Según Eurostat, en 2020 solo 2,4 millones de mujeres en la UE se encontraban laborando en actividades manufactureras en el ámbito de la ciencia y la tecnología. Nerea Luis Mingueza, Ingeniera informática y Doctora en Inteligencia Artificial, fundadora del T3chFest, conferencista y docente, es una de las mujeres que forma parte de este número.
Conversamos con ella para conocer su experiencia en el sector STEM (Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por su siglas en inglés), un espacio en donde solo en las universidades españolas, las mujeres matriculadas representan menos del 50% del alumnado.
Nerea le debe a su afición por el manga y anime el despertar de su interés por las computadoras, en primer lugar. Afirma que cuando conoció al internet como herramienta y empezó a indagar en el mundo google y otros sitios web, alucinó con la cantidad de información que iba encontrando sobre su serie favorita: Sailor Moon.
“Este clic es lo que me hace interesar por la informática, entendida desde el punto de vista de las webs”, pero que fue su padre quien en el camino la guío hacia la ingeniería informática, carrera que decide estudiar y mediante la que, en segundo año, descubre la inteligencia artificial como disciplina y finalmente hace el match con aquello a lo que quería dedicarse.
Una vez tomada la decisión de estudiar esta carrera ¿cómo fuiste recibida en este espacio universitario que, entonces más que ahora, estaba predominado por hombres?
En la universidad en general bien. Tengo algún recuerdo de los primeros días de clase que éramos pocas. Ya en los últimos años se notaba aún más, en la especialización de la rama tecnología éramos menos, creo que en clase solo tres chicas. Pero tenía muy claro que esa era la situación que me iba a encontrar. Había escuchado comentarios “es muy de chicos” o “vas a estar un poco sola», pero creo que también el tipo de personalidad influye mucho.
Yo tenía muy claro lo que quería hacer. He salido a aprender a la universidad. Lo que sí que hice fue no solo ir a las clases o hacer las prácticas, sino que viví el estilo de vida universitaria dentro de la delegación de estudiantes, donde estaba en contacto con muchos profesores, con las ideas de meter nuevos grados que iban muy afines a nuevas líneas tecnológicas. La universidad fue un entorno en el que aprendí a moverme, sin prestar atención el hecho de tener pocas amigas, no pensaba mucho en ello.
Cuando descubrí la inteligencia artificial me obsesionó un poco en la investigación como disciplina porque me doy cuenta de que en ese momento, en el que yo estaba estudiando, era una disciplina todavía muy académica; ahora ha cambiado un poco el panorama. Por eso no era consciente de ello hasta que salí a los grupos de investigación o a la vida laboral, donde te das cuenta de que siempre va ser así salvo que alguien cambie las cosas.
¿En qué punto de tu vida profesional buscas involucrarte más en el hecho de motivar e inspirar a las mujeres hacia carreras como la tuya?
T3chFest surge en la universidad con otro grupo de amigos y lo hace un poco para cubrir ese vacío que había entre la conexión entre empresas, estudiantes, investigación y el mundo startups. Fue creado desde el punto de vista de la divulgación, una forma de aprender qué ha aportado la tecnología en todo estos sectores y ahí es que me doy cuenta que necesitábamos muchos voluntarios. Los voluntarios serían estudiantes y ahí intento captar a muchas chicas que veía que de otra forma no hubiesen entrado.
Me aprovechaba un poco de que me tocaba dar clase en el doctorado, entonces conocí a mucha gente de primero o segundo de carrera e intentaba siempre llamar a algún grupo de chicas y decir: “Oye ¿por qué no os apuntais a esto?” y al final se hace como efecto de llamada, porque cuando tú te ves ya representada dices “pues el año siguiente, pruebo” o ellas mismas se lo contaban a otras compañeras. En paralelo a lo que veníamos haciendo surgieron otras iniciativas en la región, como las de Technovation o Woman Techmaker. Entre 2016 y 2019 se ha ido creando una red de mujeres en el entorno físico y luego, por supuesto, en el online. Una red que antes estaba dispersa y no tan conectada.
De pronto te conviertes en una especie de referente en el campo, aunque tu experiencia sea poca
El T3chFest se enfoca en la divulgación, pero sé que tienes interés en acercarlo aún más al lado de la educación, dedicarle más tiempo ¿Cómo buscas influir en este aspecto relacionados a la educación?
Hice mucha docencia y gracias a T3chFest descubrí el poder que tiene la divulgación. Me doy cuenta de que estoy trabajando en un área que era muy nueva, de la que se conocía muy poco. Encuentro una oportunidad y empiezo a hacer divulgación de inteligencia artificial sin ninguna meta, sino simplemente porque era algo que me divertía. Con el tiempo el hablar en foros, hablar con periodistas, participar de otros eventos técnicos y demás me ayudó a posicionarme. Ya me pedían mi opinión, me llamaban para entrevistar. De pronto te conviertes en una especie de referente en el campo, aunque tu experiencia sea poca, pero es precisamente por esa ausencia de conocimiento en el campo y porque no hay muchas mujeres, que era fácil identificarme como referente distinta a lo que ya existe.
Lo que intento es llevar eso a un grado más profesional. Ya parte de mi tiempo lo dedico a dar charlas o hacer docencia en distintos centros, pero lo compagino siempre SNGULAR, la empresa para la que trabajo actualmente.
Sobre la ausencia de mujeres que te llevó a convertirte en un referente en este campo ¿Alguna vez ha sido un impedimento el hecho de que seas una mujer que está destacando y haciendo cosas innovadoras en el área?
Creo que depende mucho de con quién trabajes, yo considero que he tenido suerte en el entorno en el que he ido cayendo. Obviamente hay sus altos y bajos. Al final lo que aprendes es a hacerte como una especie de coraza y tener muy claro el hacerte ver. Al final, el entorno te obliga un poco a ello.
Intento aprovechar que tengo algo de influencia para visivilizar talento femenino
Lo que sí intento es aprovechar que ahora tengo algo de influencia, con la gente que me conoce o me sigue en redes sociales, para abrir esos espacios que de otra forma seguramente me hubiesen sido más difíciles. Al final, cuentas con ese aval que te han ido dando los premios, reconocimientos que hacen que la gente te mire con cierto respeto. Aprovecho para llevar eso a mi terreno e intentar aportar y. sobre todo, visibilizar talento femenino, en este caso dentro de la compañía en la que trabajo, por ejemplo.
En el caso de las charlas busco, sobre todo, intentar que a toda la gente le llame la atención las cosas que digo, resolverle los miedos. Intentar llevarlo un poco al plano de las personas que es lo que a mí también me llena. No es simplemente hacer esto por el hecho de ganar dinero, sino por el hecho de aportar un granito de arena a que la sociedad, aquí en España, vea el potencial que tiene la tecnología y en concreto la inteligencia artificial para los años que vienen, ahora va haber mucho trabajo.
Muchas mujeres ni siquiera se plantean estudiar una carrera STEM porque lo ven como un círculo muy cerrado o alejado de ellas ¿qué les dirías para que se animen o vean que este no es un campo exclusivo de hombres y que pueden participar?
Lo que hago es justamente para que esto no suceda. Cuando ni siquiera te lo planteas como una opción es cuando realmente, sin darte tu cuenta, te estás excluyendo de ese panorama laboral, porque no has visto su potencial, no has podido tangibilizarlo ni vivirlo ni nada.
Todos tenemos smartphone y se habla de ello un montón, de la tecnología, pero a pesar de ello seguimos con los mismos ratios de género en estas carreras técnicas. El mensaje que yo mando es muy simple. A mi lo que me hizo hacer ese clic fue ver mi hobbie unido a la tecnología; entonces si tienes algo que te gusta, ubícalo en un sector. Si tú buscas en Internet la palabra de eso que te gusta junto con palabras como tecnología, inteligencia artificial o el equivalente en inglés, vas a encontrar muchas noticias, casos de uso ya existentes que van a ayudar a identificar qué está haciendo la tecnología en ese sector y eso va calar más que si yo voy y digo un concepto enorme sobre la inteligencia artificial, pero no te hará sentir que encajas.
Ese es un buen punto de inicio, al menos para tener esa idea clara en tu cabeza que te puede generar más curiosidad. Utilizar ejemplos sirve para acercar a la gente a estas cosas que a veces parecen como tan difusas, futuristas y que en realidad ya están aquí en muchos sentidos.
El tema de inseguridad es algo que caracteriza al género femenino por toda esta historia de estructuras patriarcales
En estos momentos ¿Estás acompañando algún proyecto que esté más relacionado al STEM y participación de mujeres?
Ahora mismo estoy bastante centrada en el trabajo. Pero lo que sí hago es colaborar puntualmente. Recientemente con la Federación de Mujeres Jóvenes. Hice también alguna colaboración con el Ministerio de Educación, pero siempre de forma puntual. Salvo estos meses que hay muchas fechas relevantes, todavía no he vuelto a ese grueso de los eventos y demás. Creo que este año empezará a cambiar la cosa a bien y entonces ya como que se revivirá todo un poco aquello. Con la fundación, tuve la oportunidad de hablar con niñas, lo suelo hacer cada que me llaman y puedo organizarme.
¿Cómo es la experiencia de charlar con niñas? ¿Cuáles son sus dudas o qué miedos tienen ante elegir una carrera STEM?
Al principio siempre es como “¿Bueno, y quién es esta?” (risas). Pero es verdad que con el tiempo mientras vas hablando con ellas se genera un vínculo de confianza, porque hablamos de un espacio seguro, un entorno en el que solo somos mujeres. Es ahí cuando salen muchos temas. Hablo de inseguridades, del “no sabía qué hacer…”. Cuando yo empecé a hablar de que a veces no entendemos por qué nos sentimos tan solas o no tienes demasiadas amigas como tienen tus compañeras del instituto que han hecho otras carreras como Periodismo, por ejemplo. Ahí es donde ya les encaja el discurso y no porque ellas se vean ahí justamente, pero es verdad que el tema de inseguridad es algo que caracteriza al género femenino por toda esta historia de estructuras patriarcales y demás.
Es en ese momento donde se empieza a abrir una conversación más honesta y donde se empieza a ver esa confianza. Siento mucho ese momento del antes y el después, en el que en un momento “bueno está guay, pero bien”, pero luego ya hay un paso más que es de la confianza: “ostras, esta chica igual soy yo dentro de 10 años”. Eso es muy satisfactorio, es verdad que a veces es difícil conseguirlo, porque ves a tus profesores o al que está en frente con cierta distancia. Por eso siempre intento que me vean como parte de su bando. El resultado cuesta pero es extraordinario.