En realidad, lo publicado en el Boletín Oficial del Estado en relación a la evaluación de Bachillerato, conducente a la Universidad (EVAU) era ya conocido a estas alturas. La ministra Isabel Celaá ya había insistido en la idea fuerza de que el alumnado tuviera una mayor capacidad de elección de las preguntas que deseara contestar para así favorecer que alcance los mejores resultados posibles dadas las circunstancias en las que se ha desarrollado el último trimestre del año. Y así ha sido, o así aparece redactado en el BOE de ayer.
La modificación más importante tiene que ver con el hecho de que el alumnado tendrá que responder, a su elección, a un número determinado de preguntas que establecerá cada Comunidad. La idea es que “permita a todos los alumnos alcanzar la máxima puntuación en la prueba”, independientemente de las circunstancias en las que ha pasado cada cual los últimos meses del curso. “Para realizar el máximo de preguntas fijadas todas las preguntas deberán ser susceptibles de ser elegidas”.
También cambia la extensión de las pruebas. En la Orden de febrero, modificada por esta, se especifica que cada prueba tendrá un mínimo de 2 preguntas y un máximo de 15. en la EVAU de este año, habrá un único examen por prueba que constará de varias preguntas, sin especificar cuántas.
El artículo 8 de la Orden es el que establece el contenido de las pruebas. En la Orden de modificación se insiste en la idea de la optatividad a la que tienen derecho los y las estudiantes. E introduce la idea de que, a la hora de elaborar las pruebas, “se procurará considerar al menos un elemento curricular de cada uno de los bloques de contenido, o agrupaciones de estos, que figuran” en una matriz en el anexo de la orden original”.
Final de curso
Igualmente, esta mañana se ha publicado la Orden que recoge el acuerdo alcanzado en la pasada Conferencia Sectorial y al que solo están sujetas las comunidades que se adhirieron a él. Como se conoció a las horas de terminada la reunión entre Ministerio y CCAA, algunas anunciaron que no seguirían los pasos propuestos por el Departamento de Celaá, a pesar de lo cual sus instrucciones propias no difieran de las del Gobierno central.
Las medidas de la orden también fueron someramente anunciadas por la ministra hace unos días en comparecencia ante la prensa. Cuestiones como la identificación del alumnado que esté desconectado, el esfuerzo para que pueda proseguir con sus aprendizajes o la adaptación de contenidos y metodologías a la situación actual aparecen de forma más detallada en la Orden ministerial.
Orden que también fija que se haga especial hincapié en el refuerzo y repaso de los contenidos que pudieron enseñarse en las aulas hasta marzo. También que se haga el esfuerzo de diseño de actividades globalizadoras que promuevan el trabajo en equipo entre docentes de diferentes materias cuando sea posible.
El texto también habla de otras formas de evaluación, como la coevaluación y la autoevaluación del alumnado. Insiste en que la evaluación, como marca ya la ley actual y sus precedentes, ha de ser continua para este último trimestre «y acentuará su carácter diagnóstico y formativo en todas las etapas».
Afirma el texto que se habrá de hacer un informe final individualizado en el que se incluyan los aprendizajes conseguidos, así como las carencias y, finalmente, planes de recuperación de aquellos.
Próximo curso
Las administraciones que se han adherido al acuerdo tendrán que elaborar planes de recuperación y adaptación curricular para el inicio del curso próximo. Dichos planes deberán tener en cuenta los informes individualizados de cada alumno al finalizar el presente curso.
Ministerio y consejerías de Educación trabajarán en la elaboración de planes de contingencia ante la posibilidad de que el curso vuelva a verse interrumpido por el COVID19, al tiempo que se formará un grupo de expertos que analice lo aprendido estas semanas y meses y que así puedan hacer recomendaciones «para la transición a la escuela digital y para estar en las mejores condiciones ante situaciones similares».
Evaluación
Las administraciones autonómicas estarán legitimadas, gracias a la Orden ministerial, a modificar los criterios de evaluación «renunciando», dice el texto, «a un cumplimiento exhaustivo de los mismos y valorando especialmente los aprendizajes más relevantes e imprescindibles» para continuar el aprendizaje
Con estos criterios de evaluación en la mesa, de carárter diagnóstico y formativo, especifica el documento, será posible la modificación de las programaciones didácticas del curso 20-21 para que se incorpore lo que no se haya podido avanzar en estos meses finales.
La Orden marca toda una serie más de directrices tanto para la primaria como para la secundaria obligatoria o el bachillerato y la formación profesional en relación a los aprendizajes, adaptaciones, evaluación, promoción de curso así como titulación en los últimos cursos de cada etapa educativa.
Se puede consultar todo el contenido de la Orden relativa al final de este curso y desarrollo del siguiente en este enlace y la relativa a la EVAU de este año aquí.