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Con un estilo fresco, auténtico, revolucionario, empoderador y diferencial realiza una significativa labor de divulgación sobre temas de ginecología, sexualidad, bienestar y salud de la mujer. Siempre con una visión integral y humanista de la ginecología, su objetivo es brindar de manera didáctica el conocimiento necesario para que las mujeres tengan bienestar y el control de su cuerpo, y los hombres conozcan y entiendan el universo tan maravilloso como complejo que son ellas.
La ginecóloga Miriam Al Adib Mendiri lleva años ejerciendo en Extremadura, desde donde ha abierto clínicas en diferentes partes del país gracias a la notoriedad que ha conseguido por su trabajo, así como por sus esfuerzos divulgativos en redes sociales. Es autora de diferentes libros como Hablemos de vaginas, Hablemos de nosotros y Hablemos de asolescencia. En ellos intenta esclarecer algunos de los asuntos y problemas relacionados con la sexualidad, principalmente, femenina.
¿En qué momento nace la iniciativa de ir más allá de la atención de pacientes, y hacer divulgación sobre temas de sexualidad y reproducción femenina, de esa manera tan original y coloquial, pero al mismo tiempo tan precisa y valiosa?
Durante las consultas soy muy dada a explicar las cosas y cuando empecé a trabajar como ginecóloga en mi pueblo, en la Seguridad Social, donde estuve desde 2002 a 2017, con tanta presión asistencial no me daba el tiempo para hacer todo lo que un paciente requiere. Entonces, empecé a hacer divulgación con un blog sobre lo que no me daba tiempo de explicar en la consulta, recomendaba a las pacientes leer mis artículos para que tuvieran total claridad de sus afecciones y yo la tranquilidad de haberles brindado una atención integral.
Porque la educación y la salud van de la mano; cuanta más educación, más salud tienes, porque sabes lo que es normal y lo que no le es, cuándo tienes que ir a un profesional o cuándo no. Eso te permite tomar las riendas de tu salud. Y en el caso de la educación sexual, pues lo mismo: más educación sexual, más salud sexual.
Luego, hace más de diez años, empecé a divulgar a través del Facebook en un tono un poco más serio que ahora. Y después llegaron TikTok e Instagram, y ahí me doy la libertad de ser más divertida, pero apuntando siempre a la parte divulgativa. Pues no creo que estén peleados la rigurosidad profesional con el educar pasándolo bien y reírnos un rato.
En 2018 publiqué mi primer libro Hablemos de vaginas y desde ahí no he parado de publicar libros, pero en ese momento ya llevaba mucho tiempo haciendo divulgación sobre estos temas tabú de una manera diferente.
¿Cuáles son los temas de desinformación sobre salud femenina que más afectan a las mujeres, actualmente?
Todo lo que tiene que ver con las hormonas y, sobre todo, lo que tiene que ver con la mala calidad de vida. Lo típico es una mujer que le pasa algo y le dicen que no tiene nada. Ya sea un dolor con las relaciones sexuales, ya sea un síndrome premenstrual, un dolor con la regla, un prurito, un picor crónico en la vulva. Esto es lo peor que hay y es bastante frecuente. A lo mejor pérdida de sensación o cansancio, debilidad, y se le dice que eso es psicológico, tal vez, detrás hay alguna patología no diagnosticada.
La calidad de vida de la mujer es la gran olvidada dentro de la medicina
Todos los aspectos cualitativos, la calidad de vida de la mujer es la gran olvidada dentro de la medicina. Es decir, tienes algo que no te mata pero que tampoco te deja vivir bien y parece que cada profesional se centra en su parcela. Incluso, algunas mujeres a veces ni consultan porque ya no saben dónde tienen que ir, qué hacer y empiezan a normalizar lo que no se debe normalizar.
¿Hace falta más trabajo por parte de las instituciones educativas o más estrategias para que desde la escuela se normalice el hablar de temas de sexualidad y reproducción?
Yo creo que ganaríamos mucho si se impartieran ciertos conceptos de salud sexual y salud en general. Hay muchos temas de educación sanitaria que vendrían de perlas para empoderar a la gente, saber diferenciar lo que es normal y lo que no es normal, cuándo tienes que buscar ayuda profesional y cuándo no. Se podría enfocar esto en los institutos de alguna manera para que ya, desde la adolescencia, se aprendan conceptos muy básicos y que no estén tan desinformados y frágiles en este sentido. Si en el instituto se imparten conceptos mucho más complejos, por ejemplo, de biología ¿Por qué no estos conceptos que sirven para la vida?

¿Respecto a salud sexual y reproductiva femenina, se debe alfabetizar más a los hombres que a las mujeres?
Se debe alfabetizar a todo el mundo. Porque muchas veces ni una misma se entiende qué le pasa. Y otras veces ellos no entienden a las mujeres porque dicen que estamos locas.
Es que somos diferentes y, a lo mejor, hemos normalizado que lo normal es el patrón lineal masculino y no la ciclicidad de las mujeres. Durante la edad fértil tenemos fases del ciclo donde estamos de una manera, otras de otra y no por eso estamos locas. Otras veces hay una patología o un trastorno cuando tienes un síndrome premenstrual, que se convierte en un problema.
Hay una polaridad, es decir, se tiende a patologizar cosas que son normales y a normalizar cosas que son patológicas. Eso es porque no entendemos la salud femenina y es en lo que hay que educar a todos por igual.
¿Qué cambios o avances serían valiosos en la formación de los profesionales de la salud para mejorar la atención integral a las mujeres?
En la formación profesional es muy importante la perspectiva biopsicosocial, humanista y multidisciplinar.
El sistema está super especializado y, a veces, en lo que se falla es en eso. Por ejemplo, una mujer que tiene dolor con las relaciones sexuales, a lo mejor, no es por una patología orgánica. Y los médicos, si no hay una patología orgánica, no tenemos sustrato para trabajar. Tal vez sea un problema funcional de la musculatura del suelo pélvico y lo trabaja la psicoterapeuta de suelo pélvico. Tal vez es un trauma sexual que le ha ocasionado una sensibilización central y vulvodinia, entonces, se tiene que trabajar con una psicoterapeuta especializada en traumas. O, de pronto, es una alteración en la microbiota y tiene una vaginitis inflamatoria descamativa o un liquen incipiente.
Se tiende a patologizar cosas que son normales y se tiende a normalizar cosas que son patológicas
Es decir, hay patologías orgánicas que son muy infradiagnosticadas. Y todo ese diagnóstico diferencial y saber dónde derivar a la paciente, cuando tú no sabes desde tu especialidad qué hacer, es lo que se debe hacer.
Por eso siempre creo en un manejo multidisciplinar porque yo no puedo tener todas las especialidades del mundo. Pero sí puedo tener contacto con especialidades sanitarias diferentes a la mía; al final, todos los profesionales debemos girar en torno a la paciente y no la paciente rebotada de un sitio para otro sin saber dónde ir.
Qué significa ser reconocida tres veces como la mejor ginecóloga de España por Doctoralia Awards, a partir de la opinión de los pacientes. Obtener el premio a la clínica ginecológica mejor valorada del país y, así mismo, tener más de 392.000 seguidores en redes sociales
Esto significa que hay mucha gente interesada en conocer y hablar sobre salud ginecológica, sexual y reproductiva de las mujeres.
La divulgación me ha abierto mucho campo. Yo soy una persona muy inquieta, estoy estudiando siempre y no me conformo con el protocolo médico aprobado, sino que me voy a la fuente, a los estudios de evidencia científica. Y voy filtrando todo ese cuerpo de conocimiento hacia la divulgación a través de un lenguaje sencillo. Los problemas difíciles de resolver en pacientes, se convierten en un reto para mí. En ese punto es muy importante el seguimiento, la trazabilidad y la empatía.
También me he relacionado multidisciplinarmente en mi trabajo. Es decir, siempre que puedo aprendo de la fisioterapeuta, del sonopélvico, de la sexóloga, de la psicoterapeuta, del nutricionista. Veo de forma transversal todos los aspectos de la salud femenina. Y muchas veces el problema de la medicina es que tú te enfocas en un solo campo y cuando lo que le pasa a la paciente no está en tu campo, pues le dices que no tienes nada más que hacer. Sin embargo, a mí se me da muy bien derivar. Si algo no es de mi campo, lo derivo al profesional o al lugar adecuado, porque muchas veces la solución a un problema de salud ni siquiera es médico.
Eso es lo que ha hecho que mucha gente confíe en el trabajo que hago y venga a las clínicas.
¿Cuál es tu próximo gran proyecto o meta en el ámbito de la ginecología y la divulgación?
Estoy en una fase de estabilización. Sigo muy en la onda de la divulgación y trabajando en un proyecto que se llama «Que no te la metan» con Diana Al Azem, quien es educadora y escritora, especializada en temas de adolescencia.
*Miriam Al Adib Mendi se encuentra en Tik Tok e Instagram como @miriam_al_adib y @clinicasmiriamgine