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Septiembre es tiempo de reencuentros con los claustros, con el alumnado y… con las programaciones. Para quienes tenemos la mente un poco cuadriculada, el ejercicio de ordenar las líneas clave de lo que será el curso es algo que puede resultar placentero. Para otras personas es un poco tortuoso. Lo vivamos como lo vivamos, programar es una actividad clave para el buen desarrollo de nuestra práctica docente a lo largo del curso escolar.
En este artículo, sugiero cuatro pasos para que la programación se enmarque en la Lomloe, reforzando al tiempo la dimensión ecosocial que la ley incluye.
Olvida (por un tiempo) los contenidos
El foco de la educación es que nuestro alumnado adquiera una serie de competencias que le sirvan para la vida. El objetivo, por ejemplo, es que pueda gestionarse una alimentación saludable. Probablemente, en la capacitación para tener una alimentación saludable necesite conocer el aparato digestivo. Este es un contenido (saber básico) del que tenemos que hacer uso para el desarrollo competencia, pero no es un fin en sí mismo. Es decir, proponemos a nuestro alumnado el trabajo de los contenidos como un medio necesario para alcanzar el desarrollo competencial. De este modo, no abordaremos los infinitos contenidos debajo de la etiqueta “aparato digestivo”, sino solo los que son funcionales para su desarrollo competencial.
Así que el primer paso es entender bien las competencias específicas, los criterios de evaluación que las acompañan y concretan, así como los saberes que necesitamos que nuestro alumnado maneje para conseguir ese desarrollo competencial. Escojamos únicamente aquellos imprescindibles.
Ponte las gafas ecosociales
Con las competencias en la cabeza y los contenidos que vamos a usar para adquirirlas, ¿qué tipo de aprendizajes ecosociales puedo desarrollar? ¿Cuáles encajan especialmente en mi programación? Siguiendo el ejemplo, puedo trabajar no solo la capacitación para tener una alimentación saludable para mi persona, sino también para el planeta. Es decir, una alimentación que sea saludable y sostenible. De hecho, son dos elementos muy interrelacionados.
Agrupa grandes áreas de aprendizaje
Ahora es el momento de dar más relieve a los contenidos, una vez que los he seleccionado en función de las competencias. ¿Cómo se agrupan esos contenidos o saberes básicos para que el alumnado los aborde de una forma comprensible, práctica, motivante y que dé sentido a su aprendizaje?
Siguiendo el hilo me van a surgir los grandes bloques temáticos que conformarán las diferentes situaciones de aprendizaje en las que se divide mi programación. Una podría ser la alimentación, pero podría pensar en otras como la reproducción o la clasificación de los distintos reinos de los seres vivos. Puede parecer que hemos llegado al mismo sitio que con una programación clásica, esa que se focalizaba en los contenidos, pero no es así. No lo es porque tenemos una selección de saberes en base a lo que mi alumnado necesita aprender para alcanzar el desarrollo de las competencias necesarias.
Plantea un reto ecosocial
Ya tenemos la estructura de nuestra programación. Hemos contemplado todas las competencias específicas y criterios de evaluación, analizado qué saberes básicos requieren su adquisición, y agrupado de forma coherente y motivante los bloques de contenidos que vamos a trabajar. Esos bloques los tenemos que transformar en situaciones de aprendizaje.
No voy a entrar en una explicación completa de cómo elaborar una situación de aprendizaje (pero la puedes encontrar aquí)1. No obstante, sí me gustaría apuntar a un elemento central. Una situación de aprendizaje debe tener una finalidad última, responder a un sentido, a un para qué. Esto se puede concretar en un reto que el alumnado resuelva, tras un proceso de aprendizaje, con un producto final (o varios). Este reto lo podemos sugerir como docentes o que parta del propio alumnado. En cualquier caso, el reto debe tener una dimensión ecosocial según marca la LOMLOE, pero, sobre todo, según requiere el actual momento civilizatorio que estamos viviendo.
Estos retos se formulan en preguntas de respuesta abierta que incentivan al aprendizaje. Por ejemplo, ¿qué pasaría si solo comiésemos chocolate?2, ¿es posible tener una dieta sana para las personas y para el planeta?, ¿no enfermar es tener salud?3, ¿qué puedo aprender de la cocina de mi abuela y qué le puedo enseñar?…
En FUHEM somos conscientes de que realizar una programación competencial y, además, ecosocial no es sencillo, por ello hemos creado una aplicación web que facilita esta labor: PROECOS4. Si quieres profundizar en este tema, te invitamos el día 16 de septiembre a un webinario gratuito5, en horario de tarde, en el que compartiremos nuestra experiencia y resolveremos las dudas.
Espero que tengas un buen inicio de curso escolar.
1 https://www.fuhem.es/2023/07/19/situaciones-de-aprendizaje/
2 https://www.fuhem.es/product/que-pasaria-si-solo-comieras-chocolate/
3 https://tiempodeactuar.es/blog/el-reto-de-crecer-conocimiento-del-medio-natural-social-y-cultural-para-6o-de-primaria/
4 https://www.fuhem.es/proecos-programacion-ecosocial/
5 https://docs.google.com/forms/d/e/1FAIpQLScztPInGrcK–UY5yubAYP7FM_6V5u34va6y0Y16Jra1AEBlw/viewform