Tras un mes desde el inicio de curso, la CEAPA, Confederación de asociación de madres y padres de alumnos, ha elaborado un informe sobre el inicio de curso, marcado ampliamente por la pandemia de COVID-19.
La organización denuncia que en muchas comunidades autónomas se están produciendo problemas con los programas de actividades extraescolares, con la apertura de aulas matinales y con el comedor escolar. Aseguran, por ejemplo, que en Andalucía hay cerca de 12.000 alumnos de casi 130 centros educativos que están sin servicio de comedor escolar. En casos como los ed Aragón, asegura CEAPA, se están produciendo problemas en su funcionamiento, mientras que en otras autonomías como Asturias o Cantabria, hay centros que no lo están ofreciendo.
También le reclaman a las administraciones educativas una mayor inversión, por ejemplo, para sufragar los gastos que suponen la adquisición de material higiénicosanitario, que puede superar los 100 euros mensuales. Para algunas familias de pocos recursos es un problema hacer frente a este gasto.
Una inversión que tendría que haber sido mucho mayor para asegurar la presencialidad al 100% en toda la secundaria obligatoria y el bachillerato para no tener que hacer uso de la semipresencialidad del alumnado en los centros. Una modalidad que, entienden en la organización, supone un problema para la equidad y la igualdad de oportunidades.
Dicho aumento de los recursos también debería haber servido para garantizar el seguimiento del curso para aquellas alumnas y alumnos que han de permanecer confinados por causa de la pandemia. Un alumnado que, según CEAPA viven una atención educativa que «se reduce al mero volcado de deberes».
A estos problemas también se añaden, según la organización de familias, el hecho de que todavía no se haya convocado el Consejo Estatal de Familias para tratar estas cuestiones. Una petición que ya se hiciera en el mes de agosto y que no termina de llegar, a pesar del compromiso del ministro de Sanidad, Salvador Illa.
Las actividades extraescolares han sido otras de las grandes damnificadas de la pandemia. Según la información que manejan desde la Confederación, comunidades como Murcia las han suprimido; otras, como Castilla y León anunciaron que durante el primer trimestre quedarían en suspenso y, en otras, se han reducido mucho su número, así como ha aumentado la dificultad para acceder a ellas.
CEAPA entiende que se trata en muchos casos de servicios que suponen un pilar importante para la conciliación de las familias. Por ello piden su reactivación, con todas las medidas de seguridad necesarias. Al mismo tiempo, vuelven a reclamar un Plan de Conciliación en el que se contemplen bajas remuneradas en los casos de cuarentenas o contagio, independientemente de que niñas y niños den positivo en las pruebas de COVID-19.