De acuerdo con el pedagogo y filósofo brasileño Paulo Freire, “la educación no cambia el mundo, cambia a las personas que van a cambiar el mundo”. Una reflexión que, a lo largo de las décadas, ha servido de inspiración a maestros y maestras de todo el mundo para llevar a cabo proyectos de aprendizaje-servicio más allá del aula.
Si a las siempre sabias palabras de Freire se suma, además, el talento, la pillería y el descaro de Banksy, el artista callejero más ilustre de los últimos tiempos, el resultado no puede ser otro que un éxito absoluto. Al menos eso debió pensar, hace ya dos años, José Luis Mateos, maestro de educación primaria en el CEIP Claudio Sánchez Albornoz, de la localidad albaceteña de Almansa, e ideólogo del proyecto “Empieza el Cambio”. Se trata de una iniciativa ambiciosa y que aspira a concienciar al total de la sociedad sobre la grave problemática del cambio climático y la trascendental importancia de cuidar el planeta.
“Todo empezó hace un par de veranos. Estando de vacaciones en Málaga, fui a ver una exposición de Banksy e inmediatamente supe que sería un recurso altamente motivador para trabajar con mis alumnos de 5º y 6º de primaria. Tras darle algunas vueltas, comprendí que el arte callejero era la excusa perfecta para abordar, de un modo transversal, contenidos como el cuidado del medio ambiente y el cambio climático. ¡Así surge toda esta locura!”, relata Mateos
A lo largo de varias fases, en las que los alumnos y las alumnas iban reflexionando acerca de los prejuicios que todavía existen contra el arte callejero, el proyecto se fue abriendo paso, pandemia y confinamiento mediante, casi por inercia, hasta desembocar en la creación de 18 grafitis digitales con temática medioambiental. Todos ellos fueron ideados por los propios alumnos y actualmente decoran las paredes de uno de los salones del ayuntamiento de Almansa. Al más puro estilo Banksy, con mensajes claros, concisos y directos, se trata de reflejar cómo el hombre, con su mala praxis, está, poco a poco, acabando con el planeta Tierra tal y como lo conocemos.
Sin embargo, llegados a este punto, ni Mateos ni mucho menos sus pupilos se conformaban y decidieron lanzar una campaña de crowdfunding a través de la plataforma Mi Grano De Arena. El objetivo en esta segunda etapa del proyecto no era otro que recaudar fondos que permitiesen plantar cuantos más árboles mejor en los aledaños del colegio. Se trata de, tal y como explican en su web, «devolver a la Tierra todo lo que le hemos ido quitando durante tantos años”.
Hasta el momento, manifiesta Mateos, “tenemos la suerte de que ha tenido una tremenda acogida. A las tres semanas de ponerlo en marcha, ya habíamos conseguido los dos objetivos iniciales: 1.000 y 2.000 euros. Puesto que aún restaba bastante tiempo para finalizar el reto, decidimos subirlo a 2.500 y, finalmente, a 3.000. Para nuestra sorpresa, a falta de unos diez días para que venza el plazo, ya lo hemos superado. ¡Y estamos convencidos de que aún habrá más donaciones! No podemos estar más contentos ni más orgullosos del trabajo realizado”.
Aún faltaba, no obstante, la guinda del pastel. “A raíz de este proyecto hemos creado la ONG Empieza el Cambio, que será la encargada de organizar, coordinar y hacer el trabajo ‘sucio’ para que los centros que se quieran unir a nuestra iniciativa puedan dejar a un lado la cuestión económica y se centren en lo verdaderamente importante, es decir, lo didáctico. Por el momento, tenemos previsto que tres, cuatro o cinco colegios se incorporen al proyecto el próximo curso. Otro motivo más para estar más que satisfechos”, concluye.