no estar sujetos a sus mismas dinámicas podemos intentar aportar nuevos enfoques.
¿Por qué es tan importante la creatividad?
La creatividad, entendida como la capacidad para encontrar soluciones novedosas, originales, acertadas, para abrir caminos donde todas las puertas parecen cerradas, es importante porque es lo que nos permite avanzar. La creatividad ha sido y sigue siendo el motor de la evolución humana, la responsable de todos los cambios, mínimos o más grandes, que la humanidad ha ido dando en todos los aspectos. Porque la creatividad no es tan sólo una etiqueta para departamentos de I + D, para laboratorios de ideas o para dar con nuevos productos de alta tecnología. La creatividad se puede aplicar a todos los campos y actividades del ser humano. Y desde luego, también a la educación.
La creatividad, ¿se tiene o se puede aprender?
La creatividad, repito, es una capacidad, pero sin duda esta capacidad no tiene por qué ser innata, o no solo. Ciertamente, como en cualquier aspecto de la naturaleza humana, existen personas más dotadas para los procesos creativos que otras. Sin embargo, mi experiencia al frente de elBullirestaurante y ahora con elBullifoundation me indica que lo más importante para llevar a cabo una actividad creativa es, sobre todo, establecer un “ecosistema” propicio, una organización que encauce y agilice toda propuesta creativa y su posterior desarrollo.
Según su experiencia en estos procesos creativos de búsqueda de soluciones, ¿tenemos demasiado miedo al fracaso, al error, al ridículo? ¿A proponer algo que pensamos los demás puedan ver absurdo y preferimos callarnos antes de hacer el ridículo?
Indudablemente, uno de los frenos a la hora de aportar soluciones novedosas es el miedo al fracaso, cosa que puede llevar al bloqueo o, más directamente, a la incapacidad para tomar decisiones. Dice el dicho popular que el mundo es de los valientes. Valiente no quiere decir inconsciente; se puede ser atrevido y actuar sin temor, siendo al mismo tiempo plenamente consciente del alcance de las decisiones que se toman. Ciertamente, sí, este miedo puede existir, pero es preciso confiar en el propio conocimiento del ámbito en el que nos movemos y actuar en consecuencia.
Usted habla de la importancia de buscarse retos. ¿Cree que es uno de los problemas de la escuela, esa rutina de año tras año hacer lo mismo?
A nivel general, no me cabe duda que la escuela, la educación ya es en sí misma un reto enorme, el mayor que tienen las sociedades. Ahora bien, me está hablando sin duda de estimular el funcionamiento efectivo, y en este sentido, plantearse retos debe permitir no caer justamente en la rutina que es sinónimo de pérdida de motivación, de la consciencia de lo importante de la tarea, una consciencia que se debe afrontar con todo el entusiasmo.
De momento el método se ha aplicado en cuatro centros, todos ellos concertados y que ya contaban con un sistema educativo diferente, más innovador. ¿Sirve también para un centro público, probablemente menos flexible y con menos capacidad de improvisar y cambiar?
Este es uno de los retos que sería interesante abordar. La realidad es que, independientemente del carácter de cada centro (concertado o público), hay una cantidad importante de profesores que están dispuestos a luchar para la mejora de la educación. Y este es un proyecto de los profesores, no me cabe ninguna duda. Lo único que hacemos Fundación Telefónica y elBullifoundation es apoyar y dar un soporte metodológico con Sapiens. Lo más estimulante del proyecto es cómo se han movido, cómo se han implicado los profesores.
El proyecto trata de implicar a los alumnos en el análisis de la situación y la propuesta de mejoras. ¿Se aceptan mejor los cambios en las organizaciones (colegios en este caso) cuando vienen desde abajo o al menos uno se siente partícipe de ellos?
Los actores del sistema educativo son, sobre todo, los profesores y los alumnos. Son los protagonistas de a pie, los del día a día. Son los profesores los que van a motivar que los alumnos cambien y también se sumen al proyecto.