El abandono escolar temprano, el gran talón de Aquiles del sistema educativo español, lleva 25 años descendiendo, aunque a trompicones, hasta el actual 18,3%. Todavía muy por encima de la media de la UE, aunque ya cerca del objetivo del 15% marcado por la Estrategia 2020 para España.
El problema radica, según el sindicato CCOO, en que la bajada se está estancando y es muy probable que, en poco tiempo, vuelva a aumentar. En dos o tres años, según cálculos de Miguel Recio, responsable del Gabinete de Estudios del sindicato.
Desde dicho departamento acaban de publicar un informe con la progresión de la cifra de abandono escolar temprano (AET), es decir, de los jóvenes de 18 a 24 años, inclusive, que no tienen estudios postobligatorios ni están estudiando, desde 1992 hasta 2017.
Distinguen tres escenarios diferentes. Desde el 92 hasta el 2000, momento en el que se desarrolla la Logse y según el sindicato hay un importante descenso provocado por la extensión de la escolaridad hasta los 16 que supuso el aumento de las y los titulados. Después, entre 200 y 2008, período en el que hay un estancamiento causado por la mejora del mercado laboral que llamó a muchos jóvenes a dejar los estudios a cambio de un trabajo de escasa cualificación pero bien pagado. Finalmente, el periodo entre 2008 y 2017, con la bajada actual del AET desde el 30% hasta el 18,3%. Esta vez, la crisis económica devolvió a muchos y muchas jóvenes de nuevo a las aulas por causa de un paro juvenil del 50% y la mejor perspectiva laboral según se escalaba en el sistema educativo.
Según Francisco García, secretario general de la Federación de Enseñanza, si no se ponen en marcha políticas educativas claras que consigan asentar este descenso del abandono temprano, volveremos a la situación previa en la que aumentará esta tasa por causa de un mercado laboral que se recupera y vuelve a demandar perfiles poco cualificados.
De hecho, uno de los datos que el secretario general señaló durante la presentación del informe afirma que desde el año 2014 hay un aumento de personas ocupadas dentro de la cifra de abandono temprano, algo que no había ocurrido en los últimos años.
Desde CCOO creen, además, que con algunas medidas no especialmente caras podrían conseguirse mejores tasas de abandono. Del 18,3% de AET, el sindicato aclara que el 10,8% tienen el título de ESO, de manera que podrían seguir estudiando. Haría falta incentivar esta vuelva a las aulas facilitando el reenganche con ciclos formativos más acordes con las demandas laborales, abriendo turnos en los IES por las tardes, apostando por centros públicos de segunda oportunidad, hoy en muchos casos forman parte de la red concertada o privada.
Miguel Recio, responsable del estudio, ha hecho también hincapié en que en el futuro, «en dos o tres años», los datos podrán ser peores debido al uso de la repetición en los años de primaria. Con la entrada en vigor de la LOMCE y la desaparición de los ciclos en esta etapa, además de la apertura a la repetición curso a curso, en vez de por ciclos, ha habido un aumento de niñas y niños que llegan a la secundaria, al menos, un curso por detrás de lo previsto. En sexto de primaria, el 18% del alumnado tiene un año más, al menos, que sus compañeros.
El caso es que, cuando lleguen a los 16 o 17 años, vaticina este experto, y si lo tienen fácil, abandonarán un sistema educativo que lleva tiempo diciéndoles que no valen para estudiar. Y con la posibilidad de comenzar una vida laboral que les suponga una independencia que hasta ese momento no han tenido.
Recio habló de cómo en España, Portugal y Francia se hace un uso abusivo de la repetición como rescurso, frente a otros países como Reino Unido, en donde niñas y niño también pueden repetir curso en la primaria, pero en donde maestras y maestros hacen un uso muy esporádico de esa posibilidad. De heco, el sindicato computa que con el cambio de sistema de repetición por años en la primaria, el porcentaje de repetidores ha crecido un 44%.
Para Recio, una posibilidad para la mejora pasaría porque la Administración devolviera al profesorado los resultados de algunas de sus decisiones relativas a la repetición del alumnado. El impacto que esta repetición puede llegar a tener en el futuro educativo de estos jóvenes.
Además de ofrecer posibilidades para rescatar a chicas y chicas que hayan abandonado el sistema educativo al conseguir el título de ESO, desde el sindicato se defiende la posibilidad de aumentar los presupuestos para que haya más apoyo a la diversidad, una mayor apuesta por la orientación educativa.
Y esto, sobre todo, porque las políticas que se están desarrollando de recuperación son menos efectivas. Para hacer esta afirmación, Recio se apoya en el hecho de que las estadísticas de abandono temprano entre los 20 y los 24 son las mismas, no mejoran con el paso de los años, de manera que estas actuaciones no están consiguiendo el resultado esperado.
Según los datos que maneja el sindicatos, todos oficiales salidos de la EPA y de las estadísticas del Ministerio de Educación, ha habido una convergencia entre las comunidades autónomas en el descenso de la tasa, a pesar de las críticas vertidas en relación a la descentralización del sistema educativo. Aunque bien es cierto que algunas están todavía mejorando el abandono escolar temprano, mientras que en otras ha empezado a empeorar en los últimos cursos.