En este inicio de curso en que el ministro de Educación en funciones, Íñigo Méndez de Vigo, se ha vuelto a presentar como un hombre de Pacto de Estado, que ha recordado que su misión es llegar a un consenso, que ha recibido a decenas de representantes de la comunidad educativa para alcanzar su meta… conviene recordar algunas iniciativas que en su día presentó como fundamentales en el camino hacia este acuerdo y que están aparcadas hasta nueva orden.
-Plan de Convivencia
Frustrado, lo que se dice frustrado, no lo está, pero el documento del plan, hecho público en Consejo de Ministros el pasado 22 de enero, no ha pasado de ser un borrador. Y del equipo que se encargó de su redacción, formado por dos técnicos del Centro Nacional de Innovación e Investigación Educativa (CNIIE) dependiente del Ministerio, así como cuatro colaboradores externos, al que hay que sumar reprensentantes de las autonomías y de diferentes organismos gubernamentales, no queda nadie
En un tema muy sensible, cuenta con un gran ruido mediático alrededor, acrecentado cada vez que algún desgraciado caso, como ocurrió el curso pasado, salta a las páginas de sucesos. Cada vez que hace referencia al plan, el ministro rememora cómo fue una promesa personal a los padres de Abel Martínez Oliva, el profesor que asesinó un alumno en el instituto Joan Fuster de Barcelona.
También lo presenta como “un elemento indispensable para un pacto educativo” en foros como, por ejemplo, la última Semana de la Educación de Fundación Santillana, en mayo.
En aquel lejano Consejo de Ministros, de finales de enero, 70 fueron las medidas que se presentaron, de las que 10 se resaltaron por su importancia: entre ellas, un protocolo de convivencia escolar marco, el rediseño del observatorio de la convivencia, un registro centralizado, un manual de apoyo a las víctimas o un teléfono gratuito para ellas.
De momento, en el marco del plan ha habido un curso de verano, celebrado en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo bajo el título Medidas y actuaciones para el cuidado y la mejora de la convivencia escolar, hay en marcha un curso online del Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y Formación del Profesorado (INTEF) y el CNIIE y se está trabajando en una guía para padres y profesorado. Antes de conocerse el plan todavía, la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) y el Ministerio habían puesto en marcha un teléfono semigratuito (901233144 para consultas telefónicas y 616172204 para mensajes de WhatsApp) para informar a padres y menores sobre cuestiones relacionadas con la privacidad en internet.
Pero el teléfono para víctimas o “servicio de atención telefónica de casos de malos tratos y acoso en el ámbito de los centros docentes del sistema educativo español”, como se le denominaba en el Consejo de Ministros del 22 de enero, en el que se autorizaba la tramitación del contrato, no funciona aún. Finalizada su licitación el 4 de marzo, el ministro aseguró que estaría listo para el comienzo de este curso, pero una impugnación de las puntuaciones por parte de Fundación ANAR, que las consideraba injustas, ha retrasado la adjudicación. En los próximos días, se anuncia desde el Ministerio, se sabrá la empresa que finalmente presta este servicio (gratuito, accesible, que no deja rastro en el recibo telefónico y atendido por expertos en el ámbito de la Psicología con el apoyo de educadores e integradores sociales y abogados), y echará a andar. El teléfono no será solo para alumnos, sino para familiares, tutores, personal de los centros docentes “y cualquier persona que tenga constancia de casos de malos tratos o acoso en el ámbito escolar dentro o fuera del aula”.
A la espera de que el teléfono empiece a sonar, desde el sindicato ANPE se ha recordado al ministro que debería contar con la implicación del profesorado para el desarrollo del plan, y que este debería incluir un programa de prevención, así como la reactivación del Observatorio Estatal sobre la Convivencia.
Mientras, Carlos Represa, padre víctima de bullying y director del Instituto para la Competencia Digital, moderador en una de las mesas redondas de la jornada en la que el Ministerio presentó su plan, constata a la luz de lo que este se ha desarrollado un año después: “No sé hasta qué punto lo condiciona todo la interinidad en el Gobierno, pero ha habido un trabajo brutal detrás, un montón de tiempo invertido, y a la hora de la verdad, de las decisiones y la acción, es vender humo”.
Tampoco comparte Represa que la presentada como medida estrella, el teléfono contra el acoso, vaya a suponer un gran cambio: “Porque es anacrónico (sería mejor una app), porque no aborda de raíz el problema y porque tenemos a muchos niños que no son capaces de contar su problema a su hermano, a su madre o a su profe y que menos van a marcar un teléfono sin saber quién les va a atender”. Como muestra, expone el escaso éxito del teléfono de la AEPD hasta la fecha.
-Libro Blanco de la Profesión Docente
En realidad, se trata de una herencia de su antecesor en el cargo, el ministro José Ignacio Wert. Uno de los lamentos más insistentemente repetidos por los sindicatos es la carencia de un Estatuto Docente. En la etapa de Wert no faltaron las reuniones de la Mesa Sectorial para abordar este asunto, pero finalmente se llegó a un punto muerto (la pretensión de la mayoría de las formaciones era retomar un documento frustrado de 2007 y actualizarlo, pero no fraguó).
Méndez de Vigo tomó el guante, pero lo hizo a su manera, con el profesor José Antonio Marina y su equipo redactando un Libro blanco de la profesión docente y el entorno escolar a finales de diciembre de 2015. En él se hablaba de todo lo que se supone que debe contener un Estatuto (ingreso, carrera, jubilación, evaluación…) y se puede decir que generó más ruido antes, por las declaraciones del profesor a los medios adelantando parte de su contenido, que después de publicarse.
Se suponía que iba a ser un punto de partida, que con este documento como base se incorporarían las aportaciones y sugerencias a través de libro.blanco@mecd.es. Pero desde el Ministerio no se informa del número de comentarios recibidos, e incluso el profesor Marina reconoce que no ha vuelto a tener “más noticias, más comunicación”. “Sí que es extraño, pero más extraño es ver al ministro diciendo que es el punto de partida para un pacto. Espero que con el cambio de Ministerio, de Gobierno, si lo hay, no se quede en un cajón, y que los nuevos responsables se ocupen de este asunto, que insistan con él”, espeta. Desencantado con el actual panorama, considera “la iniciativa de ir organizando un pacto desde un Ministerio en funciones un poco disparatada” y espera que “lo del pacto no termine por aburrir a las ovejas”.
En efecto, desde mediados de septiembre y en aras de ese pacto, el ministro ha vuelto a citar a Marina y su libro como un ejemplo de su intención de lograr el pacto. Lo que los sindicatos han aprovechado para recordarle que “el Estatuto Docente no se soluciona encargando una propuesta a una personalidad, sino mediante negociación en la mesa sectorial”, en palabras de Nicolás Fernández Guisado, presidente de ANPE, para quien “el libro blanco y todo el debate a su alrededor se empleó como elemento distractor”.
-Plan de Neurociencia aplicado a educación
Otro de los anuncios del curso pasado. En abril se calculaba que la inauguración de los cursos de verano de la UIMP, con el que llevaba por título Neurociencia y neuropsicología educativa, sería un buen marco para detallar el plan. Pero este sigue en proceso de elaboración y su presentación no es inminente.
El director general de Evaluación y Cooperación Territorial, José Luis Blanco, enmarcaba este plan en la estrategia de mejora del éxito escolar del Ministerio y aseguraba que la neuropsicología aplicada a la educación ayudaría a que los alumnos pudieran desarrollar todo su potencial. Para ello, anunciaba en la presentación de dos manuales del CNIIE, se facilitarían recursos tanto para padres como para profesores y alumnos.
Pilar Martín-Lobo, doctora en Psicología en la Universidad Internacional de La Rioja y coordinadora de esos manuales, está al frente de este plan. Entonces, en abril, aseguraba que el referente son programas como el desarrollado por Sally Goddard en varias escuelas de Inglaterra, y que había aceptado encantada el encargo del CNIIE para la mejora de la calidad educativa en España. “Ojalá pueda continuar más allá de lo que pase con el Gobierno”, decía entonces, cuando reconocía: “Quieren presentarlo ya, pero yo prefiero tenerlo muy bien trabajado, que no sea solo por la noticia”.
FOTO: Pool Moncloa / J. M. Cuadrado