«Vísteme despacio que tengo prisa». Este podría ser uno de los varios refranes que podrían utilizarse para hablar de la curva de crecimiento del gasto público en educación en la última década según los datos facilitados por el Ministerio de Educación y FP en las últimas horas. Los más recientes se corresponden con el año 2019. El tope más alto de inversión se alcanzó una década antes, en 2009. La inversión pública total se sitúa, prácticamente, en los niveles de 2010, cuando la inversión total alcanzó los 53.099.329.000.
La mayor parte de las administraciones autonómicas han ido recuperando el gasto educativo durante este tiempo, aunque todavía hay algunas que se han quedado por debajo de lo que invirtieron en 2009. Asturias, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana y Galicia están en el camino de la recuperación.
Las autonomías con el gasto público más alto son las que más recortaron en sus sistemas educativos durante la crisis de 2008. Principalmente desde 2012 hasta 2014, cuando se produjeron las caídas más pronunciadas en todo el país.
Andalucía, Cataluña, Comunidad Valenciana y Comunidad de Madrid fueron las cuatro comunidades que más presupuesto perdieron durante la crisis: 660 millones, 1.360 millones, 971 millones y 823 millones respectivamente.
Porcentualmente Andalucía fue la autonomía de este grupo fue la que más esfuerzo realizó para sostener el presupuesto y redujo este al 91,6%. Junto a ella, la Comunidad de Madrid fue la segunda, manteniéndolo en el 84,9% del de 2009. Por debajo quedaron Cataluña (80,4%) y Comunidad Valenciana (80,9%).
Red concertada
A pesar de que los conciertos educativos también se resintieron durante esta década en todas las comunidades autónomas, tan solo el presupuesto directo del Ministerio de Educación y FP es más bajo ahora que en 2009. Todas los territorios han recuperado sus inversiones iniciales y las han aumentado, incluidas aquí Asturias, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Comnunidad Valenciana y Galicia, las cinco que todavía no han recuperado toda la inversión perdida.
En total, todas las administraciones educativas han invertido 6.652.648.000 euros, por encima de los 5.890 millones de 2009, 761 millones más.
En este mismo apartado podría contarse cómo el presupuesto de educación especial ha ganado peso, a pesar del mandato de la ONU en relación a que el alumnado con necesidades especiales debería estar escolarizado en centros y aulas ordinarias. Una década después de la ratificación de la Convención por parte de España, son pocos los pasos que se han dado en este sentido. Aunque la mayor parte del alumnado matriculado en centros ordinarios lo está en la red pública, cuando se trata de centros de educación especial, estos son mayoritariamente concertados. Entre el año 2009 y el año 2019 el presupuesto de este capítulo ha pasado de 1.260 a 1.564 millones de euros, 300 millones más.
Formación y perfeccionamiento
Este este uno de los grandes damnificados de los recortes desde mediados de la década de 2010. En 2009 contaba con un presupuesto de más de 270 millones de euros que fueron bajando, más o menos rápido, hasta los 141 de 2013. Con los últimos datos facilitados por el Ministerio de Educación, en el presupuesto de 2019 alcanzaron escasamente los 172 millones, prácticamente 100 menos que diez años atrás.